Exhuma: ¿por qué ver la nueva película de Kim Go Eun y Lee Do Hyun?

June 24, 2024
1466
Compartir

Exhuma se perfila como la película coreana más popular de 2024, gracias a su elenco y una historia capaz de sacar a relucir la profundidad de las heridas históricas de la península a través de un thriller lleno de ocultismo. 

Kim Go Eun, Lee Do Hyun, Choi Min Shik y Yoo Hae Jin protagonizan Exhuma, el thriller coreano que busca marcar el 2024 con una inquietante trama que mezcla elementos culturales e históricos con lo paranormal.

¿El resultado? Más de 2 horas de tensión y suspenso capaces de mantenerte al filo del asiento, mientras exploras el dolor que dejó la colonización japonesa en la península.

Leer también: Kim Go Eun: de The King y Goblin a protagonista de células del amor

¿De qué trata Exhuma?

Hwa-rim (Kim Go-eun) y Bong-gil (Lee Do Hyun) son dos jóvenes chamanes que viajan a Los Ángeles para resolver un extraño caso paranormal que envuelve a una familia coreana adinerada.  

El origen de este extraño fenómeno parece estar en una tumba familiar. Ambos chamanes se unen a un experto en geomancia (Choi Min Shik) y en un profesional funerario (Yoo Hae Jin) para proseguir con el ritual de exhumación. 

Pero, la tumba esconde más secretos y misterios de los que esperan. Y una exhumación termina por liberar algo sumamente siniestro.

Exhuma se estrenó en febrero en el Festival Internacional de Cine de Berlín y posteriormente llegó a salas surcoreanas unos días después. El director a cargo es Jang Jae Hyun, quien también trabajó en otros thrillers como The Priests (2015) y Svaha: The Sixth Finger (2019). 

Leer también: Enamórate más de Lee Do Hyun con estos dramas coreanos

Un elenco que retrata con realismo el folclor coreano

Exhuma es una película que puede disfrutarse en diferentes niveles dependiendo el tipo de público. Los que van sin contexto, podrían sentirse asombrados por el chamanismo, la geomancia y los rituales representados en la cinta. 

Los fans del cine coreano se sentirán recompensados con las dosis de terror muy al estilo de la península. Así como las referencias históricas y culturales que no dejan de aparecer en la pantalla grande.

Probablemente, uno de los rasgos más citados cuando se habla de Exhuma son sus incontables referencias al folclor coreano. Sobresale especialmente el chamanismo y la geomancia. 

Para contextualizar, el chamanismo coreano es una de las muchas religiones que coexisten en Corea, pero es la única nativa de la península. Este sistema de creencias agrupa a todo tipo de espíritus y deidades usando a la figura del chamán como un puente entre el mundo terrenal y el sobrenatural. 

Por otro lado, Hong-key Yoon define la geomancia, en su libro The Culture of Feng Shui in Korea, como un antiguo arte originario de China, que se encarga de la selección de los mejores sitios para la construcción de tumbas, casas y edificios, a partir del estudio del “paisaje circundante y las direcciones cosmológicas”. 

Si eres un fanático de los Kdramas y el cine coreano, no te resultará algo nuevo, pues los chamanes han aparecido más de una vez en ellos. Pero, en Exhuma genera un impacto totalmente distinto, con un toque siniestro e inquietante. 

El chamanismo y la geomancia están presentes en casi toda la película, pero no brillan por sí solos, sino a través de sus principales ejecutantes: los personajes. Las actuaciones de Choi Min Sik, Kim Go Eun, Yoo Hae Jin y Lee Do Hyun proporcionan un realismo crudo y claramente perturbador a su trabajo. 

El dúo de veteranos Choi Min Sik y Yoo Hae Jin se desenvuelve en acciones sencillas, pero precisas y dotadas de destreza que fácilmente pueden transmitir a su audiencia los años que sus respectivos personajes llevan dedicándose a los rituales funerarios. 

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Cine CANIBAL® (@cinecanibal)



Algo similar ocurre con Kim Go Eun y Lee Do Hyun, quien en Exhuma debuta como actor en la pantalla grande. El detalle y la ágil ejecución de ambos terminan por tocar las fibras más sensibles de los espectadores, induciendo miedo en cada uno de sus cantos y bailes.

Es a través de sus actuaciones que podemos sentir ese estallido de intranquilidad en las entrañas y apreciar la singularidad del folclore coreano, aunque desde lo sombrío. 

También puedes leer: Peliculas coreanas de horror basadas en cuentos infantiles

Algo más que superstición

La actuación acierta al infundir miedo e incertidumbre al espectador sobre hacia donde realmente quiere dirigirse la historia. Mientras avanza Exhuma, puedes notar que hay una clara división en la película. La primera parte nos presenta algo que ya esperábamos ver después de conocer la sinopsis. 

Una familia adinerada parece ser el blanco de la ira y el resentimiento de su abuelo difunto. La exhumación y la posterior reubicación a un sitio mejor o la cremación podría ser la solución que les traiga la paz que tanto anhelan. 

En el Feng Shui, la ubicación y el entorno de la tumba es súper relevante, pues se cree que los antepasados podían afectar el destino de la familia, explica The Korea Times. De ahí que el cuarteto motive a la familia a la exhumación de su difunto para calmar su alma.  

En un contexto actual podría causar cierto escepticismo, pero el Feng Shui está presente en la sociedad coreana contemporánea y aún más en la clase adinerada. No por nada, no resulta una casualidad que el director eligiera una familia rica para ser la víctima de la presencia sobrenatural.   

Algunos ex-presidentes como Kim Dae Jung reubicaron las tumbas de sus padres antes de las elecciones, explica Korea Exposé.  Incluso, el actual mandatario Yoon Suk Yeol fue señalado de ser supersticioso por mudar la oficina presidencial a Hannam-dong, un sitio asociado con la fortuna. Pues la residencia presidencial conocida como Casa Azul ha sido el blanco de varias críticas de algunos geomantes por tener una ubicación de mal augurio.

Si eso no es suficiente, The Korea Herald realizó un estudio de los sitios de nacimiento y de entierro de los fundadores de conglomerados como Samsung, Hyundai y LG. Aunque siguen un buen Feng Shui, el medio llama a no tomarlo como una creencia que predomina en la forma de hacer negocios en la actualidad, pero que continúa, al menos, como una señal de respeto a sus antepasados. 

Si bien, la idea de la superstición y el respeto a los antepasados podría ser un eje que aparentemente articule la película, te sorprenderá saber que trasciende a otro nivel en la segunda parte.

La pena deja de ser superficial e individual para presentarse en una herida colectiva y profunda marcada por el dolor que dejó la colonización japonesa hace menos de 100 años. Representada desde esa superstición y el folclor con el que comenzó la cinta. 

Leer más: Películas coreanas ambientadas en la ocupación japonesa

Una exhumación a las heridas históricas de la península 

En la segunda parte, el tema de la exhumación alcanza un nivel inesperado, pues, sin saberlo, se convierte en un proceso simbólico que poco a poco profundiza en las heridas que dejó la ocupación japonesa en la península con el fin de “desenterrarlas” y darle una especie de “descanso” o “reubicación”.

Es en esa segunda parte que vemos el terror coreano con un claro tinte nacionalista. No veremos aquello que en occidente nos provoca miedo. No hay asesinos seriales que persiguen sin descanso, casas y objetos malditos o contactos con el más allá.

En Exhuma, sentimos las heridas que dejó la colonización japonesa en Corea desde una mirada intergeneracional que no deja de lucir sombría. Esa exposición del dolor no resulta una casualidad, pues conforme más nos adentramos a la cinta, parece más claro que la “exhumación” trasciende a algo más grande: el dolor de una nación.

Las sospechas se confirman al saber que el director Jang Jae Hyun pensó en desenterrar esas heridas para “sacar el pasado y eliminarlo”, explicó en entrevista con The Korea Times.

Exhuma es un thriller lleno de ocultismo que parte de un suceso paranormal para terminar por desenterrar heridas históricas y dolor colectivo que han formado a la Corea que conocemos actualmente. ¿Ya la viste?