El Shunga (春画)traducido como “imágenes de la primavera”, es un antiguo arte pictórico que surgió en el periodo Edo de la historia de Japón, entre los años 1603 a 1867. Esta forma de arte ha causado mucho revuelo durante siglos y es que expresa de forma muy explícita los deseos y fantasías sexuales de cientos de hombres japoneses que, durante siglos, han manifestado a través de las artes literarias y pictóricas sus más bajos deseos.
Pero, ¿qué es el shunga?
El shunga es una muestra más allá del sexo convencional. Podría decirse sin duda alguna que incluso, proviene de un mundo paralelo. Pues las características que envuelven a estas imágenes son muy similares; un estilo que podría considerarse como un otoño sobrio.
Las pinturas van desde escenas cotidianas hasta extremamente fantasiosas. Donde la naturaleza animal juega un papel muy importante y a veces tan irreal. Sin embargo, estas escenas son las que crean una conexión entre la fantasía y la realidad. Una forma de válvula de escape de los deseos carnales de sus dibujantes tanto como de sus espectadores.
En este sentido, el shunga aparece como una especie de catalizador psicosocial. No solo permitía la creación de un camino para guiar el ímpetu sexual, sino que proponía una exquisita manifestación de técnica y estética. Para comprobarlo basta con observar algunas de las obras eróticas del gran maestro del grabado, Hokusai. De hecho, este fenómeno artístico es un excelente ejemplo de que el erotismo puede actuar como un enlazador de mundos. Como un puente interdimensional entre los deseos y la realidad.
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La mayoría de los trabajos contenían escenas explícitas donde parejas mantenían relaciones sexuales. Se representaban principalmente escenas heterosexuales. En este tipo de escenas es importante destacar que las mujeres no estaban sujetas a un rol pasivo ni a los deseos del hombre; sino que son representadas como sujetos con deseos carnales propios y ávidas de expresarlos. A pesar de que en ocasiones aparecen en posiciones de sumisión, generalmente ninguno de los dos toma un rol dominante. Las mujeres aparecen como sujetos activos, evitando ser dominante o sumisa en extremo.
Pero las escenas heterosexuales no eran las únicas que se representaban en estas obras. Otras representaciones, aunque con menor frecuencia, muestran relaciones homosexuales, ya sea entre hombres o mujeres.
Las relaciones entre dos hombres tienen su origen en el wakashudō (若衆道 camino del hombre joven) donde la parte activa y protectora de la pareja era el de mayor edad y la parte pasiva, el aprendiz, era el más joven, basando su relación en obligaciones y lealtades mutuas. Esto con base en la antigua tradición militar propia de los samurais ya que durante la época Edo, donde los hombres sexo servidores eran vestidos de mujeres, estas actividades eran impresas en el shunga con una feminidad de los prostitutos exagerada, donde se les dibujaba con los genitales cubiertos o reducidos de forma importante, siendo estos la única prueba de que se trata de alguien del sexo masculino.
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El Shunga ha sido censurado durante mucho tiempo. En 1907 el Código penal japonés impuso penas de cárcel a quienes se encontraran culpables de producir y promover imágenes obscenas. En la actualidad sigue habiendo mucha censura a estas imágenes porque se consideran obscenas.
Sin embargo, durante el periodo Meiji (1868 a 1912) estas imágenes sirvieron para abrir paso a la cultura japonesa en occidente. Obtuvieron gran interés y éxito en Europa, donde muchos hombres adinerados coleccionaban estas pinturas e ilustraciones. Con esto se dió una apertura global a la cultura japonesa.
El arte shunga podría considerarse como una expresión más del ser humano, una expresión que pocas veces se ha visto reflejada en el arte clásico demostrando que los seres humanos no solo convergemos con la naturaleza y el medio que nos rodea, sino que también con nuestras fantasías y deseos sexuales, los cuales son parte inherente de las personas.