En México surgió una campaña ‘antichinos’ que detonó un genocidio y la expulsión de ciudadanos chinos del norte del país, separando familias y destruyendo sus trabajos. ¿La razón? Muy sencillo, se tenía la creencia de que los ciudadanos chinos eran los causantes de enfermedades y desgracian que acontecía nuestro país.
Basado en la novela La ruta de los caídos, del escritor sonorense Guillermo Munro Palacio, y ambientada en 1931, Sonora, protagonizada por Juan Manuel Bernal, Joaquín Cosío, Giovanna Zacarías, Dolores Heredia y JasonTobin, retrata hechos olvidados de la historia de México.
Este filme llega a las salas de cine el 6 de septiembre bajo la dirección de Alejandro Springall. Narra un retrato muy similar al de la sociedad actual con la población sudamericana y la discriminación de los migrantes en países como Estados Unidos.
El movimiento antichino
Las campañas antichinas en el norte del país se dieron durante los años veinte y finalizaron con la expulsión de familias chino-mexicanas del territorio en 1930.
La comunidad china se asentó en zonas portuarias y el norte del país como mano de obra para la construcción de ferrocarriles, al igual que en la minería o las haciendas henequeneras durante el periodo del porfiriato. Asimismo, entre 1915 y 1930 los chinos se establecieron en la industria comercial. Esto provocó la competencia laboral directa con los mexicanos, el sentimiento de rechazó creció y el gobierno comenzó con la expulsión de familias mexicanas-chinas en los años treinta.
Este movimiento xenófobo duró por casi dos décadas, en el que se registró una persecución y asesinato de asiáticos que vivían en el norte de México, propiciando que huyeran hacia el desierto de Sonora, en busca de una vida mejor.
Durante este periodo la comunidad china no podía vender, ni tener restaurantes, se le prohibió entrar a los espacios públicos como los restaurantes, museos, y además no podían contraer matrimonio con los mexicanos. Se estima que en 1911 más de 300 chinos fueron asesinados. Este movimiento finalizó en 1944.
***
A partir de este suceso, la cinta narra un viaje en coche de personas de diferentes clases sociales van de Hermosillo a Mexicali, pasando por la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar. El conflicto comienza cuando traficantes de alcohol y una familia china que desea una mejor vida se suman al viaje. El resultado: una serie de conflictos y situaciones que reflejan las dificultades de convivir y tratar de entenderse entre ellos.
Platicamos con el actor mexicano Juan Manuel Bernal, quien le da vida a Sánchez, uno de los conservadores nacionalistas que desea expulsar a los chinos del país por encargo del gobierno, y esto fue lo que nos contó.
¿Qué tan distinto es este film de la realidad actual?
Sonora llega en un momento exacto en el que la situación de las fronteras y los tiempos se repiten. Buen pretexto para recordar quiénes somos; la cinta narra hechos reales de principios del siglo pasado cuando llegó una comunidad de inmigrantes chinos en busca de una vida mejor. Personas trabajadoras a las que les iba tan bien que a los nacionales ya no les gustaron: ‘se están casando con nuestras mujeres, quedando con nuestro negocios, están creciendo y los queremos fuera’. Sucedió a principios del siglo xx, y hoy no ha cambiado nada, solo se nos olvidó.
¿Cuál es la tarea del cine aquí?
Hablamos de cómo nos maltratan en el norte, pero se nos olvida cómo maltratamos a los del sur. El cine siempre debe cumplir dos propósitos: entretener y la función social. Sonora es una gran película que va mucho más allá; habla de seres humanos en circunstancias límite.
¿Cómo fue interpretar un personaje tan distinto a ti?
A mí me toca hacer al más intolerante, que me enfrentó conmigo para entender toda la parte negativa, entender que es puro miedo a lo desconocido. Procuro no juzgar a quien tengo que interpretar, trato de entenderlos. Hay muchos personajes reales que me inspiran a ser Sánchez, Trump es uno de ellos.
https://www.youtube.com/watch?v=xFbfAu6FAx0
La entrevista fue publicada originalmente en Revista enViva.