Geishas, un mundo de flores y sauces

February 29, 2020
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Ella se pinta el rostro para ocultar su cara, sus ojos son como el agua profunda, el deseo no existe para la geisha, los sentimientos no existen para la geisha. La geisha es un artista del mundo etéreo; ella canta, baila te entretiene todo lo que quieras. Lo demás son sombras, lo demás es secreto”
-Memorias de una Geisha

Las geishas crearon todo un mundo a su alrededor, uno lleno de cultura, belleza y tradición. En este las mujeres se volvieron piezas de arte vivientes, y es que la palabra geisha significa justamente eso, artista. Este vocablo se compone de dos sílabas y de dos kanjis,  芸 ( gei) significa arte o habilidad  y el segundo, 者 (sha) significa persona. 

Este mundo de artistas es conocido como  Karyūkai (花柳界), que significa el mundo de las flores y los sauces. Por este motivo una geisha debe ser bella y gentil como una flor, pero flexible y fuerte como un sauce. Debido a esto, los distritos donde las geishas prestan sus servicios y en donde habitan se les conoce también como Karyūkai.

Hasta antes de 1779 los encargados de entretener a la gente en las casas de té, teatros y otros centros de reuniones eran unos hombres conocidos como hōkan (幇間) o taikomochi (太鼓持).

Posteriormente las mujeres se adentraron en el arte del entretenimiento y el término  geisha empezó a usarse para referirse a estas. Para el año 1800 los hombres empezaron a ser desplazados por las mujeres y poco a poco ellos quedaron eliminados en su totalidad de esta labor.  

La educación como base fundamental para un geisha

Las geishas empezaban su entrenamiento y educación a muy temprana edad. La mayoría de ellas eran vendidas por sus padres a las Okiya (置屋), las cuales eran casas de geishas. Esto sucedía debido a la gran pobreza que había en las zonas rurales del Japón.

Las jovencitas empezaban como asistentes del hogar, limpiaban, lavaban ropa, atendían a las mayores,cocinaban y eran denominadas Shikomi. Durante esta etapa su instrucción corría a cargo de la Okaasan (madre en japonés) quien fungía como líder de la casa. 

La Okaasan  era una mujer que ya no prestaba servicios pero tenía mayor experiencia por lo que era la encargada de enseñar a servir el té de forma correcta,  servir el alcohol, vestirse adecuadamente, comportarse y a usar el calzado correcto. 

Posteriormente, las shikomi se conviertían en Minarai, es decir en  una estudiante de geisha. En esta etapa asistían  a una escuela donde se les enseñaba sobre bellas artes, danza, música, y poesía.

Después de un año dentro de la Okiya y según su dominio de las artes en las que se estuviera preparando la estudiante de geisha esta  podría ser elevada al grado de Maiko.

Para llegar a este grado las Minarai debían realizar una ceremonia llamada ceremonia de mayoría de edad en la cual se oficializaba su nuevo rango y se le asignaba una onee-san (hermana mayor ), la cual era una geisha que fungía como guía y maestra para la joven aprendiz Maiko.

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Después de acordar con éxito la relación entre la geisha y la aprendiz, ambas eran emparejadas y visitaban un templo. Allí anunciaban a los espíritus su futura relación y posteriormente realizaban la ceremonia del san-san-kudo (tres-tres-cambios). 



En dicha ceremonia la aprendiz y la oneesan-geisha se servían mutuamente sake (licor de arroz) y bebían tres sorbos, de tres copas pequeñas. Luego intercambian la copa con la okaasan, así como con cinco testigos de la ceremonia.

Durante la ceremonia la joven aprendiz recibía su nuevo nombre, que por lo general contenía en él algún Kanji escrito por su hermana mayor. Al concluir esta unión la geisha quedaba emparentada de por vida con su joven aprendiz.

La Maiko aprendía de su hermana mayor en cada visita que daban a las casas de té y salones sociales. De esta forma ponía en práctica sus conocimientos aprendidos durantes las etapas anteriores.La naturaleza de la maiko era ser recatada e inocente, tal vez un poco coqueta.  La onee-san en un periodo que iba de 6 meses a 3 años,  podía promover a la maiko a una geiko, una geisha en pleno derecho y capaz de cobrar el precio completo por sus servicios.

El matriarcado como parte de su cultura

Dentro del orden jerárquico de las geishas no se implica a ningún hombre ya que  su estructura es total y plenamente compuesta por mujeres. Son ellas quienes decidían sobre cada una de las normas y formas de instrucción de las aspirantes a geisha, así como de la vida y convivencia de todas las mujeres que componen esta subcultura.

Por este motivo podemos decir que se trata de un matriarcado, ya que la figura de la mujer predomina y tiene autoridad. A continuación te compartimos las figuras femeninas que conforman la estructura dentro de la subcultura de las geishas.

La Okaasan era una figura muy respetada en todos los ámbitos sociales que rodeaban a la cultura de las geishas. Eran consideradas las madres y guías de las futuras geishas. Se comportaban como verdaderas madres, daban vestimenta, sustento y educación a las jóvenes que decidían o que eran forzadas a convertirse en geishas.

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La Obaasan (abuela), era una figura que fungía como la cabecera principal de toda Okiya. Era una mujer que aunque ya no tomaba fuertes decisiones era la figura más respetada y mejor cuidada; ya que debido a su edad y a sus años de servicio era deber del resto de las  integrantes de la casa cuidar de ella y atenderla.


Las
geishas y geiko eran las jóvenes trabajadoras encargadas de traer el dinero a casa, y de cuidar la reputación de la misma. Las geishas eran las aspirantes a heredar la casa y el puesto de Okaasan. Para lograr esto debían cumplir con las normas impuestas por la actual madre de la okiya las cuales variaban para cada residencia.

Las okiya de geishas son la forma matriarcal más representativa de Japón con reglas y tradiciones hechas por mujeres para mujeres que siguen vigentes hasta la actualidad.

Si quieres saber más sobre las geishas no te puedes perder la segunda parte de esta nota.

Puedes leer: Las geishas: mujeres de arte y belleza