La reencarnación en la filosofía coreana

September 20, 2020
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Uno de los grandes misterios de la humanidad es la vida después de la muerte. ¿Qué pasa cuando nuestro cuerpo fallece?, ¿tenemos alma?, ¿vamos al cielo? La reencarnación según la filosofía coreana también tiene su particular punto de vista pero, ¿qué es exactamente?

Por Macaria España 

La reencarnación, en una definición muy escueta según Wikipedia, es cuando el alma o esencia de la persona al morir toma otro cuerpo, ya sea humano o de algún ser vivo. 

 

 

En la filosofía oriental también se tiene la idea de que existe un mundo después de la muerte. La reencarnación, específicamente en la filosofía coreana, ha sido motivo de estudio de un sinnúmero de filósofos y pensadores dedicados a tratar de explicar lo que sucede después de la muerte.

 

El concepto en la historia

 

En El encuentro entre el darwinismo y la sociedad, un estudio comparado de España y Corea del Sur, escrito por Oonee Koh, se hace mención del término wànwù (만물, 萬物), una palabra que se refiere a todos los seres de la naturaleza sin distinción a los humanos. Sin embargo, entre los siglos XVII y XVIII se dieron debates filosóficos sobre la jerarquía del hombre por encima de ellos.

 

 

En cuanto al budismo, el concepto de la reencarnación tiene que ver con esta idea de que todos los seres están conectados de cierta manera. Por lo tanto, si se reencarna en un animal, que se considera un ser inferior, esto se debe al karma negativo de esa persona. 

 

 

Cabe aclarar que el budismo está a favor del respeto de la vida, incluyendo la del animal, pues de hecho se prohíbe matarlos. En el taoísmo, el wànwù viene del mismo dào, que significa “el camino” en chino y filosóficamente tiene implicaciones del camino de la naturaleza o el cielo como principio del mundo (Koh, 2013), esto explicaría la raíz de la creencia en la reencarnación.  

 



La reencarnación en Corea del Sur a través de leyendas

 

La idea de la reencarnación dentro de la filosofía coreana dio origen a varias leyendas, como la del Hombre Oso, que a continuación te compartimos. 

Un vendedor de sal, para escaparse de la tupida nevada, se guareció debajo de una roca. La osa, que había visto todo, salió de cacería y volvió con la presa para compartirla con el pobre hombre. Los dos convivieron y tuvieron un hijo y una hija. El hijo fue llamado Hyoshik

 

 

Un día, cuando la osa salió de cacería, el hijo propuso a su padre cruzar el río fronterizo para escaparse a otro pueblo vecino más grande. Cuando la osa los vio cruzando el río, les suplicó que no se marcharan. Como el hombre no le hizo caso, tomó a la hija, la colocó sobre sus pies y le pidió que no se fuera por el amor a la hija. 

El hijo pidió a su padre que no volviera la mirada hacia atrás, pero el padre volteó la cabeza. En ese instante la osa arrancó las piernas de su hija y las botó en el río, después se suicidó.

 

 

Años después, cuando el padre y el hijo volvían del pueblo vecino, hallaron un dragón blanco que los esperaba en el río. Este dragón era la reencarnación de la osa. El padre y el hijo suplicaron al dios celestial hasta que él se compadeció y decidió ayudarlos haciendo salir del agua al dragón. 

Cuando el dragón apenas sacó la cabeza del agua, Hyoshik lo mató, le sacó el hígado y se lo comió. Como todo aquel que come el hígado del dragón se alimenta de la energía sobrenatural, Hyoshik llegó a ser un gran general del reino de Joseon (Romero y Ko, 2011).

 

***

 

A pesar de esto, la reencarnación en la sociedad coreana es un tema subjetivo. Kyung Soo, residente de Seúl opina: “No creo en Dios, pero creo en el Tao del Universo. Tao significa un principio fundamental de todo. Entonces, el alma del ser humano podría reencarnarse si el Tao del Universo le permitiera reencarnar.”

Por otra parte, para Dong, ciudadano de Daegu, no forma parte de su filosofía de vida: “No creo en eso, pero en el budismo se cree que hay reencarnación, pero no necesariamente como humanos”.

Y tú, ¿crees en la reencarnación?, ¿en qué te gustaría reencarnar?