Alguna vez Siwon, de Super Junior, dijo: “No importa cuando comenzaste a ser ELF, lo que importa es que te quedes hasta el final”. Frase que aplica en mi persona, y me convierte en una baby ELF. Así pues, este año celebro tanto como agradezco sus 15 años de carrera.

Pero, ¿cómo comenzó todo? A Super Junior los conocí en 2011 por una asignatura de trabajo en otro medio, pero hay flechazos que no se dan a la primera, y ese fue el caso. Los escuché, me parecieron buenos sus singles “Sorry, sorry” y “Bonamana”, digamos que me cayeron bien, pero hasta ahí quedó. Tuvieron que pasar aproximadamente seis años para que nos reencontráramos y, entonces sí, surgió el amor de ese que sabes que es para siempre.

Eso sucedió entre finales de 2017 y principios de 2018, ¡y qué sorpresa me llevé! Los Supermen surcoreanos –ya sé que la canción es “Superman”- habían evolucionado mucho de lo que vi y escuché la primera vez. Y entonces, sorpresivamente, me invitaron a entrevistarlos en la primavera del 2018 para otro medio. Entonces, mientras me preparaba fui cayendo en su “Blue world”, del cual ni busqué la salida.

Conocerlos fue una muy agradable sorpresa, pues me encontré con siete artistas muy amables y simpáticos. Dicen que lo muy bueno queda guardado en tu memoria como fotografía, así que todavía recuerdo lo que me dijeron, las risas, la buena onda, y hasta el orden en el que estaban sentados frente a mí, de izquierda a derecha: Shindong, Heechul, Donghae, Siwon, Yesung, Eunhyuk y Leeteuk. Aún seguían en el servicio militar Ryeowook y Kyuhyun.

Para entonces ya conocía a algunas ELF, pero no la confianza para preguntarles más sobre este grupo. Entonces me dediqué a realmente escucharlos con oído crítico, a comprobar si no fue que me deslumbraron aquel mediodía del 27 de abril de 2018. Y no fue así, porque en Super Junior hay todo lo que me conquista a nivel musical: Voces increíblemente privilegiadas, diferentes géneros y bien producidos, así como letras con las que fácilmente conectas.

Que cantaran en coreano no fue un problema, sino un reto por entender sus palabras que he abordado con gusto desde entonces. Además, la música no tiene idioma, es un lenguaje universal y, como siempre digo, lo importante es que te haga sentir. Y estos artistas me hacen sentir. Por lo mismo, ya son básicos en mi soundtrack al lado del rock, el jazz, la música clásica, el pop anglo. Canciones como “This is love” y “One more chance” llegaron para quedarse en mi lista de favoritas de toda la vida.

Conforme más iba leyendo, viendo y escuchando sobre ellos, más quería saber. Una baby ELF había nacido, y esa era yo. Y entonces llegó la segunda oportunidad de volver a verlos en un mismo año. ¡Iba a pasar un rato con los legendarios ídolos del K-pop nada menos que el día de su aniversario! Aunque sólo eran cinco integrantes, fue una de las experiencias más gratas de mi vida profesional y personal. Otro momento que mi mente fotografió, y que me recuerda que el que persevera, alcanza… así como han hecho ellos durante más de 15 años, tomando en cuenta sus días de trainees.

Rostros amables, de nuevo risas, incluso un par de mini-charlas fuera de entrevista, un regalo de ellos para mí, y una fotografía fueron parte del saldo positivo de aquella vez; además de una valiosa portada para importante y ahora extinta revista. Venían con toda la fuerza de lo que bauticé en otro medio como K-latin pop, mostrando que, bien hecho, lo que sea puede triunfar. ¡Además de talentosos, inspiradores!

Aún recuerdo cómo muchas ELF me dieron la bienvenida oficial al fandom y, francamente, se sintió bien. Y antes de que alguien me diga que Super Junior me gustó porque tanto sus integrantes como yo ya no son adolescentes, sólo diré que la música no tiene edad, es para todo el mundo. Cualquiera puede entrar a esta familia, y así lo comprobé el 7 de noviembre de 2018, en el Estadio Azteca; esa noche vi a chicos y grandes quedar impactados, y a muchos volverse fans. Por cierto, qué curiosa es la vida, K-magazine tuvo bastante que ver en que pudiera asistir y ver de cerca esa presentación en los Premios Telehit, y ahora me encuentro escribiéndoles desde aquí.

Para cuando nos sorprendieron con su video de “Ahora te puedes marchar”, la euforia que sentía era casi comparable con la de una fan que ha construido este camino en el K-pop y el Hallyu con ellos desde sus inicios. Y ahora cada comeback grupal, de subunidad, o solista, incluso de los que ya no están, lo vivo lo mismo con emoción que con el oído bien afilado para escuchar atentamente cada acorde y cada tono de voz pues sé que no me decepcionarán… y por eso siempre estoy agradecida como exigente melómana que me considero. Eso sin contar sus otros talentos en la actuación, dirección, composición, y más, donde también me tienen ganada. Y es que, artistas completos y multifacéticos, ¿qué más se puede pedir?

Si se fijan, no he mencionado su manera de bailar (que es espectacular), ni sus looks (¡han pasado por todos!), ni el atractivo visual (que es mucho) que hay entre sus integrantes. Y es que ellos me dieron la razón correcta para mí, para permanecer a su lado y serles fiel: Buena música bien cantada. “Baby simplemente quédate conmigo, baby quédate por mí”, dice la letra de “Stay with me”, y sí, es lo que haré incluso si algún día se separan. No sucederá, pero así de fuerte es mi compromiso con ellos.

Ahora navego en su mar azul zafiro, sin dejar mis gustos musicales previos, sólo enriqueciéndolos con la propuesta de estos artistas surcoreanos. Además, como grandes representantes del Hallyu que son, me despertaron la curiosidad no solo por su trabajo sino por el de otros grupos y cantantes, por su comida, cultura, idioma, y todo lo relacionado a su nación. Ellos fueron mi puerta de entrada a Corea del Sur.

Así que este 15 aniversario, como un par de los pasados y los muchos que vendrán a futuro, camino al lado de estos reyes del K-pop: Super Junior. Hoy aún es como baby ELF, más adelante será siendo toda una ELF.