El tribunal de apelación de Seúl anunció el pasado viernes, de manera oficial, la condena de 25 años a Park Geun Hye, por el escándalo de corrupción que le costó su título de presidente.

De igual manera, el tribunal de apelación mencionó que la expresidenta y su confidente, Choi Soon Sil, habían “pedido dinero y favores” a las empresas para beneficiarse a sí mismas e incurrieron en la intimidación para hacer que algunas amigas de Soon Sil fueran contratadas en las empresas: “Park también obligaba a altos mandos de empresas privadas a dimitir, cometiendo así graves abusos de los poderes de presidente que le concedió su pueblo”, agregó el tribunal de apelación durante el anuncio.

Recordemos que Park fue detenida en marzo del año pasado debido a una serie de acusaciones que mostraron las turbias relaciones que se dan entre los políticos y los grandes conglomerados en Corea del Sur.

La destitución de la ahora expresidenta, se dio a raíz de las múltiples manifestaciones que se dieron en toda Corea, cambiando así la historia del país y abriéndole paso al actual presidente Moon Jae In, que ha logrado acercarse al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, para crear una mejor relación entre ambas Coreas.

Después de que Park fue condenada, se descubrió que su confidente ejercía influencia sobre ella, incluso sin haber tenido un cargo oficial dentro del gabinete. Ambas mujeres fueron acusadas de obligar a los grandes conglomerados coreanos a pagarles cantidades exorbitantes de dinero a cambio de favores políticos y de despedir a los funcionarios que estaban en contra de sus abusos de poder.

En julio, la fiscalía de Seúl la había condenado a sólo 8 años de prisión por distintos cargos entre los que destacan: malversación de fondos que hacía con el dinero del Servicio de Inteligencia de Corea, y también por haber sido parte en la intervención ilegal en la designación de candidatos de su partido conservador en 2016.