La escritura china tiene aproximadamente más de 3000 años de creación. Aunque no se conoce la fecha exacta de su surgimiento rondan muchos mitos a su alrededor.
El mito más importante debido a los registros históricos es sobre el famoso emperador amarillo, Huang Di (2695-2598 a.C.). Se dice que él le encargó a un viejo sabio crear una escritura para poder hacer registros históricos y darle una escritura a la lengua oral. El anciano se inspiró en la forma de las aves y de la naturaleza para así crear los sinográmas, es decir los caracteres chinos.
Antiguamente se escribía sobre huesos, sedas preciosas o tablillas hechas de bambú. No fue sino hasta el año 150 a.c. que gracias a Cai Lun, quien creo el papel, se popularizó la escritura en este nuevo material. También se empezaron a hacer registros históricos y libros documentales.
Originalmente el chino se escribía de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda. Esto ha cambiado en la actualidad, ya que ahora se escribe de forma horizontal y de izquierda a derecha.
Existen varios tipos de clasificación de los sinográmas algunos de ellos son:
Jiǎgŭwén (甲骨文) huesos-oráculos.
Es llamada la forma más antigua de escritura china. Se empleó durante los siglos XV y X a.C. en los famosos rituales de adivinación. La técnica consistía en escribir en el hueso de un animal –generalmente de buey- o en los caparazones de las tortugas. Se han identificado unos 2 mil caracteres de este período, los cuales representan solo un poco de todos los que se tiene actualmente registrados, pues son polivalentes, llegando hasta casi los cinco mil. Sin embargo, esta práctica, a pesar de ser de uso muy común, desapareció rápidamente.
Dàzhuàn (大篆) sello mayor.
Esta escritura aparece en sellos y utensilios de bronce del siglo XVII al VIII a.C. Con la creación de las aleaciones en bronce a partir del cobre con el estaño, los sinográmas comenzaron a aparecer sobre objetos elaborados con esta aleación que solo la familia real o la aristocracia podían tener. En una primera fase, a finales de la dinastía Shang y principios de la Zhou (1050-256 a.C.), las inscripciones (se les conocía como jīnwén o 金文) presentaban un estilo muy parecido a las realizadas sobre los caparazones de tortuga y los huesos. Posteriormente, evolucionaron y se extendieron alcanzando textos de hasta quinientos caracteres. Incluyeron temas administrativos, políticos, militares, de rituales y comerciales.
Xiǎozhuàn (小篆) o sello menor.
Con origen en el elegante alfabeto antecesor que aún se usa actualmente en caligrafía y pinturas. En este estilo los trazos son finos y de un espesor homogéneo. Deriva en una escritura armoniosa y legible, por eso se empezaron a utilizar para el grabado de sellos e inscripciones. Los sellos y monedas fueron las fuentes esenciales para la unificación de la escritura en toda China. Esta fue normalizada por Li Si a finales del siglo III a.C. durante la dinastía Qin (221-207 a.C.) por orden del emperador Qin Shihuang. Estos símbolos eran aún muy cercanos a las arcaicas y complicadas formas de escribir.
Lìshū (隶书), escritura literaria o administrativa.
Es básicamente la escritura correspondiente al alfabeto chino actual. Es muy probable que apareciera durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.). A diferencia de los anteriores tipos, es mucho más fluida, simple y fácilmente adaptable. Debido a esto puede ser escrita a lápiz o a pincel.
Cǎoshū (草书), escritura cursiva o de hierba.
Se trata de sinográmas escritos rápidamente con trazos sueltos y enlazados sin despegar el pincel del papel. Tuvo su origen a mitad de la dinastía Han, cuando los funcionarios de alto nivel comenzaron a escribir caracteres con forma de garabatos como entretenimiento. Este estilo, al igual que el literario o administrativo, ha resistido el paso del tiempo y continúa vigente hasta el día de hoy. Es sumamente popular entre los calígrafos, pintores y por los políticos como el difunto Mao Zedong. No son muy difíciles de reconocer por el ojo inexperto.
Kǎishū (楷书), escritura regular o de imprenta.
A finales de la dinastía Han, se creó el estilo kǎishū. Este es similar al literario pero con unos trazos más precisos y exactos. Son enmarcados en un mismo tamaño y suaves. Se hizo muy popular y fue usado en toda China durante las dinastías posteriores. Es el estilo común con el que se aprende a trazar los sinográmas actualmente y en el que se escribe normalmente. Esta es una tipografía estándar.
Xíngshu (行书) o escritura corrida.
Nacido de nuevo bajo la dinastía Han, presenta una caligrafía rápida y de uso común. El estilo simple y directo, nace de una deformación por simplificación del trazo regular. Por eso hoy en día, es la más utilizada para la escritura de la vida cotidiana.
Jiǎntǐzì (简体字) o caracteres simplificados.
Los caracteres permanecieron durante siglos prácticamente sin cambio alguno. Sin embargo, en el año 1956, el Gobierno chino de la nueva República Popular decidió, como parte de su tan famosa Revolución Cultural, simplificar la escritura para facilitar la alfabetización de la población china. La reforma se llevó a cabo en dos frentes: por un lado, se eliminaron del diccionario un total de 1027 caracteres “duplicados”; y por el otro, se redujo el número de trazos a 2235 signos gráficos. Al mismo tiempo se introdujo el sistema de lectura latina llamado pīnyīn (拼音), es decir, se echó mano del alfabeto latino para poder darle sonido a los caracteres y mejorar el aprendizaje de los sinográmas.
Fueron utilizados 5 métodos para la simplificación de los caracteres
1. Sustitución de un carácter por una variante popular o por una forma más simple.
2. Eliminación de una parte del carácter.
3. Adopción de una forma basada en el estilo de caligrafía cursiva
4. Sustitución de la parte fonética de un carácter por otra con menos trazos.
5. Eliminación de un carácter para reemplazarlo con un homófono de menos trazos.
Como podrás notar la escritura china y los sinográmas han ido evolucionando desde su creación hasta la actualidad ¿Cuál es tu escritura favorita?