Cuando escuchamos la palabra yakuza inmediatamente se nos viene a la mente hombres rudos y tatuados, pero ¿qué pasa con las féminas detrás de estos hombres?
Por: Lourdes Cerda
Anteriormente te platicamos en otra nota sobre la mafia yakuza, la cual es una antiquísima sociedad japonesa que está tan presente en la actualidad como en antaño. Así que en esta nota te hablaremos sobre el lado femenino de la yakuza japonesa.
La yakuza está regida por normas que sus miembros deben seguir a toda costa. Sin embargo estos hombres no están solos, ya que también hay mujeres yakuza, aunque ellas solo viven a la sombra, son parte importante de la organización.
Las mujeres yakuza no son consideradas miembros de la organización, pero al mismo tiempo son parte de ella. Y para formar parte de ella sólo existen tres maneras para poder pertenecer; ser hija de uno de sus miembros, contraer matrimonio o ser la amante de algún yakuza.
Las mujeres yakuza tienen un estatus dependiendo del hombre con el que están. La mujer del jefe tiene el mayor rango dentro de las féminas, a pesar de que no se les considera parte de la organización, la mujer del jefe debe estar al tanto de todo, ya que si el jefe es encarcelado o llegase a morir, ella se tendrá que hacer cargo de la organización por tiempo indeterminado.
Las demás mujeres están sujetas a las reglas impuestas por sus hombres y a la misma organización, como lo menciona la fotógrafa francesa Chloé Jafé en una entrevista al cuestionarla sobre su trabajo Inochi Azukemasu: «Las mujeres no pueden decidir si quieren ser fotografiadas o no. Esto tiene que decidirlo el marido.»
A Jafé le fue muy difícil ganarse la confianza de la organización y le tomó bastante tiempo hasta que por fin le dieron acceso para fotografiar sus espaldas de dragones y serpientes. Inochi Azukemasu no sólo retrata el cuerpo cubierto de tinta de las mujeres yakuzas, sino que también su estilo de vida.
Las mujeres yakuza son amas de casa similares a la población común japonesa, solo que ellas viven en constante miedo pues no saben si por la noche sus maridos regresarán con vida.
Los tatuajes, mejor conocidos en japonés como irezumi, son una parte esencial en la vida de los yakuza, ya que estos marcan su rango. De igual manera las mujeres yakuza se realizan estos tatuajes, sin embargo ellas no pueden mostrarlos, solo sus maridos tienen este derecho.
Aun así tenemos el privilegio de contar con el trabajo de Chloé Jafé quien nos regaló cons sus fotos una mirada a los tatuajes de estas mujeres, que solo se podrían catalogar como arte.
Los tatuajes en Japón están tan asociados a la mafia que al realizarse este procedimiento ya no hay vuelta atrás, así como no la hay cuando estas mujeres deciden unir sus vidas a las de estos hombres. Pero como bien comenta Jafé las mujeres yakuza no se arrepienten de su decisión porque están profundamente enamoradas del hombre con el que han decidido estar.
La vida de las mujeres que deciden estar en esta organización sin duda alguna no es fácil, sin embargo son firmes en su decisión de seguir este camino como mujeres decididas, fuertes y valientes.
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