El muñeco daruma es uno de los amuletos japoneses más populares, ya que según las creencias nos motiva y da fuerzas para trabajar duro en nuestros objetivos.

Por Alejandra Jacobo

Si has visitado Japón o eres fanático de la cultura japonesa seguro has visto en series, manga o animes este peculiar amuleto rojo. Es también muy común encontrarlo en templos y tiendas. 

El daruma (達磨)  o muñeco daruma es un amuleto asociado a los retos y la perseverancia. Se dice que el daruma te dará fuerza y motivación para no rendirte y trabajar arduamente en tus propósitos.  

Simbología del daruma

La figura de un daruma está hecha de papel maché o madera. Tiene una forma redonda y hueca, la cual no le permite caerse nunca, por más que lo movamos. Esta característica simboliza la tenacidad para siempre levantarse a pesar de las adversidades. 

Otra peculiaridad de este muñeco es su vello facial, ya que sus cejas tienen forma de grulla. Además tienen pelo en las mejillas que se asemeja al caparazón de una tortuga. En la tradición japonesa estos animales son símbolo de longevidad, la cual se ve reflejada en la persistencia para  alcanzar nuestra meta.

Aunque, lo más característico del daruma es la ausencia de ojos, éste solo tiene dos círculos en blanco. Al establecer una meta, se debe pintar primero su ojo derecho y sólo hasta que se haya alcanzado nuestro propósito se debe pintar el ojo izquierdo. Así le devolverás la vista en forma de agradecimiento por el apoyo. 

 El muñeco daruma siempre se debe colocar en un lugar visible para que sea un constante recordatorio del esfuerzo, voluntad y empeño que  se requiere para cumplir el objetivo pactado con el amuleto. Aunque este te ayudará motivandote, el éxito sólo se deberá a tu determinación y voluntad. 

 Aunque el color tradicional del daruma es el rojo que se asocia con la suerte y buena fortuna, actualmente, hay diversos colores que se relacionan a muchas cosas. Por ejemplo el violeta con la longevidad, el  amarillo con la seguridad y la protección, el blanco con el amor y la armonía, el negro con la seguridad, y el verde con la salud. 

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Normalmente, los darumas tienen impreso un kanji (sinograma japonés) representativo de motivación, fortuna, salud o perseverancia. Asimismo, se cree que cuanto más grande es el daruma, más fuerza y recompensa pondrá para favorecer la meta.

La leyenda de los darumas

La apariencia de los muñecos daruma se basa en la leyenda del monje Bodhidharma, fundador del budismo Zen, el cual meditó durante 9 años en una cueva, completamente solo e inmóvil.  

Se cuenta que para poder concentrarse y alcanzar la iluminación el monje budista decidió arrancarse los párpados. Y, posteriormente de tanto tiempo sin moverse, se le cayeron las extremidades.  

 Por eso se dice que la apariencia del daruma se asemeja a la del monje, pues, el talismán no tienen ninguna extremidad y no cuenta con ojos. También se dice que su peculiar color rojo se debe al color de la túnica de Bodhidharma.

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Por otra parte, la historia del daruma en Japón se remonta al periodo Meiwa (1764-1772), cuando los granjeros de la ciudad de Takasaki crearon la primera versión de estos muñecos. Estos amuletos era bendecidos por los monjes para atraer la prosperidad y ayudar con las cosechas. 

Asimismo, en el pasado se creía que un dios residía en el muñeco. Así, todo aquel que jurará devolverle a Daruma sus ojos, tendría a cambio el beneficio de tener siempre éxito en sus metas.

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Después de un año se debe ir a un templo y quemar al muñeco daruma, esto como expresión de gratitud ante la ayuda prestada. No importa si al final no se tuvo éxito en el propósito que se tenía, ya que este ritual puede representar la renovación del compromiso con un nuevo muñeco daruma o, sí se tuvo éxito, pactar una nueva promesa. 

Ahora que ya conoces la historia de estos muñecos que sirven como amuleto para lograr tus metas ¿te gustaría tener uno?