El movimiento feminista no es solo una cuestión de la cultura occidental, el feminismo en China está vivo y evoluciona.
Por Angelina Villanueva Saucedo
Se suele pensar que el feminismo es una cuestión occidental. Que las naciones asiáticas están exentas de esta clase de movimientos culturales, porque el movimiento feminista, es un movimiento cultural.
Muchos pensaríamos que es solo un movimiento político que nada tiene que ver con la cultura, pero la verdad, es al revés. Esto es un movimiento cultural tan importante, que le sirve a lo político para entablar un diálogo con una parte primordial de la sociedad. Al mismo tiempo alimenta a lo social para el cambio y la transformación de ésta para su mejoramiento.
¿Por qué el feminismo es un movimiento cultural? Porque se trata de desafiar y cambiar la mentalidad, las ideas, las tradiciones, las costumbres y la estructura social de un pueblo. ¿Cuál es ese cambio que se busca? Es principalmente el cómo se ve, se trata y en sí, el concepto de lo que es ser mujer.
Volviendo al hecho de que muchas veces se cree que no existe este tipo de movimientos en los países asiáticos y principalmente en China, debido a su régimen comunista, que nos invita a pensar a los occidentales que no es así.
En realidad, China tiene una historia con el feminismo. Solo que, al ser tan diferentes las culturas occidentales y orientales, no lo percibimos del mismo modo. ¡En China se vive, se habla y se piensa diferente!
Ellas quieren tener los mismos derechos y oportunidades, pero no quieren ser hombres. Ellas persiguen la libertad, la separación del capitalismo, como un medio de explotación de género y sujeción, la desaparición del patriarcado. Persiguen y pelean por la libertad e igualdad económica, sexual y de pensamiento ¿te suena conocido? Pues sí, tan diferentes, pero tan parecidas.
Con respecto a la diferencia con el movimiento occidental, mencionaremos solo un punto, el capitalismo que conduce a una sujeción de los sistemas económico y social, basado en la propiedad privada de los medios de producción, en donde el hombre sigue siendo el que los modela y conduce.
Los origenes del feminismo en China
Se dice que el movimiento femenino actual en China tiene sus bases en la Revolución de Xinhai de 1911 y el Movimiento de la Plaza de Tian’anmen de 1919, donde mujeres como He Xiangning (1878-1972) y Tang Qunying (1871-1937) tuvieron una gran presencia.
Pero antes hubo mujeres que de una forma u otra ya habían empezado con esto, modificando sus roles dentro de una sociedad patriarcal, Yu Xuanji (844-869), Qin Jin (1875-1907) y He Zhen (1884-1920) son solo algunos nombres.
El movimiento femenino ha tenido avances institucionales y legales (en comparación con otras naciones) a partir de la instauración de la República. Uno de estos fue la creación del Organismo Gubernamental denominado All China’s Women Federation (ACWF), el más grande en el gigante asiático. Además, con la llegada de la cuarta ola “feminista”, las mujeres chinas han avanzado más, aprovechando que el país es líder en tecnología y hacen de las redes sociales sus herramientas, las utilizan para difundir sus ideas y/o para convocar movimientos masivos.
Como por ejemplo el movimiento Mee Too que surgió en octubre del 2017 para denunciar agresiones y acoso sexual. Dicho movimiento tuvo un gran impacto en China y otros países de Asia, como Corea del Sur.
Mujeres como Chen Ra, Zheng Churan, Li Tiangting y Cai Yiping son algunas de las figuras que en la actualidad encabezan este cambio cultural.
China y su cultura siempre han estado en constante evolución. Pasaron de estar aislados, invadidos, pobres, sobre poblados y vilipendiados por otras naciones a ser un gigante mundial; la segunda economía más fuerte del mundo y la que le ha dicho no a la primera potencia.
En todo este cambio, siempre han estado presentes las mujeres, con su fuerza, inteligencia, dedicación, trabajo y compromiso. Ellas están conscientes de que aún falta un gran trecho para logar la igualdad, pero en eso están.