Un arte nipón íntimamente relacionado con la naturaleza, conoce el Ikebana o el arte de los arreglos florales en Japón. Una tradición zen que va más allá de conseguir una composición de gran belleza con el uso de flores.
Ikebana es un término japonés que significa literalmente flor viviente y se usa para referirse al arte del arreglo floral. También se le conoce como kadō o el camino de las flores.
Aunque por su definición pudiera parecer un concepto totalmente claro, el Ikebana tiene un significado más profundo que solo crear un diseño con flores.
https://www.instagram.com/p/CCRJ930AxQi/
Más allá de lograr un ramo o arreglo hermoso, el Ikebana o kadō se aplica durante el proceso creativo. Pues se considera que el momento de la composición floral es una oportunidad de introspección. Esto porque propicia la investigación y expresión de uno mismo en el trabajo que se realiza.
También la práctica de este arte propicia un momento de meditación y reflexión sobre la naturaleza y el paso del tiempo. Pues la naturaleza efímera de estas obras es como una metáfora de la vida.
Aunque es posible crear libremente los arreglos florales, el Ikebana sigue un estilo que es lo que lo define de otros. La simpleza es su principal característica, la composición suele ser lineal e incluye los elementos de la naturaleza pero sin caer en los excesos.
A pesar de su esencia simple, tampoco es demasiado restrictivo. Además de los componentes básicos como hojas, ramas y flores, también se pueden añadir cereales, frutas, y otros elementos naturales o artificiales.
Los orígenes del Ikebana
El origen de este arte en Japón se remonta a la introducción del budismo de China a este país. Pues las flores eran parte importante en los altares para adornar y hacer ofrendas a Buda. Por este motivo el ikebana, en sus orígenes, estaba estrictamente ligado a lo religioso.
Es hasta el siglo XV cuando surgen las primeras normas que comienzan a regir la composición de los arreglos florales. Mismas que posteriormente definirán el estilo particular de este arte floral nipón.
También es en este mismo siglo que surge la Escuela Ikenobo, la primera en enseñar el arte del ikebana. Dicha escuela fue fundada por el monje budista Ikenobō Senno y actualmente sigue enseñando este arte.
Este arte en sus inicios lo practicaban exclusivamente los hombres, principalmente los sacerdotes, guerreros y nobles. Fue hasta el siglo XIX que que se le permitió a las mujeres incursionar en el Ikebana.
Aunque en la actualidad la presencia de las mujeres en el diseño floral es notable, en las escuelas principales los profesores superiores son únicamente hombres. Asimismo el conocimiento del Ikebana se ha esparcido por el mundo y existen muchas academias que enseñan este arte.
***
Sin duda alguna, el Ikebana o kadō es un arte sumamente profundo que permite al hombre conectarse con la naturaleza y conocerse a través de esta. Además lo invita a la reflexión sobre el ciclo de la vida, así como del paso de tiempo.
Y a ti ¿Te gustaría aprender y practicar el Ikebana?