¿Dejar todo atrás y volver a empezar? En Japón hay empresas que ayudan a las personas a desaparecer y dejar su vida atrás, ya sea por deudas financieras o problemas sociales. Aquí te contamos más.
Por: Alondra Sánchez Mtz
En todo el mundo hay personas que optan por desaparecer de sus propias vidas sin dejar rastro alguno, dejando el trabajo, la escuela, el hogar y la familia, solo un día salen de casa en medio de la noche sin siquiera mirar atrás para empezar de nuevo.
En Japón a estas personas se les conoce como jouhatsu (蒸発), que traducido al español literalmente significa evaporación y en contexto se refiere a la decisión y acción de las personas de desaparecer por voluntad propia, básicamente deciden dejar la vida que llevan para comenzar de cero, desligandose de todo y todos.
Los motivos son diversos como poder entrar a la universidad, conseguir un nuevo trabajo o matrimonio; por otro lado existen otros motivos como la pérdida del empleo, violencia doméstica, escapar de un acosador y quizá la principal razón se refiere a la imposibilidad de enfrentar un divorcio, ya que conlleva largos procedimientos legales, además de que es un proceso costoso.
Entonces, en una cultura donde el fracaso no está permitido, es más fácil desaparecer y convertirse en un jouhatsu que enfrentar las diversas situaciones, ya sea por vergüenza, decepción personal o el qué dirán.
Las yonige-ya
Aunque esta práctica también se da en los Estados Unidos, Alemania o el Reino Unido, en Japón se convirtió en el trabajo de algunos. A las compañías que se dedican a esto se les llama yonige-ya que significa tiendas de vuelo nocturno y ayudan a sus clientes a desaparecer discretamente.
A la asistencia que brindan estas empresas se les conoce como servicios de mudanzas nocturnas, ya que el escape de una persona, en muchas ocasiones, se realiza durante la noche, al igual que el proceso mediante el cual se borran sus datos y la convierten en jouhatsu.
En una entrevista para TIME, Miho Saita, director ejecutivo de Yonigeya TS Corporation, empresa que ayuda a los jouhatsu, comentó que vale entre $480 y $2,890 dólares la desaparición de un cliente. Esto dependiendo de la cantidad de objetos con los que quiera huir, qué tan lejos vayan y si la mudanza debe realizarse de noche.
También, llevar a los hijos o evadir a los cobradores de deudas puede hacer subir los precios. Enfatizan que no ayudan a personas involucradas o que huyen de actividades ilegales. TS Corporation recibe entre cinco y diez consultas al día, la mayoría simplemente es asesoramiento legal, así la empresa afirma ayudar entre 100 y 150 personas a desaparecer anualmente.
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Para ayudar a los clientes a desaparecer, las 22 sucursales de TS Corporation pueden contratar falsos contratos de teléfonos celulares o redirigir el correo a apartamentos de segunda mano.
En casos de vigilancia, la empresa puede destruir automóviles y casas en busca de dispositivos de rastreo. Aunque TS Corporation es una de las más grandes compañías, hay muchas otras empresas que trabajan en este sector y con diferentes precios.
El otro lado de la moneda
Así como hay empresas dedicadas a la desaparición, también hay las dedicadas a encontrarlas. La policía japonesa contaba con 5.667 agencias de detectives registradas en el país en 2015. Con cerca de 100 detectives en sus registros, Hara es una de las más grandes de Tokio.
Una parte de los casos de Hara hace referencia a personas que han desaparecido entre diez días y un mes. La mayoría de las personas que desaparecen lo hacen después de una ruptura en las relaciones sociales, por haber renunciado a empresas o deudas de juego. Alrededor del 10 % de sus casos acaban porque la persona decidió terminar con su vida.
Antecedentes
El sociólogo Hiroki Nakamori ha estado investigando el fenómeno del jouhatsu por más de una década. Él dice que el término comenzó a usarse para describir a las personas que decidieron desaparecer en los años 60.
Esto debido a que las tasas de divorcio eran y siguen siendo muy bajas en Japón, por lo que algunas personas decidieron que era más fácil levantarse y dejar a sus cónyuges en lugar de pasar por procedimientos de divorcio elaborados y formales.
La mayoría de las personas que más consumen este servicio son mujeres. Ellas buscan alejarse de relaciones de pareja tóxicas.
La evaporación es más fácil en Japón, ya que la privacidad está fuertemente protegida, los desaparecidos pueden retirar dinero de los cajeros automáticos sin ningún inconveniente, los familiares no pueden tener acceso a videos de seguridad que podrían haberlos capturado y la policía no intervendrá a menos que haya otras razones, como un crimen o un accidente.
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En muchas ocasiones estas compañías de mudanzas están dirigidas por un jouhatsu. Es por eso tienen todo tipo de clientes y no juzgan, consideran que todo caso es suficientemente serio y cada quien libra sus propias batallas como puede. Aunque hayan desaparecido, los sentimientos de tristeza y arrepentimiento los acompañan, ya que han dejado esposas, hijos o a sus padres.
A los que deseen encontrar a sus jouhatsu, lo único que les queda por hacer es contratar un detective privado o simplemente esperar a que estos decidan regresar, aunque esto tome días, meses, años o incluso nunca suceda.