Las flores de fuego: orígenes de los fuegos artificiales

July 9, 2020
1666
Compartir

Las flores de fuego como se le conoce en chino mandarín,  Huāhuǒ (花火), son los fuegos artificiales que conocemos en occidente. Su nombre deriva de la forma que tienen al estallar y crear la apariencia de flores de colores. 

Su origen se remonta a la China del siglo X, con un humilde cocinero que experimentaba con bambú. Tras arrojar a las llamas un trozo de bambú este estalló en pedazos.

Por este motivo consideró que sería el elemento perfecto para ahuyentar a  los malos espíritus. Sin embargo, los alquimistas chinos ya trabajaban con ciertos químicos para crear una reacción similar .

El salitre (nitrato de potasio, un tipo de conservador de alimento), carbón, sulfuro y otros ingredientes, fueron los componentes que se eligieron para crear una versión inicial de la pólvora. Pero esto solo lograba causar una explosión y un gran destello de luz blanca.

Posteriormente, y gracias al navegante  Marco Polo, esta mezcla de químicos viajó por toda la ruta de la seda hasta llegar a Europa. Fue ahí donde se combinó con otros metales para crear esa combinación de luces y colores. Después,  en la italia de 1800,  los colores se añadieron a los fuegos artificiales así como también su uso para importantes eventos se extiende a lo largo del mundo. 



Las creencias chinas

 

En China, con la llegada de cada nuevo año, es tradición usar estos ruidosos y brillantes petardos para espantar a los malos espíritus. Pero sobre todo para alejar al temible monstruo llamado Guo Nian (过年).



En la antigüedad, había un monstruo llamado Nian (年), o Nianshou (年 兽) con una gran cabeza y cuernos afilados. Se dice que habitaba en el fondo del mar durante todo el año y que sólo se presentaba a la víspera del Año Nuevo para comer gente y el ganado en los pueblos cercanos.

Por lo tanto, en el día de la víspera del Año Nuevo, la gente huía a las montañas para evitar ser comidos por el monstruo. La gente vivía con el temor de ese monstruo hasta que un día un anciano de cabello blanco y tez rubicunda visitó el pueblo.

Se negó a esconderse en las montañas junto con los aldeanos, y asustó al monstruo con éxito gracias a la ayuda de unos papeles de color rojo que pegó en las puertas. También quemó bambú para hacer un gran y fuerte estruendo (precursor de petardos). 

Los fuegos artificiales no solo se usan en la celebración del año. También en la apertura de un nuevo negocio o en la mudanza a una nueva casa es tradición quemar varias tiras de petardos para hacer el mayor ruido posible. De esta forma se busca ahuyentar a todos los malos espíritus que habitaban antiguamente el lugar.  

Actualmente el uso de los grandes fuegos pirotécnicos ha quedado en desuso en China por la gran contaminación que provocan. Estos se sustituyeron por métodos luminosos más eco-amigables.  Sin embargo, los fuegos artificiales siempre serán una tradición viva en la China popular.