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Yi So-yeon, astronauta y científica, no solo ostenta el título de la primera mujer de Corea del Sur en ir al espacio, ¡fue la primera persona surcoreana en hacerlo! Conozcamos su historia.
Por Brenda Velázquez
En artículos anteriores, se ha expuesto que en Corea del Sur, el papel que ha tenido la mujer en generaciones debido a las tradiciones confucianas. Es considerada la figura principal para llevar las riendas de la familia, así como las tareas del hogar. El que una mujer sobresalga más allá de ese destino, es una tarea titánica.
No así para Yi So-yeon, quien tuvo la fortuna de tener unos padres que, al ver su gran interés por la ciencia, la apoyaron para cumplir sus sueños. El 8 de abril del año 2008, despegó para alcanzar las estrellas y convertirse en la primera persona surcoreana en ir al espacio.
Así comenzó la historia
Gwangju, una de las ciudades más grandes de Corea del Sur, vio nacer a Yi So-yeon en 1987 y fue testigo de su amor por la ciencia desde temprana edad. Un amor que trascendió al espacio, sembrando la semilla de que las mujeres pueden conquistar nuevos horizontes.
Yi estudió su educación media superior en el Gwangju Science High School. Después obtuvo su licenciatura y maestría como ingeniera mecánica en el Korea Advanced Institute of Science and Technology (KAIST), ubicado en Daejeon.
2018, Yonhap News.
Mientras estaba preparando su trabajo de investigación para titularse del doctorado en Sistemas Biotecnológicos, fue seleccionada finalista para visitar la International Space Station (ISS). Por lo que tuvo que dejarlo todo para poder comenzar su entrenamiento.
Esta misión fue organizada por la Agencia Espacial Federal Rusa, que en 2006 concretó una alianza con Corea del Sur para poder participar en conjunto para llevar a cabo varias misiones al espacio. Esto le dio a Yi, un par de años después, la oportunidad de ser elegida para viajar al espacio. Para ello tomó un curso de capacitación en el Gagarin Research & Test Cosmonaut Training Center.
Una vida dedicada a la ciencia
Con 30 años de edad, Yi partió desde Kazajstán en el histórico Cosmódromo de Baikonur, la primera base en realizar misiones al espacio, a bordo del Soyuz TMA-12. Fue en compañía de dos rusos, Sergey Volkov y Oleg Kononenko, para llevar a cabo una estancia de nueve días a fin de realizar diversos experimentos.
Entre estas pruebas se encontraban el monitoreo de los efectos de la gravedad en el cuerpo humano, el crecimiento de plantas y el comportamiento de moscas de la fruta bajo estas condiciones. El aporte total a la ciencia en esta misión especial fueron los resultados de casi veinte experimentos.
2008, Newsis.
El regreso de la nave fue realmente complicado, pues tuvo que hacer un aterrizaje forzoso, lo que provocó en Yi algunos problemas en su espalda. Sin embargo, nada que impidiera seguir con los éxitos. Fue reconocida en diversos centros de investigación y medios de comunicación, logrando incluso incursionar en un programa especial en la National Aeronautics and Space Administration (NASA).
En el 2011, se le consideró como uno de los 15 científicos asiáticos más importantes en la Asian Scientist Magazine, además de que su rostro y aportaciones a la ciencia fueron dados a conocer alrededor del mundo. Esto le abrió las puertas a varios proyectos y por años se dedicó a la investigación en el Korea Aerospace Research Institute (KARI). Hasta que decidió migrar a Estados Unidos y dedicarse a la docencia.
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La contribución de Yi So-yeon fue un hito que no se olvidará. Se convirtió en inspiración para las mujeres de su país, que día a día luchan por hacerse un lugar en un competido y patriarcal sistema.
En varias entrevistas, Yi dio a conocer el difícil trayecto para alcanzar el éxito en un país donde los hombres son quienes dominan grandes cargos. Sin embargo, esta arrojada científica pasó a la historia abriendo brechas que promuevan mejores políticas en distintos ámbitos en los que la mujer ha sido relegada.
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Foto de portada: SBS.