El pasado domingo concluyó en Corea del Sur el mundial Sub 20 de futbol, organizado por la FIFA, en el cual se enfrentaron 24 selecciones de todo el mundo. La final se disputó entre la selección de Inglaterra, que por primera vez llegaba a la final de este torneo en el cual nunca había podido destacar, y el sorpresivo equipo de Venezuela, que por primera vez pudo destacar en una competencia organizada por la FIFA, ya que nunca han podido calificar a un Mundial Mayor; por lo que ambas escuadras llegaban muy motivadas a este encuentro.
El estadio mundialista de Sowon se engalanó para recibir esta batalla futbolística. Sin embargo, a pesar de la excelente organización de los coreanos, el estadio no presentó un lleno absoluto, aunque la entrada fue de las más aceptables del torneo. Tanto venezolanos como británicos derrotaron a la selección mexicana en este torneo, la cual quedó eliminada en cuartos de final demostrando muchas dudas e imprecisiones en la cancha.
El partido estuvo muy peleado en los primeros minutos, ambos equipos se veían temerosos y no mostraban muchas intenciones de atacar. Los sudamericanos tuvieron la primera gran oportunidad en el minuto 24 cuando Ronaldo Lucena estrelló el balón en el poste al cobrar una falta. Pocos minutos pasaron antes de que los isleños se adelantaran en el marcador cuando Dominic Calvert-Lewin aprovechó una distracción defensiva para marca el gol que, a la postre, daría el primer título mundial de futbol de cualquier categoría para Inglaterra, después de ganar el mundial del cual fueron sede en 1966.
La pequeña vino tinto siguió enfrentando al equipo de los tres leones pero no pudieron marcar en ninguna de las pocas oportunidades que crearon. Mientras que los bretones defendieron su ventaja cómodamente y sin buscar ampliarla, por lo que el segundo tiempo se tornó aburrido hasta que en el minuto 73 Venezuela tuvo un penal a su favor, el cual fue fallado por Adalberto Peñaranda, hecho que derroto anímicamente a los bolivarianos.
Al sonar el silbatazo final, la euforia se hizo presente del lado europeo, mientras que los venezolanos vieron como el sueño que estuvieron tan cerca de lograr se desvanecía.Sin embargo, el pueblo venezolano estaba muy satisfecho con el papel que desempeñaron sus muchachos en este torneo, ya que por algunos días el pueblo de Venezuela pudo distraerse de sus problemas e ilusionarse con su selección.
La afición coreana ovacionó por igual a los campeones como a los subcampeones o a los italianos que se adjudicaron el tercer lugar al derrotar en penales a los uruguayos. La siguiente cita mundialista de esta categoría será en el 2019, en una sede que aún está por confirmar aunque la CONCACAF ha levantado la mano para que alguno de sus países sea el anfitrión