Alondra Sánchez
Para la nadadora mexicana, Melissa Rodríguez, Tokio 2020 significó cumplir un gran sueño, luego de años de trabajo y sacrificio. En entrevista con K-magazine, Rodríguez nos habló de su desempeño en los Juegos Olímpicos, las medidas sanitarias en Japón y sus metas a futuro.
Durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, México nos presentó a nuevos deportistas, quienes con esfuerzo y trabajo se ganaron un lugar en la justa veraniega. Entre ellos se encuentra la nadadora chihuahuense y seleccionada olímpica Melissa Rodríguez, quien a lo largo de su carrera deportiva ha participado en Olimpiadas y Juegos Nacionales que le permitieron sumar sus primeras medallas.
Rodríguez asistió a los Juegos Mundiales Universitarios, así como a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde en 2010 ganó bronce en los 100 metros y plata, en los 200 estilo pecho. En 2014, se llevó oro en 50 y 200 metros pecho, además de romper un récord Centroamericano y del Caribe, tras registrar un tiempo de 1:07.99 en los 100 metros pecho. En 2018 se colgó la medalla de plata en la misma prueba.
Asimismo, en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 obtuvo el cuarto lugar en las pruebas de 100 y 200 metros estilo pecho, su especialidad. Por si esto fuera poco, es la capitana de la selección mexicana de natación y es la primera pechista nacional en competir en unas Olimpiadas.
En entrevista con K-magazine, Melissa Rodríguez nos contó cómo fue participar en sus primeros Juegos Olímpicos después de casi una década de trabajo, las medidas sanitarias en Tokio 2020, así como sus planes para el futuro.
El inicio de un sueño
Foto: Cortesía de Melissa Rodríguez
Toda meta empieza con algo pequeño, por ejemplo, como un sueño que tuvimos en la infancia o una experiencia que poco a poco se convirtió en nuestra pasión. Melissa Rodríguez forma parte del segundo grupo. Empezó desde muy pequeña en la natación, sin ningún objetivo en particular, pero con el paso del tiempo, esa práctica cotidiana se volvió necesaria y el impulso para desarrollarse como una deportista olímpica.
KM: ¿Cómo iniciaste en el mundo de la natación?
Melissa: Mi mamá nos inscribió a mis hermanos y a mí a cursos de verano de natación como método de supervivencia para que pudiéramos nadar y flotar sin problema. Con el tiempo fui desarrollando más habilidades dentro del agua y buscando nuevos retos que fueron creciendo hasta convertirse en ir a unos Juegos Olímpicos.
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Después de descubrir su sueño, Rodríguez se esforzó hasta ser una atleta de élite. Y como todos, tiene sus propios modelos a seguir. Por ejemplo, la gimnasta estadounidense Simone Biles, quien para Rodríguez “demostró que primero es la salud mental a un oro olímpico.”
La capitana de la selección nacional de natación siempre tiene los pies sobre la tierra, pues al observar al nadador Michael Phelps se dio cuenta que “puedes tenerlo todo y nada a la vez”. Asimismo, para Melissa “la edad es solo un número”, ya que con 40 años, la deportista Dara Torres seguía nadando a en los Juegos Olímpicos.
A nivel nacional, Melissa Rodríguez posee distintos récords en 50, 100 y 200 metros pecho, logros que la clasifican como una de las mejores nadadoras mexicanas. Recientemente, a la edad de 26 años, hizo realidad su sueño olímpico y debutó en Tokio 2020, después de estar muy cerca de participar en Londres 2012 y Río 2016.
KM: Tokio 2020 fueron tus primeros Juegos Olímpicos. ¿Qué significó representar a México en el máximo evento deportivo, después de 10 años de trabajo?
Melissa: Fue muy emotivo cumplir por fin mi sueño de ser olímpica. Ha sido un viaje largo y exhaustivo que ha valido la pena cada minuto de ello.
La pandemia no fue un impedimento pero sí motivo de cambio
Foto: Cortesía de Melissa Rodríguez
La pandemia por COVID-19 puso en jaque al deporte mundial, pues obligó a que atletas, entrenadores y organizadores pausarán entrenamientos y pruebas. Fue un duro golpe al mundo deportivo, que se preparaba para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020.
Fue así que la crisis sanitaria provocó que varios atletas pusieran en duda su participación en el máximo evento deportivo, mientras que otros lo tomaron como el último recurso para amarrar una plaza olímpica en algunas de las competencias, que se habían reagendado con anterioridad.
KM: El año pasado, muchos centros acuáticos y de entrenamiento cerraron a causa del COVID-19. ¿Cómo influyó en tu preparación rumbo a los Juegos Olímpicos?
Melissa: Se tuvo que hacer bastantes cambios, ser más creativos en la forma de entrenar y buscar nuevas maneras para seguir manteniendo la condición física. El punto era hacer todo lo posible para no romper con el ritmo y cuando se pudiera volver, que fuera una transición rápida.
KM: ¿Cuáles fueron los mayores retos que enfrentaste durante tu participación en Tokio 2020?
Melissa: Como todo deportista en estos Juegos, fue la pandemia. Fueron bastantes momentos de total incertidumbre y confusión por no saber hacia dónde ir o cómo recapitular todo tu entrenamiento para darle una pausa y volver a empezar, porque los Juegos Olímpicos se habían pospuesto un año.
Además, a México le falta mucha organización e interés de parte de los dirigentes deportivos para dar la ayuda necesaria a sus deportistas y que puedan dedicarse solo a entrenar.
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Aunque Tokio 2020 no estuvo libre de contagios, lo cierto es que nos sorprendió con un despliegue tecnológico y medidas sanitarias a las que se tuvieron que someter los atletas y que se volvieron parte del día a día. La nadadora mexicana nos contó sobre su experiencia con los protocolos japoneses para combatir al COVID-19 en los Juegos Olímpicos.
KM: Por la pandemia de COVID-19, los atletas tuvieron que someterse a pruebas y otros requisitos. ¿Cómo fueron las medidas sanitarias que debían seguir los deportistas durante su estancia en Japón?
Melissa: Para poder asistir a la justa veraniega necesitabas 3 PCR negativos (una prueba para detectar COVID-19) antes de tomar el avión. Tenía que ser de 96, 72 y 48 horas antes del vuelo. Asimismo, tenías que descargar una aplicación donde proporcionabas toda tu información personal y médica, así como registrar tu número de gafete, que iba a estar ligado al código de barras de los tubos de recolección de saliva que te iban a dar más adelante.
Al llegar al aeropuerto de Japón, necesitabas otro PCR para poder salir de él. Una vez confirmado tu PCR negativo, te transportaban a la villa olímpica en camiones exclusivos para los participantes de los juegos. En la villa, te proporcionaban tubos de muestra para tu recolecta de saliva diaria, que tenías que entregar a las oficinas médicas de tu delegación.
En el comedor era obligatorio usar gel sanitizante antes de entrar, ponerse guantes de plástico para recoger tu charola y la comida, y solo podías quitarte el cubrebocas para comer. Las mesas tenían un plástico transparente para dividir a las personas mientras comían.
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Tokio 2020 fueron unos Juegos Olímpicos atípicos, ya que los atletas debían permanecer en la villa olímpica, así como en los centros de entrenamiento y competencia. Además de los estrictos protocolos sanitarios, Japón atrajo las miradas internacionales por su hospitalidad conocida como “omotenashi”, así como por toda su cultura y tradición, que logramos descubrir durante la justa veraniega.
KM: A pesar de que no pudiste salir más allá de los lugares destinados para Tokio 2020, ¿qué imagen te llevas de Japón y su cultura?
Melissa: Yo ya había tenido la oportunidad de visitar Japón antes de que empezara la pandemia, por lo que pude conocer Tokio y su cultura más a fondo antes de los Juegos Olímpicos. Es una cultura increíble, ordenada, estable, pintoresca y alegre.
Pensamientos para el futuro
Foto: Cortesía de Melissa Rodríguez
La nadadora mexicana compitió en las pruebas de 100 y 200 metros pecho en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En la primera, obtuvo el lugar 30 de la clasificación general, mientras que en la segunda, finalizó en la posición 24. Fue así que Rodríguez dejó Tokio 2020 con un destacado debut olímpico y un gran paso para México en natación. La capitana de la selección nacional nos confesó cómo se siente con su desempeño y lo que aprendió de su primera experiencia olímpica, pues ahora busca llegar aún más lejos.
KM: ¿Cómo te sientes con los resultados obtenidos en Tokio 2020?
Melissa: Estoy feliz con los resultados, di lo mejor de mí y no sobró nada, entonces puedo estar tranquila. Me llevo muchísimas enseñanzas para aplicar en mis futuras competencias y, preparar mi cuerpo y mi mente de mejor manera para dar un mejor papel en París 2024.
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Tokio 2020 le dejó muchos aprendizajes a Rodríguez que la motivarán para París 2024. “Seguir desarrollándome como deportista y persona, buscar romper mis marcas y subir más a nivel mundial” son sus metas a futuro para continuar como un atleta de élite mundial.
Rodríguez está dispuesta a “ayudar a que México vuelva a ser una potencia mundial en natación”. Cabe destacar que esta disciplina solo ha dado 2 de las 73 medallas olímpicas totales que tiene el país a lo largo de su participación en unos Juegos Olímpicos. Las únicas preseas se obtuvieron hace poco más de 50 años, pues se ganaron en México 68. Fueron oro con Felipe “Tibio” Muñoz y bronce para María Teresa Ramírez.
La nadadora olímpica seguirá trabajando para poner en alto el nombre de México en esta disciplina. Sin embargo, como capitana de la selección nacional sabe que se trata de un trabajo en equipo y, por eso, hace un llamado especial a las futuras generaciones de la natación en México.
La vida no es fácil, es injusta y confusa, pero los sueños son aquello por lo que vale la pena levantarse en la mañana y vivir la vida al máximo. El recorrido y lo aprendido es la verdadera meta, ya sea que hayas cumplido tu objetivo o no.
Perseverancia, disciplina y pasión es una fórmula muy poderosa en cualquier ámbito en el que quieras desarrollarte. Acostúmbrate a estar cómodo en una situación incómoda, y así sabrás que estás creciendo como persona y como deportista/profesionista/docente/etc.
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Melissa Rodríguez nos demostró que el trabajo diario, el nunca rendirse y amar lo que haces te llevan tan lejos en la vida, como cumplir los sueños que incluso creías perdidos.
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