Por: Yeny Elizabeth Oxte Cen

En los últimos sesenta años, Corea del Sur ha dado un giro trascendental en su desarrollo político y económico, pues pasó de ser una sociedad agraria a convertirse en una industrial. Su economía es una de las más pujantes del sistema capitalista. El dinamismo que ha caracterizado a este proceso ha sido considerado único en la historia mundial.

De esta manera, es uno de los países que reflejan ser parte del proceso del sistema de globalización como resultado la interacción entre una política industrial y una vinculación estrecha entre el Estado y el sector privado. En consecuencia, la construcción de este modelo de desarrollo económico se basó sobre dos grandes pilares: El Estado y los Chebols (conglomerados industriales privados).

A pesar de ser dos de los principales pilares de Corea del Sur, el control  para obtener financiamiento de los recursos externos y de inversión extrajera los maneja el Estado, con ello puede tener un papel decisivo al dirigir y controlar el proceso y marcar las pautas de la política de industrialización asignando de manera selectiva las fuentes de financiamiento. De esta manera, se favoreció la formación de capitales nacionales y el fortalecimiento de los grandes conglomerados.  Lo anterior logro convertirse en un contrapeso al influjo de las compañías trasnacionales o privadas.

Por un lado puede considerarse que la economía de Corea del Sur impulsada por el Estado presenta un grado de dependencia en términos de la conducción de las relaciones comerciales; mientras que por otro, se observa un cierto grado de independencia porque las políticas puestas en marcha lograron mantener el control de la productividad.

En este sentido, el Estado tuvo la capacidad de controlar el ritmo y las metas de la producción así como de los términos de intercambio, pero también la de influir en la población la conciencia de trabajar para cumplir con las metas de la producción.

Dado a la situación que se ha dado a lo largo de estos años, es considerado una de las estrategias que no todo país logra mantener. Corea del sur aun no pierde su rol ante el eje empresarial.