Sukeban: Las increíbles delincuentes femeninas de Japón

September 22, 2022
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Las sukebans representaron una revolución en la forma en que se veía a la mujer japonesa

Las sukeban eran adolescentes que formaron pandillas escolares muy temibles. ¡Comparables a la yakuza japonesa!

Sukeban es el nombre que la policía japonesa le dio en 1960 a grupos de chicas adolescentes que se movían en pandillas y, significa literalmente chica delincuente.

Con una fuerza y una estética comparable a la de grandes bandas de crimen organizado como los yakuza, estas chicas delincuentes lideraron una revolución estética en los años 80 y 90 en Japón.

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Sukeban, la rebelión de las adolescentes japonesas

Yamato Nadeshiko es el término para referirse a la mujer japonesa perfecta, pura y de gran belleza femenina, sobre todo desde el punto de vista masculino, ya que también se usa para mujeres de carácter amable y sumiso, y de acuerdo a un artículo de Japan Times, las mujeres que son nacidas y criadas en Japón tienen un encanto diferente, ya que el encanto de la Yamato Nadeshiko en sí es “vivir para el romance”.

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Esta actitud y características ahogaban a las niñas y mujeres del país nipón en la década de los 60, ya que era lo único que se esperaba de ellas. A raíz de esto, surgió algo impensable para los padres y autoridades en ese tiempo, una rebelión.

El movimiento de las Sukeban comenzó desde la estética, ya que en ese momento se había popularizado en Japón el uniforme marinero: camisas de manga larga con faldas debajo de la rodilla y un pañuelo blanco en el cuello. 

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Las sukebans podían identificarse por las modificaciones a su uniforme: faldas largas, camisas cortas y escrituras de kanji en las telas.

Para contrarrestar lo que se imponía en las escuelas como un uniforme que enseñaba disciplina y adaptación a la sociedad, las Sukeban lo modificaron de manera irónica. En lugar de ser minifaldas, las adolescentes alargaron sus faldas hasta los tobillos. 

Estas chicas no querían ser vistas como algo deseable, ya que el alargamiento del uniforme también era una señal de protesta con un mensaje claro: 

Las colegialas no existen para el consumo o placer masculino, y no deberían ser un fetiche.

De estudiantes a delincuentes: las sukeban forman pandillas

En las faldas largas de las Sukeban escondían todo tipo de armas: navajas, cuchillos, cadenas y otras armas con púas que pudieran usar. 

Además se subían la camisa de estilo marinero para mostrar el abdomen. 

Durante los siguientes años, las sukeban mostraron comportamientos dignos de cuidado como:

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Grupo de sukebans mostrando su distintivo uniforme

*violencia callejera (peleas con otras bandas)

*agresión



*uso de estupefacientes 

*acoso escolar

Porque también el honor era importante. Si alguna miembro fraternizaba con alguna chica de otra pandilla o le quitaba el novio a otra integrante, serían severamente castigadas.

Lo que comenzó en una protesta a través de la apariencia contra los estándares sociales, se convirtió en un movimiento juvenil y más tarde de delincuentes, que aseguraba que la feminidad y la fuerza no son excluyentes.

A través del surgimiento de las sukebans también llegaron las bozosoku: novias de motociclistas que se habían cansado de estar en la parte trasera de las motocilcetas de sus novios y formaron sus propias bandas de motos.

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De las calles al cine: las sukebans como símbolo de rebeldía

Claro, después de la increíble popularidad de estas bandas que otorgaban un sentido de pertenencia a las jóvenes, surgieron sus representantes en el cine que originó también un género que distorsionó todo lo que buscaban representar 10 años desupés, en 1970: el Pinky Violence.

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Reiko Ike fue la protagonista de grandes películas de violencia y erotismo como “Sex and Fury”

Las sukeban buscaban una liberación de la sexualización de las que eran víctimas desde jóvenes. Sobre todo una alternativa a tener que vivir de manera sumisa, y tener un único papel como esposa y madre en la sociedad.

Lamentablemente esta rebeldía también se volvió un fetiche, el mensaje principal era que las mujeres podían ser tan rudas como los hombres, pero los hombres tomaron esa misma estética y la transformaron en películas eróticas llenas de violencia y placer.

Reiko Ike fue la mayor exponente de este género. Su primer largometraje lo filmó a los 16 años y le abrió paso a ser conocida como un ícono de la violencia Pinku. Tuvo otras,  películas exitosas como Girl Boss Guerrilla y Sex and Fury.

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Cuento de una mujer Yakuza es uno de los filmes más conocidos de Ike

¡Pero no todo estaba perdido! De los cientos de filmes hechos sobre las sukebans destaca uno en especial: Sukeban Deka, en el que Saki Asamiya es, una chica delincuente que aterroriza a los mafiosos con su yo yo (sí, lo usaba como arma) y salvaba a los niños con sus habilidades detectivescas.

Esta obra tuvo 3 filmes adaptados, una serie y un par de OVA´s que fueron todo un éxito entre el público japones.

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Las sukeban buscaban una liberación y alternativa a las imposiciones de la sociedad japonesa. Lamentablemente no son tan recordadas o reconocidas como sus contrapartes masculinas, pero aún podemos encontrar rastro de ellas en la TV y cine actual, como Sailor Júpiter, del popular manga Shoujo Sailor Moon, ya que su autora, Naoko Takeuchi, la había dibujado/imaginado en un inicio como una sukeban.

¿Conocías la historia de las sukebans K-lover? ¡Cuéntanos! ¿Las admiras o les temes?