Kim Ji-young, nacida en 1982 es una novela feminista que retrata la discriminación, la violencia y la opresión contra las mujeres. Fue un éxito en ventas en Asia y un referente del movimiento #MeToo en Corea del Sur.
Por: Aura Resendiz
Kim Ji-young, nacida en 1982 (2016) es una novela de la escritora surcoreana Cho Nam-joo. Se publicó en 2016, pero no fue hasta el 2018 que alcanzó la cima de su popularidad. Además, vendió más de un millón de copias y se tradujo a 18 idiomas, incluido el español.
La historia de Kim Ji-young marcó un antes y un después, no sólo en la literatura sino también en la sociedad. Especialmente, esta novela ilustra de forma cruda pero realista, la discriminación y la violencia que sufren miles de mujeres a causa del sistema patriarcal surcoreano.
“Ni siquiera yo sé si me casaré o si tendré hijos. O puede que me muera antes. ¿Por qué tengo que renunciar a lo que quiero ser o hacer por un futuro que no sé si llegará o no?”
Kim Ji-young, nacida en 1982.
Kim Ji-young es una mujer de 33 años con una vida normal. Al igual que otras mujeres, se ve obligada a dejar su empleo para dedicarse al cuidado de su hija y el hogar. Sin embargo, su esposo comienza a notar algunos cambios en Ji-young y en algunas ocasiones parece ser una persona totalmente distinta.
La novela se aventura en un viaje a través del tiempo para retratar la vida de Ji-young, una hija, mujer, esposa y madre que debe enfrentar el sexismo y la discriminación a lo largo de toda su vida.
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Tanto Kim como Ji-young fueron un apellido y un nombre muy común en Corea del Sur durante la década de los 80, por lo que la elección del título no fue una casualidad. Desde la perspectiva de la autora, Kim Ji-young puede representar a cualquier mujer surcoreana.
Además, el año de 1982 marcó a una generación de mujeres que se vieron afectadas por las contradicciones de la sociedad surcoreana. Por ejemplo, por un lado hubo un avance en las oportunidades educativas y laborales paras las mujeres, pero estas mejoras se enfrentaron con la tradición, las prácticas y los valores de la sociedad.
Cho Nam-joo tardó aproximadamente dos meses en terminar su obra. La rapidez de su escritura se debe principalmente a su identificación con la historia. Pues al igual que la protagonista, Cho Nam-joo abandonó su trabajo como guionista de televisión después de dar a luz a su hija. Por cierto, cinco años mayor que la hija de Kim Ji-young.
La autora recibió críticas por sus referencias a artículos periodísticos, estadísticas y entrevistas, así como por la simplicidad de su narrativa. No obstante, los propios “defectos” de la novela fueron los mismos que cautivaron a los lectores.
Por un lado, el uso de fuentes periodísticas, datos y cifras gubernamentales dotaron de un matiz diferente a la novela. Fue un duro choque contra la realidad, pues la historia de Kim Ji-young no es una excepción, es la misma problemática que sufren miles de mujeres.
Por otro lado, la simplicidad de la narrativa convierte a la novela en un diálogo entre la escritora y las lectoras. De esta forma, la lectura se transforma en un medio para compartir experiencias, opiniones y sentimientos. Por lo que no puedes evitar decir: “Eso me ha pasado” o “Yo también me he sentido así”.
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“El mundo había cambiado muchísimo, pero las pequeñas reglas, los pactos y las costumbres seguían sin actualizarse. En conclusión, el mundo no había cambiado tanto.”
Kim Ji-young, nacida en 1982.
Corea del Sur es un país altamente desarrollado y líder global en tecnología. Además, posee una de las economías más grandes del mundo. No obstante, en cuanto igualdad de género se refiere, se mantiene muy por debajo del promedio.
De acuerdo al Foro Económico Mundial, Corea del Sur ocupó la posición 108 de 153 países del Índice de Brecha de Género Global 2020. Este resultado es una muestra de que el desarrollo económico y tecnológico no garantiza el goce de derechos pleno para las mujeres ni la igualdad de género. Pues el desarrollo no afectó la tradición, las prácticas y los valores conservadores de la sociedad surcoreana.
Dentro del sistema patriarcal tradicional, el destino de las mujeres es sólo uno: ser buena hija, esposa y madre. En este sentido, las mujeres no son libres ni dueñas de su propia vida. Pues su plan de vida está repleto de autosacrificios por la familia, el esposo y los hijos.
Estos roles y estereotipos de género son visibles a lo largo de la novela. En la relación jerárquica dentro de su familia, en la presión de la familia política para que Kim Ji-young tuviera un hijo, así como en la obligación de dedicar su vida al cuidado de los hijos y el hogar, lo que implicó el abandono de su empleo y sus sueños.
En este sentido, Kim Ji-young, nacida en 1982 toca problemáticas actuales como la falta de oportunidades laborales así como la brecha salarial, también el acoso y la violencia de género.
Sobre estos últimos se hace mención del problema de las spycams (cámaras ocultas que se utilizan para tomar fotografías y vídeos de mujeres sin su consentimiento) y de la normalización de la violencia. Pues el mundo de Kim Ji-young confunde el acoso con el amor, además señala a las mujeres como las únicas culpables. Todas estas situaciones muy cercanas a la realidad.
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La historia de Kim Ji-young, así como la perspectiva feminista de la autora, convirtieron a Kim Ji-young, nacida en 1982 en un referente imprescindible dentro del movimiento #MeToo en Corea del Sur.
Kim Ji-young,nacida en 1982 es una muestra de lo difícil que es ser mujer en Corea del Sur. El realismo de la historia causó toda una serie de reacciones en la sociedad, especialmente cuando el movimiento #MeToo la adoptó como referente de la lucha feminista. De esta forma, la novela formó parte de la ola feminista que sacudió a Corea del Sur.
La historia de Kim Ji-young se convirtió en un best-seller e incluso se realizó una adaptación cinematográfica a cargo de la directora Kim Do-young. La película fue protagonizada por Jung Yu-mi y Gong Yoo y se estrenó en octubre de 2019.
La sociedad surcoreana se polarizó después del anuncio de la realización de la película. De esta forma, internet se convirtió en un campo de batalla.
Por una parte, Jung Yu-mi, la actriz que interpreta a Kim Ji-young en la película homónima, recibió comentarios de odio en su cuenta personal de Instagram por el simple hecho de interpretar a Kim. Además, la película recibió amenazas de boicot.
Algunas artistas revelaron haber leído la novela, entre ellas Irene, de Red Velvet, y Soo-young, de Girl Generation, ambas sufrieron ataques de odio a través de redes sociales. Particularmente, los fans masculinos de Irene subieron fotos de la cantante y de sus álbumes quemados.
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En contraste, algunos lectores masculinos criticaron la novela por considerarla sexista y prejuiciosa contra los hombres. Pues al igual que el movimiento #MeToo, la novela consideraba a los hombres como los únicos opresores.
Como una forma de combatir al #MeToo, surgió el hashtag #YouToo. A través de este, un grupo de hombres evidenciaron que ellos también son víctimas de discriminación de género, pues son los únicos que deben de cumplir con el servicio militar obligatorio.
Por otra parte, un usuario publicó en un sitio de crowdfunding (un mecanismo para recaudar fondos) un proyecto conocido como Kim Ji-hoon,nacido en 1990. Este proyecto consistía en una novela sobre el sexismo contra los hombres durante la década de 1990.
Este proyecto fue criticado por ser una clara expresión de odio y confrontación contra la novela de Cho Nam-joo. Aquel fue un intento de atacar y satirizar la novela, sin embargo, no prosperó. Asimismo, algunos haters cambiaron el título de la novela por Kim Ji-young (pesando) 82 kilogramos.
Estos ejemplos de crítica y odio en contra de la novela fueron señalados como una muestra de protagonismo y egoísmo de parte de algunos hombres, quienes son indiferentes ante las demandas feministas. Asimismo, la incomodidad que produjo hablar de estos temas sacó a relucir la misoginia de algunas personas.
Sin embargo, las críticas y el odio no frenaron el impacto de Kim Ji-young. Pues se han propuesto iniciativas de ley bajo el nombre de la protagonista. Estas buscan prohibir la discriminación de género y la brecha salarial.
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Kim Ji-young, nacida en 1982 es un fenómeno social, pues logró que una sociedad tan conservadora como la surcoreana debatiera sobre las problemáticas de género. Además, visibilizó la discriminación y la violencia que sufren miles de surcoreanas por el simple hecho de ser mujer.
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