La otra cara de Tokio 2020, no todo es felicidad

Tokio 2020 será recordado como los Juegos Olímpicos que se pospusieron por la pandemia, además, por su alto nivel de desaprobación a nivel nacional y mundial.

Tokio 2020 dio mucho de qué hablar, por sus camas de cartón, sus medallas hechas de materiales reciclados, sus emocionantes actuaciones y su sorprendente tecnología. Sin embargo, hubo cosas que también dieron mucho de qué hablar, pero que permanecieron en el anonimato  con tal de llevar a cabo este magno evento.

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Manifestaciones contra los Juegos Olímpicos

La gran mayoría de la población nipona salió a las calles a manifestar su inconformidad por la realización de la justa veraniega. Y es que los casos de contagio por COVID-19 no han dejado de aumentar, lo que puso en peligro a toda la población.

Dichas manifestaciones se hicieron presente desde principios del 2020 pidiendo la cancelación total de Tokio 2020. Sin embargo, estas fueron ignoradas y, aún con toda la desaprobación local de los japoneses, los Olímpicos se llevaron a cabo un año después. 

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Desalojados en plena pandemia

Como en cada Juegos Olímpicos, el país anfitrión se esfuerza para mostrar su mejor cara ante el mundo y Tokio 2020 no fue la excepción. Algo que llamó la atención de este evento fue la ausencia de personas sin hogar en las calles de Tokio, capital de Japón, calles que lucían impecables y mostraban un Japón en óptimas condiciones.

Sin embargo, a kilómetros del centro de Tokio la realidad era otra, cientos de personas sin hogar que habitaban en carpas y tiendas de campaña improvisadas en las cercanías de estaciones de metro, centros comerciales y la Villa Olímpica fueron forzados a desalojar estas áreas.

Las personas sin techo han tenido que vagar a las afueras de Tokio para encontrar refugio, lejos del ajetreo de los Juegos Olímpicos. Muchas personas sin hogar se han unido para ayudar a otros en su misma situación a mover sus cosas y encontrar un lugar lejos de la llama olímpica. 

Tokio 2020, más pérdidas que ganancias

Tokio 2020 ha tenido una de las inversiones más grandes en la historia de los Juegos Olímpicos. Según la revista Forbes, esta edición olímpica tuvo una inversión total de $15.4 billones de dólares, un 42% mayor al presupuesto original que era de $10.8 billones de dólares.

Sin embargo, esta enorme inversión no tendrá las ganancias esperadas y se considera que ni siquiera tendrá el retorno de la inversión. Debido a la pandemia de COVID-19 no hubo público por lo tanto no se vendieron boletos lo cual era la principal recaudación.

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Tokio 2020 se convirtió en  unos Juegos Olímpicos que jamás se olvidarán, ya sea por la pandemia, sus asombrosas cosas o sus no tan agradables momentos.