Conoce los pictogramas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020

Los pictogramas son una parte esencial de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero Tokio 2020 lo lleva a otro nivel con diseños y significados que seguro te sorprenderán. 

En los Juegos Olímpicos y Paralímpicos conviven deportistas y personas de más de 200 países, todos con diferentes lenguas y provenientes de diversos contextos culturales, que necesitan comunicarse entre sí. Pero, ¿cómo lo hacen?  

Debido a la diversidad de lenguas en las Olimpiadas de Tokio 1964 (cuando solo 93 países contendían en la justa) se introdujo oficialmente un sistema de pictogramas para representar de manera gráfica cada uno de los deportes. Esto les permitió a los asistentes y deportistas, de cualquier punto del globo entender su deporte y el de sus compañeros.

Un sistema similar ya había sido utilizado en Berlín 1936 y en Londres 1948, pero no fue hasta Tokio 1964 que se estandarizaron ciertos estilos que se conservan hasta nuestros días. Claro, con ligeras variaciones, ya que cada país anfitrión imprime su sello particular.

La diseñadora gráfica por la Universidad La Salle, Dulce María Carreón, explicó a K-magazine que los pictogramas utilizados en Tokio 1964, no solo tuvieron repercusión en el deporte, sino que fueron un gran avance para las formas modernas de comunicación. Asimismo, se volvieron un lenguaje indispensable en espacios públicos como los aeropuertos, las estaciones y los museos de todo el mundo.

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En esa ocasión, los diseñadores Yoshiro Yamashita y Mazaro Katzumie propusieron un diseño sencillo que resaltaba el cuerpo humano en un fondo blanco con 22 dinámicas figuras en color negro.

Los pictogramas de Tokio 2020

En marzo de 2019, Japón presentó los pictogramas oficiales de Tokio 2020. El diseñador Masaaki Hiromura estuvo a cargo del diseño.

La propuesta de Hiromura consta de 50 pictogramas para 33 deportes, pues algunos, utilizarán más de uno. Se realizaron en colores blanco y azul, con una marcada influencia en los diseños que hace 55 años introdujeron Yamashita y Katzumie. Su diseño hizo hincapié al dinamismo, pues según declaró a los medios, su intención era que las figuras parecieran moverse en todo momento.

En cada edición olímpica, el sistema pictográfico se convierte en un reto para el diseñador encargado, que tiene la tarea de encontrar imágenes que resulten familiares para cualquier lengua y cultura, además de plasmar lo mejor de su nación.

Pictogramas en movimiento, la aportación de Tokio 2020

En febrero de 2020, el Comité Olímpico Organizador de Tokio 2020 sorprendió al público con la presentación de los pictogramas oficiales en movimiento. Pues es la primera vez en la historia de los Olímpicos y Paralímpicos que se tiene un sistema pictográfico animado.

Son 50 pictogramas para 33 deportes olímpicos y 23 que abarcan 22 disciplinas paralímpicas. Con esta iniciativa, Japón busca simbolizar la innovación, así como perfeccionar el espectáculo de Tokyo 2020.

Los pioneros

Las Olimpiadas de Berlín 1936 se realizaron en el marco de un fuerte discurso político, previo a la Segunda Guerra Mundial. El régimen Nazi hizo un uso efectivo de la propaganda para dispersar su ideología, lo cual impactó en el sistema pictórico que propusieron como anfitriones.

El blanco, el negro y el rojo, están presentes en un diseño geométrico de círculos y cuadrados que recuerdan a sus estandartes.

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En 1940 y 1944, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, suspendió dos ediciones y en 1948, las Olimpiadas de Londres también buscaron tener un sistema de comunicación gráfica con una propuesta austera en trazos rústicos.

La llegada del color

El color en los pictogramas lo introdujo México en el 68.  El Comité Olímpico Mexicano, creado en ese año con la tarea de organizar el evento, encomendó al estadounidense Lance Wyman su diseño gráfico. El resultado fue un colorido sistema que plasmaba lo más representativo de cada deporte y cuya estética se inspiró en la cultura huichol.

Seúl 88 Y Beijing 2008

Veinte años separan a las ediciones de Seúl 1988 y Beijing 2008. En ambos casos, la diferencia estética es marcada.

En el caso de Seúl 1988, la señalética fue importante, no solo porque se utilizó para expresar los 29 deportes que serían mostrados entre aquellos de competencia y exhibición, sino que también fueron usados en eventos como el recorrido de la antorcha olímpica, 78 para servicios e incluso para marcar edificios y sedes como la villa olímpica o algunos estadios.

Aunque se trata de un diseño sencillo en blanco y negro, por primera vez propone una imagen visual uniforme tanto para cuestiones deportivas, como para señalizaciones urbanas e inclusive comerciales.

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El diseño de Beijing 2008 se orientó más en la influencia cultural, en colores rojos y blanco. Las figuras humanas de cada deporte buscan imitar la caligrafía china como si cada figura hubiese sido hecha a pinceladas.

Más allá de la competencia, la magia de los encuentros olímpicos radica en la cantidad de historias de superación humana que nos da la oportunidad de conocer, además de la cultura de cada uno de los pueblos invitados y aquellos a quienes toca fungir como anfitriones. Por eso, la identidad gráfica del encuentro llega a traspasar los estadios y se convierte en parte de la cultura popular y de la forma de comunicarnos.

¿Qué te parecieron los pictogramas de Tokio 2020?