Lucero Santiago
Desde Corea del Sur, esta semana del 20 de septiembre al 22 se lleva a cabo las celebraciones del Chuseok, mejor conocido como el día de acción de gracias coreano. Esta vez, de manera única, me tocó vivirlo en la casa de una familia coreana así con gusto quiero compartirles esta experiencia.
¿Qué es el Chuseok?
Antes de comenzar, hagamos una parada explicativa: El Chuseok (추석 ), también conocido como Hangawi (한가위), es, junto con el año nuevo Seollal (설날), una de las festividades más importantes para los coreanos. De acuerdo al calendario lunar, se lleva a cabo en el octavo mes y el decimoquinto día, por lo que las fechas cambian cada año. Lo cual lo hace único e inigualable.
Como dato curioso, este año se celebra el 21 de septiembre, y como marca la festividad, cada año se descansa un día antes y un día después. Por lo que tuvimos tres días de vacaciones, aunado al fin de semana. Como resultado, una semana completa. ¡Qué delicia!
Como toda celebración, es muy interesante vivir de cerca en el país para entender cómo se celebra, la importancia y también cómo se diversifica y se moderniza.
En el pasado, como lo hemos contado en los artículos sobre Chuseok, esta nació principalmente para agradecer a los ancestros por las abundantes cosechas de cada año. Así, las familias preparan una gran cantidad de platillos para compartir juntos, de hecho las cocinan ese mismo día. Por lo que la comida es muy importante, fresca y tradicional.
Antiguamente, era común ver a las personas usar la ropa tradicional coreana (hanbok, 한복) en este día. También, realizan ceremonias y ritos que en cada familia, dependiendo de sus tradiciones y costumbres, suelen seguirlas.
El moderno Chuseok
Como extranjera, quiero compartirles que es muy difícil recibir una invitación para ser parte de un Chuseok. El año pasado lo intenté pero también debido a COVID fracasé.
¿Por qué?
Porque, el Chuseok es una tradición familiar, y en Corea algo que diferencia de la cultura latinoamericana, los coreanos son muy reservados en sus espacios familiares, además de las diferencias culturales y el idioma principalmente, por lo que si llegamos a asistir en una casa donde solo se habla coreano, sería un poco incómodo.
Este año fui bendecida y honrada en poder ser parte de esta reunión. Además, la familia de mi amigo ha vivido en Estados Unidos por lo que la comunicación fue muy buena.
Debo de admitir que, al ser aceptada, me sentí como cuando te llega tu carta de aceptación de Howgarts. ¡Ja,ja,ja! O algo así.
Me lancé a buscar un regalo.
Días previos a las fiestas, los centros comerciales se transforman: hay paquetes de regalos específicos para este día. Por lo que claro está, no podía llegar a la casa con las manos vacías.
De las cosas más comunes que se obsequian son las canastas de fruta, esto debido a que ésta suele tener un costo elevado, en promedio va arriba de 4 dólares, y regalar fruta lo hace valioso. También se puede obsequiar spam (carne enlatada) o bien una bebida como champagne o un vino. Yo opté por un vino espumoso.
Anteriormente estos se regalaba con toda una ceremonia pero hoy solo se da el regalo al llegar a la casa.
Por si te interesa: Así es la cultura de los regalos en Chuseok
Fui invitada, a la comida (la hora del lunch en Corea inicia usualmente a las 11: 00 A.M.) así que arribé al medio día. La gastronomía coreana es sin duda una delicia. Sus colores y sabores los hacen especiales, pues muchos de los ingredientes son locales también. Tradicionalmente la comida es hecha a mano en el hogar, es muy importante que este día los integrantes del hogar la preparen, ya que es un momento para compartir tiempo juntos.
La mesa coreana se sirven múltiples platillos principales: decorada de carne, pescado y muchos vegetales, el tradicional songpyeon (los pasteles de arroz), saengseongjeon(pancake de pescado frito), el Sikhye ( bebida de arroz dulce) y el imprescindible, banchan, estos verduras y condimentos que acompañan a la comida tradicional, entre ellos el kimchi.
Nos servimos y degustamos. ¡Exquisito! Muchos de estos platillos no se comen en restaurantes.
Como postre: la famosa pera coreana, al probarla tuve una sensación en el paladar a manzana con una fusión de pera. El tamaño también difiere a la nuestra en Latinoamérica.
De la comida pasamos a la sala, tuvimos una especie de reunión familiar donde agradecimos y cantamos. Esto difiere de cada familia, previamente Corea nació bajo la religión budista, con el tiempo las diversas familias han optado por otras religiones como la católica y el cristianismo. Y de acuerdo a ello se siguen las tradiciones.
Finalmente, la tarde cerró con la foto tradicional en la que casi todos usamos el hanbok para la toma. Las hermanas de mi amigo me ofrecieron usar uno al cual no pude resistirme. Tras un conteo y un disparo de la Nikon guardo ahora un preciado recuerdo: mi primer Chuseok en Corea del Sur.
¡Feliz Chuseok! 행복한 한가위 보내세요