Hay un relato muy conocido y mítico japonés, que juega entre la fantasía y lo incomprensible. La leyenda urbana de Okiku, una muñeca que está poseída por el espíritu de una pequeña niña.
Por Alejandra Jacobo
En el mundo existen muchas historias terroríficas en las cuales se ven involucrados muñecos poseídos o malignos. Y en el país del sol naciente hay una espeluznante, pero muy popular historia que involucra a una muñeca de porcelana llamada Okiku.
Una de las leyendas urbanas más populares en Japón es el tenebroso caso de Okiku. La historia se remonta al año de 1918, cuando una niña, de tres años, llamada Kikuko Suzuki contrajo una grave enfermedad que la obligó a quedarse en cama durante meses.
Durante esos largos meses, su hermano mayor, Eikichi Suzuki, visitó la ciudad de Hokkaido donde le compró un inolvidable regalo. Una muñeca que tenía la cara de porcelana blanca, ojos intensamente negros, el cabello oscuro a la altura del hombro y un tradicional kimono.
La pequeña Kikuko decidió bautizar a su muñeca con el nombre de Okiku. Y se dice que la niña era tan unida a su muñeca que nunca se separaba de ella, incluso la trataba como a una hermana menor.
La salud de la niña fue empeorando con el paso del tiempo hasta que pasó a mejor vida. La familia Suzuki decidió conservar a la muñeca Okiku y al paso del tiempo, observó como el cabello, que inicialmente le llegaba a los hombros, comenzaba a crecer inexplicablemente.
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Aunque la familia le cortaba el cabello, este le volvía a crecer, por ello llegaron a pensar que la pequeña Kikuko habitaba en la muñeca Okiku. Es por ello que hoy se dice que la muñeca es especial, porque su cabello siempre vuelve a crecer, aunque se lo corten.
El nombre Okiku
Muchos creen que resulta curioso el nombre que la niña le dio a su muñeca, ya que Okiku es un personaje de un cuento tradicional japonés de fantasmas que data del período Edo.
La famosa y tradicional leyenda de horror Banchō Sarayashiki en español La casa del plato en Bansho nos relata la historia de una joven criada que un día rompe uno de los diez platos de una valiosa vajilla de porcelana.
Atemorizada por la reacción de su señor amo, Okiku decide esconder el accidente. No obstante su conciencia no la deja tranquila y le cuenta a la esposa de su amo.
Llenos de ira, sus amos castigan a Okkiku y debido a esto, ella se convierte en un espíritu vengativo. Se dice que cada noche emerge de un pozo y canta las siguientes palabras: “un plato, dos platos…” hasta llegar a diez.
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Actualmente, la muñeca Okiku permanece en un templo en la prefectura de Hokkaido, donde es visitada por miles de curiosos que quieren verificar cómo crece su cabello.
¿Tú qué piensas?, ¿El crecimiento del cabello de Okiku es un fenómeno paranormal o es una simple leyenda que nos ha engañado?