La cultura del té es una característica imprescindible en la cultura china, especialmente en la región del Tíbet. Aquí te presentamos una bebida a la que los tibetanos llaman Po Cha, la cual se compone de té negro mezclado con mantequilla de leche de yak.
Por Estefany Saucedo
La región del Tíbet tiene para ofrecer al mundo paraísos naturales pero también gastronómicos. Como es el caso del té de mantequilla preparado con leche de yak, mejor conocido como Po Cha.
Beber té de mantequilla es una actividad cotidiana para los tibetanos ya que los mantiene en calor y les proporciona energía para concluir con sus actividades del día.
Antes de continuar es necesario hablar de este lanudo animal que muy pocas veces hemos visto en latinoamérica. El yak es nativo de la región central de Asia en donde podemos verlo en su estado salvaje y doméstico.
Las aldeas tibetanas lograron hacer a este animal partícipe importante en el sustento y tradiciones del Tíbet.
A pesar de que es principalmente utilizado como animal de carga, también es protagonista de un deporte muy peculiar en la región. Asimismo es realmente apreciado por las familias que los cuidan.
El pelaje de yak ayuda a los habitantes a mantenerse abrigados ante el clima frío constante en aquella zona, pero también la leche que producen es utilizada para hacer queso o mantequilla. Siendo este último uno de los ingredientes principales del tradicional té tibetano.
Orígenes y preparación del té Po Cha
El origen de este té data del año 629, cuando Srong Tsen Gam Po, el príncipe tibetano en aquel entonces, presentó el té en forma de pastilla. Por lo que la forma tradicional de preparación es moler dichas pastillas en un mortero y mezclar con agua de arroz hasta tener una consistencia pastosa.
Posteriormente se pone a cocer con bicarbonato y agua obteniendo una especie de masa, que más tarde se coloca en un cilindro de bambú y se mezcla con agua caliente, leche y mantequilla de yak.
Es gracias a esta forma de preparación que obtiene un sabor peculiar y los habitantes mencionan que el utilizar los productos derivados del yak son la razón de que el té tenga un sabor tan espectacularmente dulce.
Actualmente hay localidades en donde las pastillas se cambiaron por hojas de té, pero aún así se calcula que una sola persona puede llegar a beber hasta 50 tazas al día.
Si bien, es complicado duplicar su sabor puesto que no se tienen los mismos ingredientes, puedes intentar prepararlo en casa con ingredientes que puedes conseguir en latinoamérica y tener una idea del sabor. Así cuando vayas a China ya tendrás punto de comparación.
Ingredientes
Estas medidas son para una taza de té, y puedes ir aumentando o quitando la cantidad dependiendo que tan fuerte lo prefieras.
-1 taza de agua
-2 sobrecitos de té negro
-½ de leche de tu preferencia
-una pizca de sal o bicarbonato
-¼ de barra de mantequilla chica
Preparación
- Primero se pone a calentar el agua y ya que esté a punto de hervir, se añade el contenido de té que viene dentro de la bolsita.
- Se deja hervir por cinco minutos y se cuela en otro recipiente. De preferencia debe ser uno que tenga tapa.
- Se agrega la sal, la mantequilla y la leche. Posteriormente tapas tu recipiente y comienzas a batirlo de un lado a otro para que todo se mezcle. Si utilizas un bowl o recipiente sin tapa puedes mezclar todo con una batidora a velocidad baja.
- Finalmente, cuando todos los ingredientes estén incorporados debes vaciar el té en una tetera y ponerlo a calentar nuevamente… ¡Y listo!
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Ahora que ya tienes todos los pasos a seguir, anímate a prepararlo y compartenos en redes sociales si te gustó o prefieres visitar algún lugar dentro de China para probarlo.