Por: Esmeralda Velásquez

El lunes 2 de diciembre comenzó el funcionamiento del gasoducto “Fuerza de Siberia”, en el cual la gasística rusa Gazprom suministrará a su contraparte china, la petrolera CNPC. De acuerdo con el medio de prensa Expansión, el costo aproximado fue de 55,000 millones de dólares y va acompañado por un contrato de 400 mil millones para abastecer de gas a China por los siguientes 30 años.

Con la puesta en marcha del gasoducto se estrechan más los vínculos entre ambos países, quienes han tenido estrechas relaciones desde la Segunda Guerra Mundial y la caída de la URSS, en 1991. Aunado a esto, cabe destacar que este constituye uno de los proyectos más importantes para Rusia en la actualidad.  Los acontecimientos suscitados en 2014, cuando anexó a Crimea, las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea provocaron que Rusia diversificara su mercado económico, por lo que China, una de las economías con mayor crecimiento en el noreste asiático, se convirtió en un socio importante en términos geopolíticos y ahora económicos.

Gasoducto Fuerza de Siberia. Imagen tomada de Reuters

El proyecto en cuestión comenzó en 2014 e incluye la construcción de otros dos campos que proveerán de manera positiva a ambas economías. Según el diario español El País, el presidente Vladimir Putin comentó que:

 “Este paso lleva la cooperación energética entre Rusia y China a un nivel completamente nuevo y nos acerca a lograr el objetivo establecido junto con el presidente chino Xi Jinping de extender la facturación comercial bilateral a 200.000 millones en 2024”.

Planta procesadora de gas en Amur, parte del proyecto de Gazprom ‘Power of Siberia’. Tomada de Reuters