Una verdad no reconocida

October 8, 2015
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Prostitutas coreanas forzosas son rodeadas por oficiales japoneses para hacer la selección. Foto: Cortesía.

Por Yeny Elizabeth Oxte Cen

La Segunda Guerra Mundial termina en 1945. Japón se rinde tras el ataque en Hiroshima y Nagasaki. Este acontecimiento dio un giro espectacular en el pensamiento japonés y los llevó a lineamientos para lograr la paz. Con anterioridad, era un país que buscaba cualquier oportunidad para conquistar territorios y expandir su poder.

Uno de los temas muy controversiales en la actualidad son los crímenes de guerra que realizo Japón en muchos países, en específico nos referiremos a la nación surcoreano.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la prostitución era una actividad legal en Asia; Japón privaba a mujeres surcoreanas de su libertad para violarlas y esclavizarlas durante unos 4 años. Durante este tiempo las ubicaban en lugares antihigiénicos y con escasa atención médica; además se les obligaba a servir a cerca de cien  hombres sin pago alguno. Se dice que esto era para satisfacer las necesidades de las tropas niponas durante las guerras. A dichas mujeres se les conocía como  “mujeres confort”.



La mayoría de las mujeres eran de clase baja. Pertenecían a sitios que el Ejército Imperial Japonés lograba colonizar. Se estima que entre 75 y 95 por ciento de esas mujeres murieron durante la guerra. Fue hasta 1991 cuando una víctima haría públicos los crímenes de guerra. Ella era Kim Hak Soon.

Las revelaciones  provocaron un disturbio en la comunidad internacional que la Comisión de Derechos Humanos comenzó a investigar. La presión internacional dio resultado: el gobierno nipón se disculpaba con Corea por el trato que sus mujeres recibieron. Sin embargo, las victimas coreanas sobrevivientes exigían la justicia que aún no se ha logrado.

Poco después, mujeres de otros países (Corea del Norte, Filipinas, Indonesia, Taiwán, China, Malasia) rompieron sus 50 años de silencio para dar a conocer sus casos.

Ante este escenario, el gobierno japonés sigue sin reconocer el hecho que afectó a varios países. En parte, las relaciones diplomáticas actuales se ven afectadas. A pesar de esto, tratan de seguir adelante sin olvidar esta situación.