Frikiperreo: Porque somos frikis y nos encanta perrear

El Frikiperreo es, quizá, la única fiesta dedicada especialmente para la gente “friki”, descríbase así si amas el K-pop, los intros de animes y por supuesto, el perreo intenso. Este lugar es  único para romper tus estigmas, ¿te atreves a sacar tus mejores pasos y entregar tu alma a la fiesta?

Fotos: @fluorescent_space

¿Qué es ser friki? ¿Es lo mismo ser otaku? No, ser “friki” puede significar que te gusten “las cosas de chinos” (anime, manga, cosplay, K-pop y mucho más), así de sencillo. La etiqueta viene con una carga de raro y antisocial, por lo que te identifican generalmente inmerso en un mundo de fantasía y encerrado en tu casa viendo anime o K-dramas. Pero, ¿qué tanto de este prejuicio es cierto?

Nos lanzamos al Frikiperreo, una fiesta diseñada por Eduardo Carrizosa, alias Karamelo Chan, para comprobar que los “frikis”, al igual que muchas otras personas, son capaces de vivir la fiesta para seguirla hasta después de las 3 a.m. y perrear hasta que el cuerpo aguante.

Un lugar para romper tus prejuicios

Decorado con luces rosa neón, barras rojas, espejos y sillones cute, el número 58 de la calle Amberes, en la Zona Rosa de la Ciudad de México, abre sus dos pisos y su terraza a todos los que aman la cultura asiática y el reggaetón, El 9.

Antes de encaminarte al bar El 9, debes pensar entre escoger el outfit de Serena, la protagonista del icónico anime Sailor Moon, o el de Lisa, la rapera del grupo pop surcoreano BLACKPINK, porque es garantía que bailarás más de una coreografía de K-pop y la intro de algún anime.

“La idea nace de la combinación de mis gustos por la música latina, el kpop, anime y la fiesta. Fue una idea loca y espontánea que la hice, más que nada, por solucionar la programación del antro donde trabajo”, cuenta el chico cara de ángel y ojos verdes, Eduardo Carrizosa, estudiante de comunicación de 25 años y orgullosamente oriundo de Cosoleacaque, al sur del estado de Veracruz.

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Quedarte sentado parece difícil cuando te la pasas  ensayando en tu casa  las complicadas coreografías que ves en los videos musicales de las bandas surcoreanas. Y ¿quién no se aprendió el paso de Gangnam Style en 2012?, cuando la canción del músico PSY se viralizó, convirtiéndose en aquella época el video más popular en YouTube con más de 800 millones de reproducciones y 2.3 millones de “Me gusta”. Hoy uno de los más vistos de la historia con 3,400 millones.

Ahora, si eres seguidor del fenómeno musical de Corea del Sur, de la vieja escuela con SHINee, SS501 y Girls Generation, o amas el K-pop de la nueva ola gracias al apogeo de BTS o GOT7, seguro bailas porque bailas. Claro que antes tendrás que dejar la pena. Este espacio es algo así como “friki friendly”. Nadie te juzgará si llevas estilo ulsang, kawaii, o estridente como idol de K-pop. Menos si sólo te sabes los pasos del coro de alguna rola de 2NE1 y jamás si dominas las coreografías completas de Twice, como un experto en dance cover.

“Es una fiesta donde te puedes divertir con los gustos “raros” que en algunas ocasiones llegamos a reprimir”, dice el DJ, publirrelacionista, drag y trabajador incansable de la fiesta.

“El FrikiPerreo es para sentir el orgullo de ser friki, otaku, K-poper, y que a la vez te guste bailar, perrear, divertirte y abrazar tus raíces latinas”, cuenta.

¿Kpop + Reggaetón?

Puede parecer ecléctico, pero el boom del K-pop y la música latina a nivel mundial, son pretextos perfectos para hacer una fiesta que combina lo mejor de estos dos mundos.

Si revisamos el caso de México, aunque somos latinos y el reggaetón tiene una clara ventaja sobre el K-pop, los últimos meses la brecha en las búsquedas de Google se ha estado cerrando entre ambos géneros musicales.

Además, los grupos y las agencias de la industria K-pop han volteado a ver a los géneros con ritmos latinos, no por nada tenemos a la agrupación Super Junior haciendo covers de Luis Miguel. Para darnos una idea, la canción Despacito, de Luis Fonsi ft. Daddy Yankee, fue más buscada por los surcoreanos en Google que la palabra K-pop durante julio de 2017.

Puedes leer: El Kpop y su apuesta por el pop latino

 

“Al ser una fiesta pionera, comenzó de forma muy fuerte y viral en redes.  “El friki” tuvo un fuerte recibimiento al principio de haters y memes, ya que fue tomado a broma y burla” explica Eduardo.

Pero para la comunidad seguidora de esta contracultura pop significó apertura y descubrir algo diferente. “Se está logrando el objetivo principal, crear una comunidad en unión donde todos disfrutamos por igual y nos divertimos juntos con nuestros gustos raros”, cuenta con alegría.

Perdóname San Siwon

Después de un rato bailando canciones pegajosas como BBoom BBoom, de las chicas de MOMOLAND, la fiesta poco a poco toma camino hacia el beat latino.

Primero suena Otra Vez, el tema de Los Reyes del K-pop, Super Junior, en colaboración con tres músicos mexicanos conocidos como Reik. Sus guitarras latinas te hacen mover la cadera y a corear “como le hacemos para poderte enamorar… ¡Otra vez!” para que, en unos minutos, comiences a moverte al ritmo de la voz de Pikachu, el famoso personaje del anime Pokemón, escucharás “pika, pi, pika chu” musicalizado por el beat del perreo o alguna cumbia.

Luego inundará el lugar Con altura, una de las canciones más sonadas de los últimos meses, con ese especial y comercial sonido tipo de flamenco, cantado por Rosalía en colaboración con el reggaetonero J. Balvin. Podrás bailar y rapear “Atreve te te te, salte del clóset, destápate quítate el esmalte…” de Calle 13 y más que varios hits de reggaetón que suelen pedirse a gritos repitiendo “perreo, perreo, perreo”.

Toda esta combinación de ritmos a cargo del joven Eduardo, en su papel de Karamelo Chan, acompañado siempre por Andro y Queen Ji, quienes son los Djs residentes y especialistas en K-Pop y reggaetón.

Karamelo con K

Karamelo Chan es representante por excelencia del Frikiperreo. “con K porque se inspira directamente en sus gustos kawaii, y toma una influencia asiática y animada (por así decirlo), ya que mucha de su estética está inspirada por el anime, cosplay y videojuegos”, nos comenta Eduardo Carrizosa.

Así, verás que deja de vez en cuando su lugar, donde mezcla con su laptop, para bailar junto con el público algunas de sus canciones y coreografías favoritas. Ya sea con sus enormes coletas de trenzas multicolor o sus pelucas rosa pastel, siempre imparable y corriendo con sus enormes tacones de doce centímetros, sus faldas cortas y sus calcetas muy cute.

“Comencé con hosting y drag en varias fiestas y el nombre me lo puso una DJ de las primeras en las que participé, MAMISLUT”. Esta fiesta queer con sede diversos recintos de la ciudad, entre la colonia Doctores, Juárez y el centro, fue pionera en desestigmatizar el reggaetón con miras a un género más que comercial, nos explica el DJ.

“Karamelito, pásame una chela”, le llamaron a Eduardo en una fiesta privada. “A todos los reunidos les gusto el apodo, a partir de ahí comenzaron a llamarme Caramelo y la gente y seguidores de evento igual”. Así quedó bautizado por los espíritus de la noche, y no es para menos, pues él irradia carisma, energía y dulzura.

 

“El friki” y El 9 de Amberes

Pero “El friki” no sólo se trata de fiesta, baile y “tragos coquetos”. También hay espacio para el performance con drag queens, las presentaciones de libros, proyecciones de películas y otras actividades pues El 9, más que un bar siempre ha sido un recinto para la expresión LGBT+, el arte y la cultura.

“Es un espacio donde se busca eliminar los guetos y las restricciones que la sociedad impone, desde sus principios, su fundador, Henri Donnadieu, busca darle cultura a la fiesta, para que la fiesta se vuelva cultura”. Nos cuenta Karamelo.

El 9 nació en 1977, gracias a su creador francés. Uno de los primeros lugares gay en la Ciudad de México que se ubicaba en la calle de Londres #156, en mismo Zona Rosa.

Su fama y auge se debieron a su labor por divulgar y reconocer la cultura underground. A él asistieron grandes figuras del arte y el espectáculo. La  actriz mexicana María Félix, grupos de rock nacional como Café Tacvba y La Maldita Vecindad, y escritores como Carlos Monsiváis, pasaron sus noches entre las paredes de este icónico lugar.

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Hoy por hoy, la nueva versión de El 9 tiene un aire propuesta comparado con otros espacios de la Zona Rosa, a pesar de también estar dedicados para la comunidad LGBT+. Aquí no sólo convergen los amantes de la noche, sino DJs con sonidos menos comerciales, artistas gráficos en sus muros, shows de stand up y, por supuesto, el Frikiperreo, con su nicho tan único.

En este sentido “El friki” reúne bailarines profesionales de dance cover, como se le conoce a la práctica de imitar y redefinir las coreografías de los grupos K-pop. LGND y Main Event, participantes del Kpop World Festival, suelen actuar en esta fiesta.

También podrás encontrar cosplayers, como se les conoce a quienes se disfrazan inspirados en personajes de anime o videojuegos; y a DJ’s invitados como Makoto Kino (Sailoor Jupiter), Dj Bruja Prieta (Jovan Israel), Queen Pussy, entre otros.

“El único requisito para estar en “El Friki”, es realmente ser friki, a tu modo y a tu percepción”, asegura Karamelo Chan, quien se identifica con este mundo desde 2013, época en la que llegó a la capital. “Desde pequeño tengo afición por el anime, los juegos MMORPG y poco a poco comencé a ver dramas asiáticos y ya el remate fue el Kpop, que lo consumo desde hace 2 o 3 años aproximadamente”.

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Las fiestas han abordado temáticas de anime, juegos y películas. Meka o Mecha, como se le conoce al género de robots en Japón; Yaoi & Yuri, dedicado al amor de chicos; Magical Girls, escolar, videojuegos tipo Street fighter y otros suman un total de 8 “Frikis”, los cuales comenzaron un 9 de noviembre del 2018.

“El objetivo principal es crear una comunidad… abrir más espacios para la diversión de diferentes estilos, para proyectar y posicionar nuevas propuestas de artistas que se guían mucho por sus gustos asiáticos, pero que abrazan su cultura latina en todo lo que hacen”, concluye Eduardo Carrizosa.

Entonces, si eres amante de la cultura coreana y japonesa, tienes que darle una oportunidad a esta fiesta y experimentar una noche de mucho cardio estilo K-pop, harto sabor latino y libertad. Porque somos frikis y nos encanta perrear.