Todos hemos tenido a alguien con quien echamos chispas, hacemos corto y por más evidente que sea el amor, nada más nunca se concreta nada. Si no lo has tenido, es casi seguro que lo tendrás, justo como les pasó a Sasha y Marcus en la nueva película de Netflix Always be my maybe.

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Dirigida por la escritora y productora Nahnatchka Khan y co escrita por el mismo Randall Park, Always be my maybe además de ser una picante historia de amor, también es un discurso de empoderamiento femenino.

¿Quieres saber por qué? ¡Te lo contamos sin spoilers!

Sasha y Marcus se conocen desde niños. Los padres de Sasha siempre están trabajando por lo que la mayoría del tiempo ella lo pasa en casa de su amigo a lado de su madre, Judy, una inmigrante coreana que le enseña su vocación en la cocina a través de la deliciosa gastronomía coreana.

Al mismo tiempo la atracción con Marcus comienza a crecer y ambos se convierten en el primer amor de cada uno, sin embargo sus personalidades chocan constantemente.

Sasha termina por convertirse en una prestigiosa chef y parte de casa, Marcus por su parte se queda en San Francisco cuidando de su padre que acaba de enviudar.

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Quince años más tarde de su partida Sasha tiene que volver a San Francisco a instalar un nuevo restaurante, teniendo que enfrentarse al atosigo de sus padres, que antes no le ponían atención, y encontrándose de nuevo con Marcus, por quien el tiempo parece no haber transcurrido y con el que descubre que la chispa del amor jamás se extinguió.

¿El reto para ambos? Aceptar sus personalidades como algo que es fundamental para estar juntos y bajar un poco la guardia para saber compaginarse.

Eso es todo lo que te podemos decir. Si quieres saber cómo termina todo, te recomendamos ir a Netflix y darle una oportunidad…

Y si todavía dudas de verla, te adelantamos que Keanu Reeves hace un cameo. No te vamos a decir dónde, por qué, ni para qué, mejor échale un vistazo por tu cuenta.