Retsy y la crisis de los veintes

Retsy, la oficinista favorita y espíritu animal de muchos, refleja algunos de los problemas laborales que se viven día con día, y de los cuales seguro te identificaste en más de una ocasión.

Desde su llegada a la plataforma de Netflix, Aggretsuko se robó los corazones de los espectadores, no sólo por su animación kawaii, sino también por el contexto del personaje. Una joven de 25 años que está en la búsqueda de ser una gran empresaria, pero para ello tienen que pasar por un largo proceso. 

De esta forma, la prima de Hello Kitty, Retsy, planea llegar a su meta y sobrevivir al complicado mundo laboral, sin dejar a un lado lo que más disfruta el karaoke y el death metal. 

Aggretsuko no es sólo una serie de anime más, no es una animación que sólo busca entretener al espectador con sus personajes; ya que dentro de cada temporada hace una fuerte crítica a la sociedad japonesa, la cual también se refleja a otros países. 

 

 

La explotación laboral

Una de las grandes cualidades de Aggretsuko es que cada que termina su jornada laboral busca liberar su estrés con algo que le gusta, sin duda un muy buen consejo. Y aunque la esencia del personaje es que vive un constante acoso laboral por parte de sus superiores es un tema bastante delicado.

El director Ton, ese gran cerdo que hace que Retsy pase más de un mal rato en la oficina, su personaje no sólo es un abusador de poder, ya que en varias ocasiones delega las responsabilidades de otros trabajadores a la pequeña panda roja. 

Una de sus grandes cualidades es que siempre se la pasa jugando golf, de la mano de Komiya, su mano derecha y adulador. Además en diversos capítulos muestra su lado misógino. En los primeros episodios hace mención a que las labores de una mujer deben estar relacionadas con el hogar para poder casarse.

Además, hay que recordar  que cuando Retsy comienza a tener más problemas, Washimi habla con el director sobre las diferentes quejas que el departamento de contabilidad tenía sobre el director Ton. Y aunque por momentos parece tomar el papel de un padre con Retsy, no hay dejar a un lado su actitud condescendiente , la cual es muy común en el campo laboral para las mujeres.

De la misma fiorma, Tsubone, la dragona de Komodo, es la superior inmediata de Retsy, ella no sólo le da una carga excesiva de trabajo a la protagonista, también busca darle otras tareas que no están relacionadas con su trabajo. Cómo abrir un frasco de comida, ella siempre busca la forma de humillarla, aunque esto no se ve tanto como el caso del director Ton.

Retsy y sus complejas relaciones amorosas

Cuando uno crece siempre se imagina que las relaciones amorosas serán diferentes, más maduras y con un mayor compromiso; que no sólo será un enamoramiento pasajero. Sin embargo, se nota que Retsy muestra que eso no es cuestión de edad, sino de encontrar a la persona adecuada. 

A lo largo de las tres temporadas la protagonista tiene dos relaciones amorosas, ambas fallidas en las que exploran en  pocos capítulos las diferentes caras del amor, entre dos personas y el amor propio.

Resasuke, él al igual que la protagonista es un panda rojo, por lo que la conexión entre los personajes era predecible. Él trabaja en el departamento de ventas de la misma empresa de Retsy. 

En esta relación se observa de forma clara la idealización del amor, Resasuke es un personaje irresponsable con su trabajo, frío y no es empático con los sentimiento de Retsy. La idea que ella se crea de él se ve representada en la forma que ella lo observa y su rostro cambia, sin embargo, en ningún momento le sucedió eso a él. La relación terminó cuando ella logra entender que el sentimiento debe ser mutuo y no sólo de uno. 

Tadano, un asno CEO de Freeride, Inc., fue el segundo novio de Retsy. Ellos se conocieron en la escuela de manejo y en un inicio parecía ser una persona sin un interés en la vida. Conforme avanza la historia, se conoce más de él como un  creador de inteligencia artificial, ambos comienzan a salir a diferentes lugares y tener citas de cuentos de hadas.

Pero como todo cuento, la relación termina cuando Tadano le ofrece a Retsy que deje su trabajo para pasar más tiempo juntos, argumentando que las personas deberían hacer lo que ellos disfrutan en vez de ser esclavos de la monotonía de un trabajo de oficina. Ella se da cuenta que aprecia su trabajo, y que la idea que le plantea él no es algo que a ella la motive; por lo que deciden separar sus caminos. 

Además, su compañero de trabajo, Haida está enamorado de ella, pero hasta ahora ella no corresponde a sus sentimientos. Incluso en el episodio de Navidad Retsy le confiesa que no lo ve de esa forma.

Retsy y la incertidumbre de la jueventud

Retsy es, sin duda, un personaje bastante complejo, en la primera temporada ella desea ser una gran empresaria, incluso cada mañana recita una pequeña frase de conteo: “Cuando después seré una gran empresaria, 1, 2,3,”. La forma en la que ella se da ánimos muestra sus deseos de lograr su objetivo. 

Pero el acoso constante de su jefe, y la presión de su madre de que ella tenga novio, la hacen cambiar su perspectiva de la vida y su propósito. En algún momento ella decide que para dejar de trabajar debe casarse, con el tiempo ella se da cuenta que esa no es la mejor solución.

Incluso sus amigas la señorita Wahimi y Gori le comentan su perspectiva del amor. Mientras una de ellas considera que es algo innecesario en la vida de una mujer otra sueña con tener un amor eterno. 

En esta última temporada, la vida de Retsy da un giro cuando entra a un grupo de J-pop con una combinación peculiar, OTM Girls. Aquí ella logra explotar su faceta como cantante de death metal, algo que para ella era un escape de su realidad, pero esto no la logra satisfacer por completo, esto debido a un incidente en el que casi termina con su vida. 

Retsy pasa por muchas cosas que hacen que poco a poco vaya madurando y aprendiendo de sus errores. Aggretsuko es más que una serie de una godín que tiene altibajos en su oficina. La confusión de saber que es lo que en verdad quiere es una constante en su vida.

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Siendo realistas, son afortunados aquellos quienes a sus veinticinco años ya tienen claro lo que desean y sus metas. Además que conforme uno crece las metas y propósitos van cambiando. Los personas son impredecibles y las circunstancias muchas veces te obligan a cambiar tu camino para bien o para mal.