“Yo te inventé y puedo hacer lo que yo quiera de ti” es una frase que resume la vida de Kang Chul quién no es consciente que es un personaje de ficción dentro de un webtoon.

Con una paradoja y una doble línea de tiempo el drama W Two Worlds es la perfecta historia que toda amante de los dramas o fan apasionada de cualquier personaje de ficción querría convertir en realidad. Casi exactamente a dos años de su trasmisión este k-drama logró transportarnos a dos universos tanto en la realidad como en la ficción y  dentro de la misma historia.

Kang Chul (Lee Jong Suk) es un joven guapo, talentoso, jugador de tiro olímpico y con una familia que lo apoya en todo, hasta que un día al volver a casa se encuentra con la escena más aterradora y siniestra que le da un giro inesperado a su vida, encontrando a su madre, su padre y sus dos hermanos menores asesinados de un tiro en la frente y  sin ninguna señal del culpable, él es considerado el principal sospechoso del crimen, por lo que es enjuiciado y sentenciado a la pena máxima, es obligado a permanecer en prisión hasta que es es declarado inocente por falta de pruebas.

Sin embargo ante tanta tragedia Kang Chul opta por terminar de una vez con su vida, pero inesperadamente cuando está colgado de una sola mano en un puente a punto de caer al río, decide que debe encontrar al culpable del asesinato de su familia, los años pasan y él ha superado sus adversidades logrando una gran fama y fortuna, convirtiendo así a Kang Chul en el mejor personaje del web drama más popular de todo Seúl llamado “W” cuyo autor es Oh Sung Moo (Kim Eui Sung)

La historia de este personaje es aclamada por el mundo “real” pero misteriosamente cuando el autor  desaparece, su hija Oh Yeon Joo (Han Hyo Joo)  una médico residente, es transportada al mundo creado por su padre a través de una pantalla electrónica en su estudio, donde se ve obligada moralmente a salvar la vida de un joven apuesto apuñalado en la azotea de un hotel a mitad de la noche.

Es en este punto cuando las cosas se complican, donde lo que parecía la más absurda fantasía se convierte en realidad para una chica común en tan sólo en el primer capítulo del drama, lo que lo hace aún más interesante pero que incrementa la duda de si el inicio es así de emocionante tal vez el final no sea tan bueno como lo hacen parecer. En muchos dramas suelen tener una racha de capítulos con las emociones al límite y descuidan el final, el principio o la parte media, pero por fortuna ningún drama de Lee Jong Suk nos ha decepcionado y este no es la excepción, es un hecho que cada uno de los capítulos está lleno de emoción, suspenso, drama y amor.

Es importante poner mucha atención y observar  con mucho cuidado cada uno de los detalles en cada episodio, en los que se revela valiosa  información para entender el desenlace del drama.

Al principio tenemos personajes muy aferrados y egoístas, que sólo van tras sus propios intereses, sin embargo a medida que los personajes principales interactúan la perspectiva de su vida y sus intereses cambian, por ejemplo el personaje antagónico que pareciera insignificante durante la mitad de la historia da un giro inesperado y se desenmascara como un hombre que perdió el sentido y el rumbo de su vida en algún punto de su arduo trabajo, un hecho que le da un giro extraordinario al drama dándonos una nueva perspectiva, aún más misterio y horas de obsesión.

Oh Yeon Joo por alguna extraña razón es arrastrada constantemente al webtoon cada vez que Kang Chul está en peligro, fungiendo como un tipo de salvavidas que lo protege del asesino que ahora, después de haberse desaparecido tras asesinar a la familia de Kang Chul, busca terminar también con la de él, quedando registrado en cada uno de los capítulos en el mundo real del que Yeon Joo proviene y convirtiéndola en un personaje secundario. Y de la misma manera en que Yeon Joo entra al webtoon constantemente sin explicación, la historia nos sorprende con un portal que saca de su historia de ficción a Kang Chul su personaje principal, pero también el asesino logra traspasar esa barrera causando estragos ante sus constantes intentos por terminar la vida de Kang Chul.

Como era de esperarse los personajes principales se enamoran estando cada uno de ellos consciente de que provienen de mundo diferentes, a pesar de esto, hacen todo lo posible por estar juntos y ver por el bienestar de del otro, convirtiéndose en una lucha constante ante el asesino, Oh Sung Moo y los fanáticos del webtoon W que como es común en muchos k-dramas los fans dictan el giro de la historia. 

Otro punto que cabe destacar sobre esta historia es que el autor Sung Moo nunca le dibujó al asesino un rostro, ya que simplemente este fue una cruel herramienta que utilizó en su historia para fortalecer la personalidad de su personaje principal, poniendo al personaje de asesino como una ente que busca su propio rostro y su razón de existir, ante esta confrontación Sung Moo cree que la mejor forma de contrarrestarlo y darle ya un final a su historia, es darle su propio rostro, es decir dibujarse así mismo como el asesino, no obstante al no haberle dado una personalidad y un rostro propio, el antagónico toma el rostro de escritor de forma muy literal. Es así como el asesino con el rostro del Oh Sung Moo trata de matar a Kang Chul y a Yeon Joo transportándose entre el mundo del webtoon y el mundo real.

Mientras que el final se mantiene lleno de la intriga y suspenso que tuvo desde el inicio, nos hace sentirnos realizadas al mantener a la pareja protagonista juntos y felices en un mundo en que pueden por fin vivir sin que nadie amenace su vida y cerrando cada uno de los problemas a los que se enfrentaron y dándonos un sentimiento de paz y satisfacción.

Es así como uno de los mejores dramas mantiene durante sus 16 capítulos, la acción, el suspenso, el romance y la fantasía, una historia que vale completamente la pena ver hasta tres veces y la cual siempre será una de las mejor opciones para recomendar.

Si quieres conocer más sobre este drama no te pierdas nuestra edición digital #15 donde también hablamos sobre esta gran historia W Two Worlds.

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