Por Aramis Doroteo y Karen Zepeda
Por segunda ocasión la banda japonesa One Ok Rock puso a rockear a sus fans mexicanos en su paso por la Ciudad de México como parte de su gira de conciertos Eye of the Storm World Tour 2019.
Corría el 6 de noviembre del año 2014 cuando Taka (vocalista), Toru (guitarrista), Ryota (bajista) y Tomoya (baterista), se presentaban por primera vez en la Ciudad de México prometiendo volver con nueva música y conquistar una vez más a los fans mexicanos.
A casi cinco años de aquel concierto, One Ok Rock regresó con su gira mundial Eye Of The Storm y la Ciudad de México fue su primera parada en el país, seguido por Monterrey y Guadalajara.
Como es costumbre, un grupo se presentó como telonero, en esta ocasión fue la banda tapatía de pop punk Say Ocean, fue la encargada de preparar el escenario. Poco a poco el recinto del Pabellón Cuervo se llenó con cientos de fans de todas las edades y distintas nacionalidades, mismos que portaban sudaderas, playeras, gorras con el nombre de la banda y, sobre todo, con la emoción y disposición para disfrutar del concierto.
La banda mexicana se despidió del público en punto de las 21:00, el lugar se ensombreció. ¡One Ok Rock! ¡One Ok Rock! ¡One Ok Rock! coreaban una y otra vez los asistentes a todo pulmón.
El escenario se iluminó con tonos azules y el baterista Tomoya apareció situado en su instrumento, Ryota salió de un lado del escenario elevando aún más los gritos del público, le siguió Toru y finalmente Taka.
Con la aparición completa del grupo hicieron explotar el recinto con los gritos de la audiencia, quienes parecían estar a punto de quedar sin voz, pero sabían que solo era el inicio de todo el espectáculo que les aguardaba.
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Push Back fue el tema elegido para abrir su concierto en México, seguido de We are donde todos comenzaron a saltar, alzar los brazos y cantar a la par del vocalista Taka.
“¡Hola! We are One Ok Rock”- dijo Taka-“All those who want to enjoy say Rock!” (“Todos aquellos que quieran disfrutar digan ¡Rock!”), tras estas palabras el grupo interpretó Clock Strikes, mientras recorría el escenario de un lugar a otro, llenando con su voz el recinto mientras que el resto de integrantes lucieron el poder de sus instrumentos en un corto segmento musical que elevó los ánimos para continuar con Change.
En ningún momento los fans dejaron de corear las canciones y agitar la cabeza con las grandes leyendas del rock. Fue entonces que sonaron los primeros acordes de Unforgettable, una de las canciones más reconocidas y esperadas de la agrupación, con la que se encendieron aún más los gritos y ovaciones, lo que marcó un momento verdaderamente inolvidable.
Tras ésta siguieron Head High y Take what you want, temas que por su ritmo eran ideales para relajar las cuerdas vocales, sin embargo, por la pasión y el mensaje que transmiten con sus letras hicieron que todos cantaran aún más alto y remataron este momento con su interpretación de Stand Out Fit In e In the Star.
“Mi canción favorita fue We are, pero Stand Out Fit In es también una de mis favoritas. La verdad amo mucho a este grupo, sobre todo por las letras de sus canciones, le tiran mucho a no rendirse”, comentó con gran emoción Itzi, una de las asistentes al concierto.
El clímax de la noche llegó durante el segundo espacio instrumental donde Toru hizo estremecer su guitarra y consiguió erizar la piel del público. Ryota marcaba el ritmo con el bajo mientras intercambiaba miradas y sonrisas con los asistentes y Tomoya encendió el escenario con su perfecto dominio de los tambores, platillos y bombo.
La iluminación logró resaltar cada segmento de las canciones, pues de mantenerse en tonos azules y morados, cambiaban a rojos y amarillos cuando el ritmo aumentaba. Los temas que siguieron fueron Grow Old Die Young, I was King y The Beginning donde la voz de Taka y la de su público iban al unísono.
Para la canción Judge todos movían de derecha a izquierda las manos y alrededor de sus muñecas portaban pulseras color neón que rompían con la oscuridad y se volvían parte del espectáculo.
Con los sentimientos a flor de piel One Ok Rock reventó la noche con Wasted Nights, donde todos brincaron y se apoderaron de la canción. Al terminar de cantar las últimas estrofas, el vocalista se encontraba envuelto en la bandera tricolor y selló su amor por el país que visitaba al gritar “I Love Mexico”.
Las luces se disiparon y el escenario quedó vacío. Para agradecer el espectáculo ofrecido por la banda nipona los fans comenzaron a entonar Cielito Lindo, uno de los temas más representativos de México y con el que se ha hecho costumbre cobijar a las bandas extranjeras cuando se presentan.
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Ante la entrega que demostró el público mexicano, la banda regresó a encender el escenario por última vez con Might Long Fall y Wasted Nights. Fue así como la banda se despidió y agradeció a las más de 2 mil 500 almas que, con todo y la tormenta, se reunieron aquella noche por más de una hora para mantener vivo su espíritu rockero.