Adiós a PyeongChang 2018, ¡hola Beijing 2022!
Corea del Sur se despide de los Juegos Olímpicos de Invierno, pero el continente asiático se quedará con el protagonismo mundial desde su lado más deportivo. Rusia 2018, Japón 2020 y Beijing 2022 serán los próximos países en recibir lo mejor de los atletas de las grandes ligas y millones de turistas de diversas culturas.
Antes de decirle por completo adiós a PyeongChang 2018, les traemos los mejores momentos que nos dejó esta gran evento deportivo. Durante dos semanas nos mantuvimos atentos a todos esos detalles que dejaron no sólo huella en los coreanos, sino también en todos los que vivimos desde lejos la pasión deportiva de los juegos de invierno. ¿Listos?
Por: Aleida Guevara y Galilea Herrera
El desfile de una Corea Unificada
Algo que marcó el inicio del evento fue la repentina entrada de la delegación de Corea del Norte a los juegos. Pero el acontecimiento que se llevó los titulares de todo el mundo fue el desfile de los dos países bajo la bandera unificada, Corea del Sur y Corea del Norte marchaban codo a codo por el deporte. No sabemos hasta qué punto la paz que buscaba el presidente de surcorea durante el evento trascienda ahora que estos ya terminaron, pero no negaremos que fue un momento que muchos recordaremos. Una unidad que se trasladó al equipo de hockey femenil, en el que jugadoras de ambos países jugaron en conjunto.
En lo personal, esperábamos ver un gran despliegue de tecnología durante la justa deportiva, principalmente porque tanto Corea del Sur como Japón se han distinguido a nivel mundial por sus grandes avances tecnológicos. ¡Y vaya que los coreanos sorprendieron! Desde el día uno hasta el cierre, la tecnología estuvo presente: los cientos de drones sincronizados para formar figuras, los robots que participaron en el paso de la antorcha (previo al inicio), el uso de las luces LED, proyecciones en HD, etc. Todo, absolutamente todo el despliegue que realizó el país anfitrión dejó la vara alta para los próximos países que serán sedes para juegos venideros.
Si algo claro nos dejaron las dos semanas de juegos fue que lo tradicional no está peleado con la modernidad, ambos pueden coexistir para la construcción de la identidad de toda una nación. Corea demostró que sus tradiciones son su orgullo, pero que la modernidad es necesaria para seguir creciendo. Ejemplos hay muchos, simplemente hay que recordar las danzas tradicionales que estuvieron presentes en las ceremonias de apertura y clausura, el balance entre la música contemporánea con su música tradicional y ni qué decir de la arquitectura moderna y antigua que convive en perfecta armonía. Los atuendos que usaron los voluntarios para entregar las medallas estaban basados en los trajes típico del país y no dejemos de lado los pasajes históricos que nos enseñaron un poco de su cosmología como país.
El esquiador mexicano Germán Madrazo se llevó las portadas y el reconocimiento de mexicanos y extranjeros al finalizar los 15 km en esquí de fondo, portando la bandera nacional con todo el orgullo que representa estar en unas olimpiadas. A pesar de haber terminado en último lugar, su esfuerzo fue muy aplaudido pues a penas un año antes aprendió a esquiar.
Colocándose en el lugar 116 y con un tiempo de 59 minutos y 24 segundos, Germán demostró que estás competencias no sólo están hechas para ganar. “no importa si tienes 43 años, si naciste en México o si no tienes dinero para practicar un deporte. Si quieres hacerlo, puedes hacerlo”, afirmó en entrevista para AP al terminar su recorrido en PyeongChang.
Cada deportista dejó lo mejor de sí en sus competencias, algunos rompieron récords y pasarán a la historia por ellos. Pero el caso de Yuzuru Hanyu fue épico; el patinador de Japón no sólo conquistó por segunda ocasión el oro (algo que muy pocos deportistas pueden lograr consecutivamente), también el corazón de los espectadores. ¿Cómo olvidar la lluvia de osos Winnie Pooh que inundaron la pista de hielo? Esa escena será difícil de olvidar y posiblemente ningún otro deportista podrá emular.
Sin duda el debut del equipo coreano de curling femenil fue la sensación y una de las promesas de estos Juegos Olímpicos de Invierno. El “equipo Kim” se llevó la plata tras debatir en una lucha campal con Suecia, quien se quedó con la presea de oro.
Su crecimiento durante toda la competencia y su gran desempeño para llegar a las finales convirtieron a Kim Eun-jung, Kim Kyeong-ae, Kim Seon Yeong, Kim Yeong-mi y Kim Cho-hee, en estrellas nacionales con ocho victorias consecutivas, provocando la atención de todo Corea y coronándose en el trending topic.
El K-pop estuvo presente en diversas formas y colores, desde las presentaciones artísticas especiales para los deportistas hasta una ceremonia de clausura liderada por EXO y CL. El K-pop no podía faltar en el patinaje artístico, así lo demostró el atleta de Uzbekistán, Misha Ge, quien se deslizó sobre el hielo al ritmo de MIC Drop de BTS.
Esto ocurrió durante la exhibición de gala en la Arena Gangneung el sábado 24 de febrero, uno de los eventos más importantes previo al cierre de las competencias. Aquí se sumó el dúo surcoreano, Yura Min y Alexander Gamelin, al ritmo de Lollipop de BIGBANG y 2NE1. Mientras que Kim Kyu-eun y Alex Kam, también de Corea del Sur, se presentaron con I Am the Best de 2NE1 y la canción Red Flavor de Red Velvet.
Si de coreografías masivas se trata, Corea del Norte se pinta solo. Con una coordinación envidiable, aproximadamente 229 animadoras vestidas con un conjunto rojo de franjas azules, todas al unísono cantaban lemas de paz y aplaudían durante los eventos de la Arena Gangneung y el Centro de Hockey en Kwandong.
En más de una ocasión la coreografía estuvo acompañada de la bandera de unificación de Corea. Sin embargo, su papel en estos juegos ha sido polémico, pues el mensaje de paz y unidad se contrapone al especial cuidado que ponen los agentes de seguridad norcoreanos para evitar la interacción de estas mujeres con personajes externos.
El equipo varonil de hockey de Rusia desafió las reglas y demostró orgullo patriótico al cantar su himno nacional durante el partido final, donde los jugadores se colgaron la medalla de oro. Recordemos que los deportistas rusos compitieron bajo la bandera olímpica por los problemas de dopaje suscitados en otros de sus atletas previo a PyeongChang 2018, por lo cual corear su himno representa una violación a la neutralidad impuesta por el Comité Olímpico Internacional.
Corea del Sur ha entregado la estafeta a China. La euforia deportiva aún no termina en el continente asiático, Beijing 2022 nos espera para ser la sede de la siguiente edición de Juegos Olímpicos de Invierno. En la ceremonia de clausura China envió un mensaje por parte de familias, deportistas y del mismo presidente de aquel país en el que nos invitaban para la próxima edición. La tecnología no faltó, pero también nos dejaron el recordatorio de que el oso panda es de suma importancia para ellos.
PyeongChang nos dice adiós, no sin antes albergar a los Juegos Paralímpicos de invierno del 9 al 18 de marzo. Además deja las puertas abiertas en el continente asiático para ser partícipes de los Juegos Olímpicos de verano en Japón 2020, la edición invernal en Beijing 2022 y no hay que olvidarnos del Mundial de Rusia próximo a iniciar. Aún nos queda mucho por ver, ¿qué sorpresas nos dejarán las próximas ediciones?
No se pierdan la cobertura especial que tendremos en K-magazine durante el Mundial de Rusia 2018, Japón 2020 y Beijing 2022.
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