Netflix: Las mentes de sus animes

Netflix ha puesto gran interés en el entretenimiento asiático, no sólo en los dramas también en los animes.

Desde hace uno meses la plataforma de Netflix anunció el documental Las mentes del anime, que habla sobre la industria de la animación japonesa a través de entrevistas con algunos creadores del anime.

En los avances el documental prometían un producto con el que los fans del anime quedarían conformes, sin embargo, Las mentes del anime termina siendo una palmadita en las espalda para sus contenidos. 

El documental parte de la idea de descubrir qué es el anime, lo qué significa, cómo es su creación y cuál es la principal causa de su popularidad. Con ese argumento parte la narradora Alex Burunova, quien pretende conocer la animación japonesa sin profundizar en ella. 

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Las mentes del anime aparentemente es dirigido a quienes desconocen el inmenso mundo de la animación japonesa y que sólo están interesados en los productos que la plataforma ha creado, pues cada uno de los animes de los que habla son producciones propias. 

Es bien sabido entre los espectadores de Netflix que la empresa suele añadir autopublicidad, haciendo pequeñas menciones dentro de sus series. Tal es el caso de Big Mouth o en ocasiones un poco más obvias como en Bandersnatch, película de la serie Black Mirror. 

Pero en esta ocasión la publicidad abarca toda una hora de sus productos y lo increíbles que han sido, de acuerdo a su perspectiva. Lo cual como espectador puede llegar a ser molesto porque el documental no aborda a los creadores de antaño de la industria japonesa o cómo se convirtió en lo que ahora es.

¿De qué va en realidad el documental?

El producto audiovisual inicia con entrevistas de quienes producen los animes de Netflix, arroja sin dudar una serie de alabanzas a sus producciones, desde los recientes  Kengan Ashura  y  Saint Seiya, hasta  7 Seeds,  Castlevania, Aggretsuko y  Rilakkuma y Kaoru. 

La narradora se sumerge en la cultura japonesa, explorando cosas como la geografía del país, los modos de transporte, la ética laboral y la comida. También muestra un poco del universo de los mangas, de los cuales en su mayoría surgen los animes. 

Las entrevistas y los cortos de las diferentes series de anime que se muestran a lo largo del documental fueron entretenidos y fáciles de ver, sin dejar a un lado que los fragmentos presentados fueron superficiales. 

Dentro del documental Netflix daba pequeños guiños de sus próximos lanzamientos como Cannon Busters, Ultraman y Ghost in the Shell: SAC_2045. Pero en ningún momento profundizó en las series originales, sólo en los creadores de sus nuevos productos.

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Dentro de la animación japonesa existen muchos animes que se han convertido en clásicos, sin embargo la plataforma no habló de alguno de ellos, ni mucho menos entrevistó a sus creadores.  

Hay un breve interludio en el que aparece Evangelion, o más específicamente su famoso tema de apertura The Cruel Angel’s Thesis y su artista original Yoko Takahashi. E. 

Y Burunova apenas recorre la superficie de la influencia de Evangelion en el anime de hoy, dejando a cualquiera que quiera adentrarse a este mundo sin saber datos relevantes sobre la verdadera naturaleza de EVA en la industria. 

El documental se desmorona poco a poco, a tal grado que no podría catalogarse como tal, pues no profundiza en ninguno de los temas, ni llega a una conclusión.

“Hecho por inadaptados, para otros inadaptados”

Una de las pocas cosas que resaltó el documental Las mentes del anime fue la dedicación de los productores, que si bien Netflix utilizó como publicidad dicho documental, el trabajo de quienes están involucrados no es demeritado. 

Cada uno de los entrevistados cuenta un poco de la experiencia de trabajar con Netflix, cada uno de ellos menciona lo agotador que es colaborar en ese tipo de proyectos. 

Una pregunta que le hacen a cada uno de los creadores es “¿qué harías si tuvieras tiempo libre?” cada uno de ellos responde lo mismo, dormir. Aquellos que conocen sobre la cultura asiática sabrán que son muy comprometidos con su trabajo y que su ética laboral es muy exigente. 

Y aunque la narradora no demerita el trabajo de cada uno de ellos, una frase que resalta, con la cual la joven nos intenta meter en el mundo del anime y definirlo es: “hecho por inadaptados, para otros inadaptados”. Lo cual fácilmente puede ser despectivo para los fans. 

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La narradora no sólo se atreve a criticar el estilo de vida de cada uno de ellos, también de una sociedad entera que tiene como modo de expresión la animación y que en cada una de ellas intentan generar arte. 

Con tales críticas por parte de su narradora y la poca información que brinda Netflix, también deja ver  una desconexión entre los creadores occidentales del anime de Netflix y sus homólogos japoneses, siendo sus personalidades excéntricas y reservadas, respectivamente. 

El documental se convierte en una película de dos mitades: lo cual no parece dar sentido al producto audiovisual. 

Si lo que te interesa es conocer las mentes originales del anime, este documental puede dejarte más confundido, quizá no sería una buena forma de iniciar si lo que te interesa es conocer a las mentes originales del anime.

Aunque si no conoces mucho y te gustan los productos de Netflix, podría ser una buena oportunidad para saber cómo es que ellos se sumaron a uno de los contenidos más populares del planeta.