Haedong Yonggunsa es un emblemático templo budista ubicado a las afueras de la ciudad sureña Busan. Fue construido durante la dinastía Goryeo, en el año 1376, por el monje Naong hwasang. Este bello recinto era conocido anteriormente como Bomoonsa, pero actualmente se le conoce como Haedong Yonggunsa (해동용궁사).
En la guerra Imjin, durante la primera invasión japonesa a la península coreana en 1592, el templo fue destruido casi en su totalidad y abandonado. Esto provocó una gran pérdida de elementos culturales representativos de este templo así como del budismo coreano. No fue hasta 1970 que se le dio el mantenimiento y la reconstrucción que necesitaba.
La belleza sin igual de este templo reside en la hermosa vista que ofrece a sus visitantes. Pues después de bajar los más de 100 escalones que van desde la entrada hasta el templo se puede apreciar un escenario sin igual. Una convergencia entre la hermosa arquitectura del templo y la belleza del mar del sur de Corea.
Por otro lado, en el camino hasta llegar al recinto budista se pueden encontrar estatuas que representan a los 12 signos zodiacales chinos. Así como también imágenes de diferentes budas y otras efigies referentes al budismo. Pero sin lugar a dudas lo que más roba la mirada de sus visitantes es el buda dorado justo al lado el mar. Un buda enorme que pareciera como si estuviera ahí meditando y cuidando el templo mismo.
Este hermoso lugar, a pesar de su pequeño tamaño comparado con otros templos, es considerado por el sitio Visit Korea como uno de los tres templos más representativos de Corea del Sur. Además, el templo Haedong Yonggungsa es de los más visitados y promete a sus visitantes que al recorrer cada uno de sus rincones tendrán una experiencia mágica y sinigual.