La ceremonia del té en Japón es un arte con más de 800 años de antigüedad y es uno de los elementos más destacados de la cultura japonesa.
Por: Aura Resendiz
La ceremonia del té o chanoyu (茶の湯 ,en japonés) es una práctica que conjuga la tradición, el arte, la cultura y la filosofía japonesa. Esta ceremonia tiene su origen en el budismo zen. Se destaca por una serie de normas protocolarias, las cuales deben de seguirse en la preparación, la presentación y la degustación exclusivamente del té verde o matcha.
La sencillez es un elemento clave de la ceremonia del té, pues permite valorar y apreciar las cosas que nos rodean durante la ceremonia. Cada instante que transcurre dentro de la ceremonia del té es un momento para reflexionar sobre la vida y sobre uno mismo.
A través del camino del té o chado ( 茶道,en japonés), los participantes se preparan durante muchos años para perfeccionar el arte del té. Sin embargo, el camino del té no sólo es una práctica para dominar los procedimientos detrás de la preparación y degustación del té, sino un modo y filosofía de vida. Además, esta ceremonia agrupa otras expresiones o ‘caminos de la vida’ de la cultura japonesa como el Ikebana (生け花、camino del arte de las flores) y el Shodo (書道、el camino de la escritura, el arte de la caligrafía japonesa).
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De la ostentación a la sencillez
El té llegó a Japón en el siglo VIII. No obstante, fue hasta el período Kamakura (1185-1333) que el método para preparar té se importó de China. El monje budista Eisai Myoan (1141-1215) popularizó el uso del té en los templos budistas como una ayuda para que los monjes se mantuvieran despiertos durante la meditación.
Durante el período Muromachi de la historia de Japón (1336-1573), la preparación y la degustación del té se extendió a las reuniones y banquetes de los samuráis y la nobleza. En ese entonces, su uso tenía un significado muy distinto, pues era una forma de presumir el lujo y la ostentación. Esta práctica se transformó con la llegada de Murata Juko, el maestro del té del octavo shogun del período Muromachi. Este maestro introdujo el wabicha (わび茶 ,en japonés), un estilo que enfatiza la sencillez detrás de la ceremonia del té.
El maestro Sen no Rikyu (1521-1591) continuó con la tradición de Murata Juko y perfeccionó el estilo wabicha. A partir de entonces, la ceremonia del té adquirió los significados que tiene en la actualidad: armonía (wa 和), respeto (kei 敬), pureza (sei) y tranquilidad (jaku). Asimismo se constituyó como un arte de la contemplación de las cosas pequeñas.
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Las reglas de cortesía y etiqueta en la ceremonia del té
Detrás de la belleza y singularidad de la ceremonia del té japonesa, hay toda una serie de reglas protocolarias que deben de seguirse al pie de la letra. En caso de no hacerlo, se corre el riesgo de romper la armonía y el propósito de la ceremonia.
Cada uno de los pasos que deben de seguirse en la preparación y degustación del té están acompañados de movimientos de manos y cuerpo perfectamente definidos. La delicadeza y la elegancia con la que se realiza cada uno de estos movimientos otorgan un estilo único a la ceremonia.
Los invitados pueden usar la vestimenta tradicional japonesa o, en su caso, ropa casual. Sin embargo, en ambos casos, deben ser en tonos suaves y con diseños sencillos. Es preferible el uso de los calcetines tradicionales japoneses conocidos como tabi, los cuales se distinguen por la separación del pulgar. Por otro lado, se recomienda que los invitados no lleven relojes o joyería porque pueden dañar los cuencos de cerámica en donde se sirve el té. Asimismo, tampoco debe usarse perfume porque puede ocultar el olor del té.
Durante la ceremonia, el silencio es primordial. Sin él, no se podría disfrutar de los llamados sonidos del té, es decir, el sonido del agua que hierve o el golpeteo de la cucharilla al echar el té, entre otros. Además, el silencio permite que los participantes puedan apreciar cada detalle de la ceremonia.
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La ceremonia el té
Una ceremonia del té formal tiene una duración de 4 horas. Esta incluye el consumo del Kaiseki (pequeños platillos elaborados con ingredientes de la más alta calidad y frescura; se caracterizan por su presentación sumamente estética) y la degustación de dos clases diferentes de té verde: el koicha (té grueso o con mayor concentración de matcha) y el usucha (té ligero o con menor concentración de matcha).
La ceremonia se realiza en una Casa del Té que suele tener tres habitaciones: un vestíbulo, la antecámara y el salón del té. Ademas debe estar rodeada por un jardín, similar a los jardines de los templos budistas de las montañas. El jardín es una pieza fundamental en la ceremonia del té. Esto es debido a la paz y serenidad que conlleva su contemplación.
En la sala principal, se encuentra el tokonoma (床の間,una pequeña estancia elevada y sagrada) que usualmente está decorado con alguna pintura paisajista, un arreglo floral o con una pieza de caligrafía. En el transcurso de ceremonia, los participantes pueden disfrutar de la belleza de estas distintas expresiones artísticas y culturales niponas.
Para ingresar a la Casa del Té, los invitados deben atravesar un sendero. Al llegar a la Casa, los invitados deben esperar en el vestíbulo, en donde se les servirá un tazón de agua caliente que posteriormente será utilizado en la ceremonia. Antes de ingresar al salón de té, los invitados deben lavar sus manos y boca en una fuente. Esto se realiza con la finalidad de purificar el alma y el cuerpo. Posteriormente, deben agacharse para atravesar la pequeña puerta de entrada. Todo ello como un símbolo de humildad y consideración.
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Después de una reverencia, el maestro de ceremonias sirve el kaiseki o comida ligera a los invitados. Posteriormente, el maestro les indica que se retiren al jardín para descansar. Esta pausa intermedia se conoce como Naka-dachi. Después, el sonido del gong (instrumento de metal que es un disco de metal) marca el inicio de la segunda etapa denominada Goza-iri. En esta etapa, antes de ingresar, los invitados deben volver a lavarse manos y boca.
Mientras se hierve el agua, el maestro muestra los utensilios y los limpia con el fukusa o pañuelo de seda. En cuanto a la preparación de la bebida, con el chasen (una cucharita de bambú) se mide la cantidad correcta y se sirve el té verde o koicha (té espeso) en un tazón. Posteriormente, el maestro utiliza el hishaku para servir el agua caliente y toma el batidor de bambú o chasen para mezclar el té con el agua. Por último, el maestro sujeta el tazón con la mano derecha mientras la palma izquierda queda debajo del recipiente. Da dos vueltas a la derecha al tazón y lo deja sobre el tatami.
El invitado debe recibir el té con una reverencia. Toma de la misma forma el tazón y también da dos vueltas antes de la degustación del té. Posteriormente, limpia el borde del tazón con un pañuelo conocido como chakin. Nuevamente da dos vueltas al tazón y lo deja sobre el tatami para que el maestro pueda tomarlo.
En la etapa final de la ceremonia, se sirve el usucha o té ligero, el cual es más espumoso que el koicha. Se repiten los mismos pasos de preparación y degustación que en la etapa anterior y finalmente la ceremonia culmina con una reverencia.
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La ceremonia del té en la actualidad
Actualmente, hay muchas personas que están muy interesadas en aprender el arte del té e, incluso, se ha extendido su práctica en diversas partes del mundo.
A lo largo del tiempo, la ceremonia del té ha sufrido un par de modificaciones. Una de ellas se debe al elevado precio de las Casas de Té, lo que ha llevado a realizar esta ceremonia en otros recintos. Asimismo, se ha acortado su duración a una hora, debido al ritmo de vida acelerado y a las condiciones de la actualidad. A pesar de todo esto, la ceremonia del té sigue siendo un elemento importante dentro de la cultura japonesa.
Como puedes notar la detallada y elegante práctica de la ceremonia del té va más allá de la preparación y degustación del té verde. Es una invitación para conocer y apreciar un estilo y filosofía de vida. ¿Te gustaría experimentar esta ceremonia japonesa?