Joey Rivas
El chamanismo coreano, también conocido como Muísmo de la palabra Mugyo (무교) (en coreano: ‘la religión de los chamanes’) o Sinismo de la palabra Singyo (신교 en hanja, 神) traducido como “religión de los dioses”, es la religión tradicional de Corea. Esta creencia tiene aproximadamente de 5 a 15 millones de seguidores.
Definición del chamanismo
El chamanismo se define como una filosofía de vida que se centra en la creencia de buenos y malos espíritus que pueden ser influenciados solo por los chamanes. Se cree que cuando los chamanes, considerados mediadores espirituales, danzan durante sus rituales, entran en trance y sus almas salen de sus cuerpos para ir al mundo de los espíritus.
Cuando caen en éxtasis, el chamán se comunica directamente con los espíritus y muestra un poder así como un conocimiento sobrenatural. De esta manera al chamán se le adjudica el rol de intermediario entre los humanos y lo sobrenatural. Su comunicación con la gente es para invocar sus deseos mientras que su comunicación con los espíritus es para revelar su voluntad.
Los dones que posee un chamán le permiten distinguirse de los demás miembros de la sociedad desde tiempos muy antiguos. Se cree que el chamanismo existe desde varios siglos antes del cristianismo, aunque no se ha podido demostrar el período con exactitud. La creencia de que el chamán se comunica con los espíritus le da autoridad sobre la comunidad.
En las antiguas sociedades ordenadas por tribus, el chamán asumía el rol de líder, pues sus poderes sobrenaturales contribuían al interés común.
Características del chamanismo coreano
En Corea, para demostrar que un chamán tiene el derecho a tener este cargo, debe poseer ciertas características:
- El chamán debe haber experimentado la tortura de los espíritus al ser elegido para esta vocación. Este tipo de chamanes debieron haber sufrido una grave enfermedad durante meses o años. En promedio dicha enfermedad dura alrededor de ocho años, pero hay quienes la han padecido hasta 30 años. Tal enfermedad consiste en una inestabilidad psicológica en la que la persona deja de comer normalmente y comienza a vagabundear. Cuando la persona recibe alivio, este debe ser sin intervención médica. Después de este conflictivo período el nuevo chamán deberá vivir como aprendiz en casa de un padrino o madrina.
- El chamán también debe ser capaz de oficiar ritos en los que se cree que se comunica con los espíritus.
- El chamán necesita ser reconocido como un líder religioso con la habilidad de satisfacer las necesidades espirituales que la comunidad le exige.
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En general, los chamanes coreanos se dividen en dos tipos de acuerdo con el proceso de iniciación. Están aquellos que son elegidos por los espíritus y los que heredan la vocación a partir de sus ancestros.
Quienes son escogidos por los espíritus poseen poderes para aliviar enfermedades y predecir el futuro. Durante estos ritos hay música generada con instrumentos de percusión que se tocan en un ritmo rápido para acompañar al chamán mientras cae en éxtasis al danzar
Los chamanes que heredan tal título por lo regular carecen de poderes trascendentales y no es necesario que hayan sufrido alguna enfermedad. Su rol se limita a la ejecución de rituales y durante estos, el chamán no está obligado a entrar en trance ni a reverenciar a un espíritu en especial. Tampoco construyen o conservan altares, pero sí utilizan música que incluye instrumentos de cuerdas, de viento, además de los de percusión. El ritmo es más lento que el utilizado por los chamanes “poseídos”.
En general los rituales se dividen en tres tipos según los espíritus a los que se dirigen los chamanes: espíritus que cuidan una familia, espíritus tutelares de la comunidad y espíritus o deidades del universo.
Con frecuencia los rituales chamánicos se ejecutan para invocar la felicidad. Antiguamente éstos se realizaban sin diferencias sociales e incluían tanto a la realeza como a los habitantes de poblaciones remotas.
Lo anterior se puede comprobar por los diferentes registros históricos que afirman que en la Dinastía Koryo existieron diez templos en los que se invoca la paz y la prosperidad de la nación.
Otro tipo de rituales se dedica a curar enfermedades consideradas como resultado de la influencia de los espíritus, donde sólo los chamanes pueden invocar y pedir por su curación.
De esta manera, en épocas en que las epidemias aquejaban a la población, las casas de los chamanes servían de refugio. Además, existen rituales dedicados a escoltar el espíritu de algún difunto en su jornada al cielo.
Los ritos dentro del chamanismo coreano
En cuanto al estilo, los ritos coreanos también se clasifican en tres tipos. El más simple consiste en el reclamo de oraciones a la vez que se frotan las manos. Otro estilo es en el que el chamán es poseído por algún espíritu. Por último están los ritos donde los chamanes entran en comunicación con los espíritus, pero en todo momento conservan entidades separadas.
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Desde el punto de vista del chamanismo, los seres humanos están formados por cuerpo y alma (a veces más de una alma). Cuando el cuerpo muere, el alma vive para siempre o renace. Asimismo, el chamanismo clasifica a las almas, éstas existen en el mundo de los vivos así como en el mundo de los muertos. Se considera que las almas de los muertos no tienen forma y son invisibles, pero son omnipotentes; flotan libremente sin barreras de tiempo y espacio.
Las ceremonias son el eje central del chamanismo y es a partir de ellas que el chamán se comunica con el mundo de los espíritus. En función del grado de complejidad, podemos dividir en tres grupos estos rituales:
- Los ritos más simples son los bison (비손) “frotar las manos”. Después de haber colocado una ofrenda de alimentos al espíritu en cuestión, el chamán se frota las manos al tiempo que recita una breve oración. La finalidad de este rito es, por ejemplo, la curación de pequeñas enfermedades, la buena suerte ante un viaje o mejorar las relaciones matrimoniales.
- Los ritos koseo (고서) y phudakkeori (푸닥거리) son algo más largos y complejos. Generalmente se realizan para ahuyentar a los espíritus menores o para alejar la mala suerte o pedir salud para los miembros de la familia.
- El kut (긋), la más importante de las ceremonias del chamanismo. El chamán, intercede delante de los espíritus malos para que no traigan desgracias a los humanos. Envía a los muertos al “otro mundo”, pide la ayuda de los espíritus para los enfermos, y la felicidad así como la prosperidad de los habitantes del pueblo o las familias particulares que han solicitado sus servicios. Todo ello acompañado por bailes e instrumentos tradicionales. Los rituales kut constan de 12 partes, que pueden durar desde varias horas hasta unos cuantos días.
Las chamanas y su importancia
El elemento esencial del chamanismo coreano o muísmo es la figura del chamán o la chamana. El chamán es el que da cohesión a todos el resto de elementos que constituyen las prácticas chamánicas. El chamanismo coreano tiene la peculiaridad de que la gran mayoría de los chamanes son mujeres.
Estas mujeres chamanas reciben diferentes nombres y ellas mismas se denominan de diferentes formas pero el término más extendido y genérico es el de mudang (무당). Ellas son las “profesionales” de espíritus, antepasados y dioses.
La chamana es la encargada de relacionarse con ese mundo de miles de dioses. Por eso, en el lenguaje formal, cuando uno quiere dirigirse con respeto a una chamana se le llama con el nombre de mansin (마신)que literalmente significa “10 mil dioses o espíritus”. Se le dice así ya que una mudang puede controlar todos los espíritus que existen, hasta diez mil, esta cifra en Corea se usa para indicar algo que es innumerable.
La mudang, después de ser poseída por su espíritu protector durante el rito de iniciación, naerim gut (내림 긋), llevará el espíritu a su casa. Ahí preparará un lugar especial dedicado a éste, mismo que recibe el nombre de sindang (신당). Se trata de un lugar sagrado donde se colocará un altar dedicado a su espíritu y al que sólo podrán entrar aquellos a quienes la mudang se lo permita. En las paredes del sindang colocará pinturas de los dioses chamánicos y alguna estatua.
Además, en el lugar coloca los instrumentos y todos los objetos necesarios para los ritos y las otras actividades que deberá realizar en honor a los dioses. Entre estos instrumentos chamánicos hay que destacar especialmente tres:
Myeongdo (명도), un espejo redondo convexo que es considerado uno de los instrumentos más importantes de las mudang y representa al sol, la luna y las siete estrellas. Bangul (방울), el árbol de cascabeles que usa durante los ritos para convocar a los dioses, y los abanicos, buchae (부채).
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Además en esta habitación guarda todos los vestidos rituales, los instrumentos musicales, tambores y los utensilios usados para adivinación, etc. En el sindang siempre están las velas encendidas en el altar de incienso quemándose. La mudang coloca en el altar ofrendas tales como arroz, vino, dulces, frutas, e incluso dinero. El sindang es ante todo un lugar sagrado reservado para que ella pueda venerar así como también rezar a los espíritus.
El chamanismo coreano y su coexistencia con otras religiones
El chamanismo, por definición, se adapta a la filosofía dominante en la sociedad, formando un peculiar sincretismo. Así, el chamanismo se actualizó en cada período cuando otras influencias ideológicas comenzaron a dominar la ideología del pueblo coreano. Entre éstas se incluyen: el budismo, el confucianismo y el cristianismo.
Aunque las naciones del noreste de Asia no han puesto un acento en la separación entre Iglesia y Estado como en las democracias occidentales, el chamanismo nunca ha competido con otras corrientes ideológicas y teológicas para obtener poder o influencia política. Esto se debe en parte a que el chamanismo nunca se ha organizado en forma eclesiástica o doctrinaria. La historia ha mostrado que el creyente chamanista no tiene inconveniente en reverenciar o dar tributo a las demás deidades establecidas por otras corrientes.
El chamanista espera siempre que si la ayuda de una deidad es imposible, otras podrán suplirla. Así es como Buda, algunos héroes históricos (como el ex presidente Park Chung Hee) y otros dioses son reverenciados por los seguidores del chamanismo sin llegar a ningún conflicto filosófico.
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El chamanismo, así como el confucianismo, insiste constantemente en la importancia de la familia, la lealtad, el respeto a la gente mayor y el respeto al medio ambiente; a la vez que ambos se oponen al militarismo. Dadas estas convergencias, el chamanismo pudo superar la extrema desigualdad patrilineal y jerárquica que el confucianismo trajo consigo.
En cuanto al budismo, la filosofía de vida de los chamanes mostró menos puntos en común que con el confucianismo, sin embargo, siempre estuvieron de acuerdo en su aversión por la destrucción de la vida animal, su orientación con respecto a la política así como en la creencia en la inexorabilidad de la recompensa y retribución de las acciones terrenas.
A pesar de ello, existen serias divergencias entre los dos. Pues el budismo se basa en lo metafísico y trascendental que el ser humano puede alcanzar bajo su propia óptica, de manera que la iluminación se alcanza con base en los esfuerzos del individuo. Para el chamanismo, por el contrario, la iluminación sólo puede alcanzarse mediante un esfuerzo comunitario.
Es así como el chamanismo coreano ha sobrevivido hasta la actualidad y se encuentra aún entre los principios que rigen la vida de los coreanos modernos. Decisiones trascendentales tanto del individuo como de comunidades enteras todavía deben obtener el visto bueno y el consejo de algún chamán para el tiempo y la ubicación en que éstas deben llevarse a cabo.
Un ejemplo muy claro son los negocios y las empresas, la compatibilidad entre futuros esposos, fechas de matrimonios, inauguraciones, posiciones geográficas y orientaciones espaciales. Todas estas cuestiones son todavía comúnmente determinadas por algún consejero chamán.
