Ju-On: Orígenes está basada en la exitosa historia del director Takashi Shimizu, la cual tiene 12 largometrajes, además de una serie de cómics y videojuegos.
El 3 de julio Netflix estrenó la primera serie que se realiza sobre la historia de Ju-On (La maldición), una de las historias de horror más populares en Japón, incluso llegó a Hollywood con una serie de películas que la hicieron popular por todo el mundo.
Todo inició con los dos primeros cortometrajes de Takashi Shimizu en 1988, Katasumi y 4444444444. En ellos aparecen por primera vez los personajes centrales de la franquicia Ju-On, el espíritu de la madre que se arrastra por el suelo y pequeño niño que maúlla como un gato.
Los cortometrajes de Shimizu fueron presentados en la cadena televisiva Gakkō no kaidan G, el impacto que causó el joven recién egresado de la escuela de cine fue un inimaginable.
La palabra Ju-On se traduce literalmente como “rencor de maldición”. Lo cual hace referencia directa a los sucesos que la historia relata a lo largo de todas sus adaptaciones, una mujer que fue brutalmente asesinada por su esposo, como consecuencia del rencor nació una maldición contra quien fuera su cónyuge.
Esta es una leyenda urbana muy arraigada en la cultura japonesa, no sólo para los fanáticos del cine de horror de ese país, también de forma internacional. Pues la historia de una maldición infinita enamoró a más de una persona, incluso es recurrente en diferentes leyendas urbanas de personas que fueron asesinadas de manera cruel, luego de tener una vida complicada.
La leyenda narra la historia de Kayako una joven solitaria que fue abandonada por sus padres cuando era niña, mientras crecía su vida era cada vez más solitaria. Cuando conoció a Taeko Saeki se enamoraron perdidamente y se casaron. Tuvieron un hijo juntos al que llamaron Toshio, quién tenía un gato negro de mascota.
Kayako siempre fue una joven marginada que no lograba entablar conversaciones con las personas, sin embargo, ella solía escribir sus fantasías amorosas en su diario cuando era adolescente. Saeki era un hombre inseguro que constantemente pensaba que su esposa lo engañaba, cuando encontró el diario de Kayako la furia y los celos lo invadieron.
Lleno de ira, Saeki atacó brutalmente a Kayako con un cuchillo hasta cortarle la garganta, pese a esas heridas ella aún continuaba con vida. Lo único que ella pudo hacer para pedir ayuda fue el inquietante graznido que ahora conocemos.
Saeki envolvió el cuerpo de Kayako en una bolsa y lo llevó al ático. Luego de ello mató a su hijo y al gato en el baño. Tras el trágico accidente Kayako regresó a cobrar venganza contra su marido, ahorcándolo con su larga cabellera negra.
La leyenda urbana cuenta que toda aquella persona que tiene contacto con la casa de Kayako será perseguido por la maldición hasta la muerte.
Esta leyenda urbana está inspirada a su vez en el mito de Onryo, esta creencia tradicional japonesa dice que cada ser humano tiene un alma llamada Tamashii o Reikon. Dicha alma se puede convertir en un protector para los miembros restantes de la familia.
Sin embargo, si una persona tiene una muerte brutal y antinatural, incluso si sus ritos finales no se realizan de la forma adecuada, el tamashi se convierte en un Onryo, un poderoso espíritu que busca vengarse de cualquiera que se cruce en su camino.
Estos espíritus se alimentan por medio de la venganza, además causan una terrible maldición sobre las personas o lugares que atormentan, esta maldición se puede transmitir entre las personas. El Onryo es uno de los fantasmas más destructivos.
Este personaje juega un papel muy importante dentro del folklore y la mitología japonesa, este mito fue representado en diferentes formatos culturales como cine, teatro y literatura. Este último tiene una de las historias sobre Onryo más popular en la cual se cree se basó en la conocida serie de Jun-On.
La historia de Oiwa se remonta al período de Edo. Tamiya y su esposa Oiwa eran felices hasta que conoció a la esposa de su jefe, traicionado el amor que su mujer siempre profeso por él.
Tamiya tuvo un hijo con su amante, cuando Oiwa se enteró de lo sucedido enloqueció y desapareció, desde entonces todas las personas cercanas a su esposo comenzaron a morir de forma antinatural, esto no se detuvo aquí pues quienes se mudaban al sitio donde vivó Tamiya sufrían de incidentes extraños.
El cuento viene acompañado con la advertencia para aquellos que vuelvan a contar la historia de Oiwa, sufrirán heridas e incluso la muerte.
El creador de esta gran franquicia de Ju-On, Shimizu, afirma que la inspiración para el aspecto espectral que conocemos hoy en día de los personajes provino de un grupo de baile de Butoh que solía espantarlo cuando era pequeño.
Butoh o la danza de la oscuridad, se refiere a todas aquellas danzas que no entran en la categoría tradicional en Japón, todo aquello que es tabú es parte de esta danza. Tuvo sus orígenes en la posguerra después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki como una expresión del dolor de aquellos que sufrieron esta desgracia.
La característica principal de la danza Butoh es que la mayoría de los bailarines están completamente pintados de blanco y sus movimientos son extremadamente lentos y fuera de lo común y sumamente expresivos. Tal y como aparecen los fantasmas de Shimizu.
La nueva serie de Ju-On tiene toda una historia de éxito y mitos alrededor de ella, sin duda es una serie que no debes dejar pasar.
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