Lo que aprendimos con ‘A todos los chicos: Para siempre’

A todos los chicos: Para Siempre llegó a su fin. La historia de amor de Lara Jean con Peter Kavinsky nos regaló momentos que no olvidaremos.

Una de las trilogías más exitosas de Netflix sobre romance adolescente llegó a su final hace unos días. Aunque para algunos las películas románticas juveniles están llenas de clichés, A todos los chicos: Para siempre tiene a una protagonista con ascendencia coreana, lo cual le da un toque diferente. 

A lo largo de tres películas conocimos la historia de amor entre Peter (Noah Centineo) y Lara Jean (Lana Condor). Un romance juvenil lleno de altibajos y grandes momentos que lograron enamorar a los espectadores. Es por ello que haremos un recorrido por algunos de los aprendizajes que nos dejó esta última entrega.

Ver  películas con pareja es lo mejor

Si eres fan de las referencias dentro de los K-dramas, A todos los chicos: Para Siempre te fascinará. Estas películas, que con el tiempo se convirtieron en un icono para algunas generaciones, estuvieron presentes dentro de la historia.

Cuando Lara Jean y Peter Kavisnky van al boliche, usan ropa de pareja. Justo cuando están apunto de despedirse, ella le pregunta si le gustó su camisa, a lo que él responde que sí, que incluso la llevaría a la escuela, pero no es miércoles.  Una clara referencia a la película Chicas Pesadas. 

Además, en el momento que Lara Jean tacha las películas que vio junto a su amado, podemos ver algunos de los títulos de otras cintas. Entre ellos sobresale Shazam!, filme en el que Ross Butler (Trevor) participa.

Otra referencia que las y los amantes de Orgullo y Prejuicio no dejaron pasar desapercibida sucede cuando Peter y Lara están en el baile de graduación. Ella le pregunta: “Sr. Kavinsky, ¿usted baila?”, mientras que Peter le responde: “No si puedo evitarlo”. Una frase icónica de la película basada en la novela de Jane Austen.

A todos los chicos: Para Siempre, la literatura para conquistar

Es bien conocido que la película está basada en el libro del mismo nombre, de Jenny Han, por lo que las referencias a la literatura no se ocultan. Una vez más, están presentes las que tienen que ver con Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen, ya que en dos ocasiones se ve a Lara Jean leyéndolo. Lo que nos deja claro que ella es fan de los libros y las adaptaciones. 

Incluso en una escena, ella compara su relación con Romeo y Julieta, otro clásico de la literatura, de William Shakespeare, pero sin todo lo trágico de ese amor. Sin embargo, entre las menciones aparece nuevamente el poeta maldito, Edgar Allan Poe. 

Recordarán que en la segunda entrega de la trilogía, Peter Kavinsky le entrega un poema a Lara, diciendo que él lo escribió. Pero más adelante ella descubre su mentira, no obstante agradece el detalle de pensar en ella con el poema Annabel Lee, de Poe.

En la tercera entrega, mientras ambos intercambian anuarios para escribir, Lara le dice que nada de poemas de poetas que llevan más de cien años muertos. Así es, Edgar Allan Poe se vuelve a hacer presente. 

“Mis planes no van a cambiar por un hombre”… señales de girl power!

La trama de esta última película giró en torno a las decisiones que uno toma cuando es joven, mismas que afectan el futuro.

Es obvio que el centro de la película es una chica, Lara Jean. Pero Christine (Madeleine Arthur), Margot (Janel Parrish), y Kitty (Anna Cathcart) son quienes le dan empujoncitos para que ella pueda aprender a tomar sus propias decisiones y no tener miedo. 

Margot la ayuda a que aprenda en este aspecto, a que no se deje influenciar por otros o, en su caso, por amor. Las relaciones pueden o no terminar, pero siempre le deja claro que lo que importa es lo que ella quiere. 

Christine, su mejor amiga, muestra girl power con sus acciones. Pese a que decide regresar con Trevor, no deja que sus emociones la afecten en su toma de decisiones para ir a la universidad, contrario a lo que hace en un inicio Lara Jean. Incluso le dice: “Mis planes no van a cambiar por un hombre”.

La vida es mejor con música

Musicalizar cada uno de los momentos de nuestra vida es algo muy común, y cada una de las canciones que usan en la cinta reflejan sus mejores momentos. Si eres fan de BLACKPINK, seguro notaste la presencia de “Pretty Savage” mientras Lara Jean preparaba su maleta para ir a conocer Nueva York. Y, obviamente, al inicio de la película, “Gee”, de Girls’ Generation. 

Sin embargo, algo por lo que ella parece muy preocupada es por la canción que será suya y de Peter. Una melodía que para ambos signifique algo muy importante y que sea un detonador para pensar el uno en el otro. 

La búsqueda de ese tema para no terminar, no es hasta que ella la encuentra en el lugar menos esperado. Mientras ella está en una fiesta de universitarios escucha “Beginning Middle End”, de Leah Nobel, no puede evitar pensar en su amado, y así decide que esa será su canción.

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La historia entre Lara Jean y Peter Kavinsky llegó a su fin, pero las películas de A todos los chicos siempre estarán en nuestros corazones con cada una de sus escenas y momentos icónicos.

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