¿Quién es Cho Doo Soon, la historia del hombre más odiado de Corea?

April 26, 2022
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Cho Doo Soon, el hombre más odiado de Corea del Sur.

Cho Doo Soon es uno de los hombres más odiados en Corea del Sur por los crímenes que cometió, así como por la injusticia e impunidad de su caso.    

La sociedad no olvida, y Cho Doo Soon es muestra de ello. A más de una década de su sentencia y a casi dos años de su liberación, Cho continúa en el centro de la opinión pública no sólo por sus crímenes, sino también por la forma en la que respondió el gobierno surcoreano ante estos.

Aunque películas como Hope han abordado el tema, en esta ocasión hablaremos sobre la historia de Cho Doo Soon, desde su caso en 2008 hasta su liberación en 2020, así comootros sucesos que lo convirtieron en el hombre más odiado de Corea del Sur

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Cho Doo Soon: El caso que indignó a Corea del Sur

El 11 de diciembre de 2008 Cho Doo Soon, en ese entonces de 57 años, secuestró y abusó sexualmente de una niña de 8 años en el baño de una iglesia en Ansan, Corea del Sur

La víctima tuvo que someterse a una cirugía de ocho horas, que logró salvarle la vida. Sin embargo, el crimen le dejó heridas, tanto físicas como psicológicas, irreparables. 

Las consecuencias para su salud física fueron tales, que el 80% de sus órganos y extremidades inferiores dejaron de ser funcionales, según denuncia el medio surcoreano Korea Jong and Daily.  

escena de Hope

Escena de la película

Durante la investigación, la policía encontró sangre de la víctima en los zapatos y en la ropa de Cho, evidencia que motivó su arresto días después. A pesar de las pruebas, negó su relación con el crimen, excusándose de no recordar nada. 

“Era un mentiroso tan descarado”, acusó el detective a cargo de su caso durante su juicio en septiembre de 2009. 

Sin embargo, este no fue el primer delito que cometió Cho Doo Soon. En 1983 pasó tres años en prisión por violación. 

Asimismo, en su historial se encuentran otros 14 delitos, principalmente sexuales, por lo que recibió una condena de siete años y cuatro meses en la cárcel, según informes de la policía surcoreana citadas por el medio Korea Joong ang daily y The Korea Times

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Una sentencia insuficiente

En septiembre de 2009, el Tribunal de Distrito de Suwon condenó a Cho Doo Soon a 12 años de prisión. Asimismo, se le impuso el uso de una tobillera electrónica durante 7 años más, luego de su liberación. 

En Corea del Sur, los delitos de violación tienen una pena máxima de 15 años en prisión. Sin embargo, el Tribunal de Distrito declaró que para su decisión tomó en cuenta que Cho estaba borracho cuando cometió el crimen. 

Para el órgano de justicia, a causa de su estado de ebriedad, Cho se encontraba “más débil mental y físicamente”, según cita Korea Joon ang Daily

El sistema legal surcoreano permite a los jueces reducir las condenas en caso de que el infractor haya cometido el crimen mientras se encontraba en estado de ebriedad. 

La sentencia de la Corte motivó una ola de protestas en la sociedad surcoreana, que denunciaban la indulgencia de las autoridades judiciales respecto al caso. 

“Creo que los organismos encargados de hacer cumplir la ley de Corea son excesivamente generosos con los agresores sexuales. A pesar de años de peticiones del público general, las leyes no han cambiado. Me preguntó qué le pasa a esta sociedad”, resaltó una ciudadana surcoreana a Korea Joon and Daily en 2009. 

En aquel entonces, los sitios web de la Casa Azul, así como del Ministerio de Género y el de Justicia se llenaron de publicaciones que exigían castigos más severos para Cho, como pena de muerte o cadena perpetua. Pues consideraban que 12 años era demasiado corto para los crímenes que cometió.   

Cabe destacar que, aunque el sistema jurídico surcoreano permita la pena de muerte, esta no ha sido aplicada desde 1997. 

A pesar de las protestas y una apelación de Cho, la Corte Suprema de Corea del Sur confirmó la pena de 12 años en 2009.

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La liberación de Cho Doo Soon

Meses antes de la liberación de Cho Doo Soon, la sociedad surcoreana se unió para exigir al gobierno un nuevo juicio. Sin embargo, la legislación prohíbe juzgar a una persona por el mismo delito, por lo que la Corte no podía aprobar una pena adicional.

A pesar de las peticiones en línea y las protestas, Cho salió de prisión el 12 de diciembre de 2020. Tras su liberación, un grupo de manifestantes lo recibió con gritos que exigían un castigo más severo. Algunos le aventaron huevos y patearon el vehículo que lo llevaría nuevamente a Ansan. 

La liberación de Cho Doo Son no sólo causó controversia en Corea del Sur por la corta duración de su condena, sino también el hecho que, al salir de prisión, regresaría a Ansan, el mismo lugar donde cometió el crimen y el hogar de su víctima.

A finales de 2020, medios denunciaron que la nueva residencia de Cho estaba a tan solo a 1 KM de la casa de su víctima, conocida bajo el seudónimo de Na-young. Situación que obligó a ella y a su familia a mudarse lejos de su agresor.

“No queríamos huir, pero no teníamos otra opción. También quería enviar un mensaje de que el gobierno no hizo nada más que obligar a la víctima a esconderse”, declaró el padre de Na-young a la BBC.

Ante la oposición y rechazo de los residentes de Ansan, la policía local afirmó que un oficial de libertad condicional vigilaría a Cho las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sin embargo, no de forma presencial, sino a través del monitoreo de su tobillera electrónica, que debe usar durante 7 años más. 

Asimismo, la policía de Ansan instaló cámaras de vigilancia, así como cabinas policiales cerca de la residencia de Cho.  

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Cho Doo Soon: Un caso que muestra la injusticia e impunidad en Corea

Cho-Doo-soon en el 2020

Cho-Doo-soon en el 2020

Sin duda, el caso de Cho Doo Soon marcó un antes y un después en Corea del Sur. Pues  motivó que la sociedad no sólo discutiera, sino que también criticara al sistema de justicia surcoreana y su respuesta contra los delitos sexuales.   

El caso de Cho impulsó varias iniciativas de ley que pretendían enviarlo a un nuevo sitio de reclusión para evitar su reinserción a la sociedad. Sin embargo, la mayoría no se aprobaron a causa de la oposición de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Corea (NHRCK). Entidad que denunció que dicha solicitud era una violación de derechos humanos contra el recluso. 

Sin embargo, proyectos como la Ley de prevención de Cho Doo Soon sí recibió la aprobación de la Asamblea Nacional. Dicha legislación exige la divulgación pública de la información personal de los delincuentes sexuales, incluida su dirección. Asimismo, les prohíbe visitar sitios destinados a infantes como escuelas. 

Asimismo, se han realizado esfuerzos para eliminar el estado de ebriedad como un atenuante de las condenas contra crímenes sexuales. Sin embargo, hasta el momento no se ha aprobado nada al respecto.

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Un sistema que revictimiza 

Pero la legislación no es lo único que debe cambiar. Pues el sistema de justicia hace todo menos que apoyar a la víctima.

“Han pasado muchos años, pero aún nada ha cambiado. La carga aún recae completamente sobre la víctima”, declaró el padre de Na-young a la BBC.

En el caso de Cho Doo Soon, Na-young  tuvo que enfrentarse a procesos judiciales que transgredieron sus derechos humanos, la revictimizaron y agravaron las consecuencias del crimen.

Tan solo durante la investigación, la oficina del fiscal a cargo del caso se disculpó con la víctima y su familia por interrogarla cinco veces sobre lo sucedido. Pues las autoridades confesaron que tuvieron problemas con la grabación, según afirma Reuters.  

Hope

Hope

Casos como el de Cho Doo Soon reflejan que los daños y las consecuencias no son sólo a corto plazo, sino algo con lo que tendrá que enfrentarse la víctima durante toda su vida.

“Los niños que son víctimas de estos horrendos crímenes deben recibir cuidados constantes y a largo plazo”, apuntó Oh Sun-young, del grupo pro derechos humanos de los niños Save the Children, a la agencia de noticias.  

Por lo que organizaciones de derechos humanos y activistas llaman a no olvidar y exigir que estos crímenes no se repitan.