The Nth Room: el escalofriante caso de crímenes sexuales de Corea

The Nth Room: el escalofriante caso de crímenes sexuales de Corea

June 10, 2020
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The Nth Room: el escalofriante caso de crímenes sexuales de Corea

Hace poco más de un año, la industria del entretenimiento coreano enfrentó uno de los escándalos más fuertes que han sacudido a Corea.

Hablamos de los chats donde idols, empresarios, entre otros más, compartían contenido sobre mujeres de las cuales habían abusado sexualmente.  

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Este 2020 no se quedó atrás con los escándalos y es que, Corea del Sur está experimentando uno de los crímenes sexuales más fuertes que han sacudido al país.

Hace tan sólo un par de meses salió a la luz una sala de chat, Nth Room, en donde cientos de chicas eran víctimas de prostitución y desde entonces el caso creció y parece no detenerse. 

¿Qué son las Nth Room?

El término “Nth Room” se utiliza para describir a las salas de chat coreanas de la plataforma de mensajería Telegram, en las cuales los usuarios producen y comercializan contenido de mujeres sexualmente deshumanizadas. 

Las víctimas, entre las cuales se encuentran muchas menores de edad, eran forzadas por los usuarios a realizar diferentes acciones para complacer sus caprichos, donde incluso las obligaban a hacer cosas extremadamente desagradables como comer heces o mutilarse a ellas mismas.

Las Nth Room aparecieron por primera vez en el año 2018, convirtiendo a Telegram en el medio perfecto para realizar tales actos.

Se descubrió que no sólo era una sala de chat, sino que existen cerca de 56 salas, cada una con categorías diferentes, con nombres como “sala de esclavos”, “sala infantil”, o “sala de violación de conocidos”.

Modus operandi de Nth Room

El modus operandi de los criminales involucró otras redes sociales como Twitter o Instagram, por donde contactaban a las víctimas para ofrecerles un “negocio” como modelos o acompañantes. 

Las chicas estudiantes de secundaria, principales víctimas, se veían tentadas, pues muchas de ellas lo veían como una manera de obtener dinero para pagar sus estudios.

De acuerdo al testimonio que una de las víctimas ofreció a un programa de radio de la CBS, después de contactarlas por esas redes sociales, el líder les pedía que se trasladaran a Telegram, donde tendrían más oportunidad de interactuar y una vez dentro, les pedía los datos de sus cuentas bancarias, así como otros datos personales como su dirección, teléfono, lista de contactos, etc. 

Después de tener toda esta información bajo su posesión, obligaba a las chicas a tomarse fotos y videos sexuales y las amenazaba con utilizar su información personal en su contra en caso de que se negaran.  

“Vamos a violarlas” era la frase más común que escribían los usuarios en las salas de chat. Además, las víctimas eran comúnmente engañadas a compartir información personal con los perpetradores, para después usar eso como soborno y conseguir que las chicas obedecieran y satisfacieran sus caprichos sexuales.

Las víctimas eran “valoradas” en base a cuán buenas o útiles serían como objetos sexuales. De alguna manera toda esta situación ha puesto en claro la manera en que la sociedad coreana percibe a las mujeres. 

***

De acuerdo con el portal Quartz, los clientes pagaban cerca de 1.5 millones de won (alrededor de $27,000 pesos mexicanos) para poder acceder a las salas.

Después de realizar el pago, dichos clientes tenían que probar que eran reales para poder acceder a las salas principales, y para esto tenían que subir videos y fotografías de su autoría donde abusaban de manera sexual de diferentes chicas.

Hasta el momento se han confirmado a 74 víctimas, entre las cuales se encuentran chicas menores de edad e incluso algunos niños.

En la red social se encontraban cerca de 260 mil usuarios que utilizaban el servicio de las salas de chat y pagaban con criptomonedas o videos sexuales de ellos mismos.

La cantidad de involucrados en el caso es bastante amplia pero lo más alarmante son las edades de los mismos, los cuales oscilan entre los 12 y 25 años.

esclavitud

Esclavitud moderna 

Debido a que las chicas eran convertidas prácticamente en esclavas, este caso cae dentro del término de la esclavitud moderna o modern slavery.

La esclavitud moderna es un término que se ha utilizado para describir situaciones en las cuales una persona engaña y amenaza a sus víctimas para explotarlas y quitarles su libertad.

Entre los crímenes que engloban este término se encuentran el tráfico humano, la explotación infantil y las labores forzadas.

Con base a un informe de la International Labour Organization y Walk Free Foundation, el 71 por ciento de las víctimas de esclavitud, son mujeres, quienes forman parte específicamente de la explotación sexual forzada. 



De acuerdo con Felicity Gerry, una abogada y profesora de la Deakin University de Australia, en la actualidad, los métodos de explotación sexual han cambiado y se han adaptado a los distintos medios tecnológicos, creando así redes virtuales donde se llevan a cabo dichos delitos.

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La investigación tras Nth Room

El caso salió a la luz por primera vez cuando un hombre hizo un reporte anónimo al 112, sin embargo, la policía no lo vio como un caso creíble y terminó siendo ignorado.

Para principios del 2019 un periodista del periódico Seoul Shinmun llevó a cabo una investigación encubierta y tras confirmar los reportes que se habían dado sobre las salas de chat de Telegram, informó que efectivamente existía una sala de prostitución infantil dentro de esa red, mientras que el periódico Sisa Journal, presentó algunos reportes sobre el mismo caso hasta abril. 

En agosto, The Electronic Times fue el primer medio en nombrar a las salas de chat como “Nth Room”, nombre con el que se conoce al caso actualmente, y en noviembre de ese mismo año, el periódico Hankyoreh dio su informe sobre el caso, y desde entonces, el caso ha tenido un fuerte impacto dentro de la sociedad coreana y también a nivel internacional.

Este año las pruebas han aumentado, así como la cifra de víctimas y de personas involucradas.

A principios de marzo, el portal Kookmin Ilbo, publicó un reporte donde contaban a detalle todo lo que concierne al caso, provocando así la furia de los ciudadanos quienes califican a los actos que se realizaban en las salas de chat como “horrorosos e inhumanos”. 

Toda esta situación desató la furia de los coreanos al punto que, crearon una petición pública presidencial donde exigían que se revelara el rostro de cualquiera que estuviera involucrado en el caso.

El impacto fue tal que más de 3 millones de coreanos se unieron a la causa y lograron que la policía revelara el rostro de los involucrados.

Recordemos que en Corea del Sur si no eres una imagen pública nadie puede hacer uso de tu rostro ni hacerlo público en ninguna red social o medio de comunicación.  

Baksa: La mente maestra 

Cho Joo Bin (Baksa)

El 23 de marzo Cho Joo Bin, la mente maestra detrás del Nth Room, también conocido como “Baksa”, fue detenido finalmente por la policía. Cho, de 25 años, cursaba la universidad y ante los ojos de sus conocidos era una buena persona, así como un excelente estudiante que incluso había ganado distintos premios y era el editor del periódico de su universidad.

De entre los delitos que se le acusan se encuentran acoso sexual, así como chantaje a menores para obtener fotos y videos privados.

El 17 de abril se reveló la identidad y rostro de otro involucrado en el caso, esta vez, un menor de edad. Kang Hoon, de 18 años, que se hacia llamar “Butta” en las salas de chat, era la mano derecha de Cho y entre los cargos que se le imputan se encuentran el de reclutar y administrar a las víctimas, así como de administrar y entregar las ganancias a Cho.

Kang Hoon (Butta)

El 11 de mayo la policía confirmó la detención de “God God”, un hombre de 24 años que estaba involucrado directamente con el caso.

El 18 de mayo la Agencia de Policía Metropolitana de Seúl reveló el rostro y el nombre de God God, Moon Hyung Wook, quien afirmó haber sido el creador de este grupo de tráfico de pornografía.

En el caso de Moon, se le acusa de delitos mucho más graves, entre los cuales destaca abuso sexual en contra de 21 mujeres, de las cuales la mayoría eran adolescentes.

Moon Hyung Wook (God God)

Hasta la fecha se han arrestado a cerca de 100 personas involucradas en el caso y se espera que la cifra crezca con el paso de las semanas. 

Las leyes coreanas

Los delitos sexuales digitales en Corea de Sur, incluso aquellos que involucran niños, son conocidos por ser tomados a la ligera.

Bajo las leyes de Corea, los productores de pornografía infantil podrían recibir incluso cadena perpetua, sin embargo, en la realidad, sólo reciben cerca de 2 años en prisión, según reportes del Ministerio de Equidad de Género y Familia. 

De acuerdo a algunos datos proporcionados por el gobierno, del 2015 al 2018, 3,439 personas fueron arrestadas por la creación y distribución de pornografía infantil, sin embargo, de entre todos esos sólo 479 acusados fueron procesados y de esa cifra, sólo 80 recibieron una sentencia de prisión.

Una prueba de esto es el caso de Son Jong Woo, el creador de uno de los sitios de pornografía infantil más grandes del mundo, quien sólo recibió una sentencia de 18 meses en prisión y después fue liberado.

Este año la Asamblea Nacional de Corea del Sur, logró aprobar una serie de proyectos de ley que podrían ayudar a que este tipo de delitos sexuales, sean mucho más sencillos de llevar ante un juez. 

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Una vez más queda comprobado que Corea es un país que no queda exento de delitos como este. Los delitos sexuales son cada vez más frecuentes en el mundo y nada nos puede asegurar que alguna vez terminen.

Por otro lado, el caso es una prueba de que a veces conseguir empleo a través de redes sociales, no puede ser la mejor idea pues no sabemos a lo que estamos expuestos o quién es la persona que se encuentra del otro lado de la pantalla. 

¿Cuál es tu opinión sobre el caso?