Más que Sueño de Amor

February 29, 2016
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Por Ana Alcocer Medina

El pasado lunes 22 de febrero se estrenó la telenovela mexicana Sueño de Amor, bajo la producción y dirección de Juan Osorio, quien, recientemente, tuvo un intercambio cultural con Corea del Sur para estudiar el mercado de los dramas de aquel país. Pero, ¿por qué es importante hablar de este producto audiovisual? A parte de crear una relación bilateral más estrecha entre ambas naciones, lo que permitirá una apertura más abierta para que vengan grupos de Kpop y oportunidades de becas, será el primer paso para reinventar el formato de las telenovelas mexicanas. Sin embargo, ¿será esto posible? Vayamos por pasos.

Sueño de Amor narra la historia de una mamá soltera que saca a sus hijos adelante y anhela reencontrarse con el amor de su vida. La primera escena inició con la presentación de la protagonista en una voz en off, nos dejó ver su rutina diaria a través de tomas y divisiones de pantalla. Hasta aquí hay un buen comienzo, promete ser una producción sofisticada. Sin embargo, en cuanto comienza a desarrollarse la trama deja mucho que desear: los personajes se conocen rápidamente entre sí y las parejas se “enamoran” fácilmente; e incluso, llega a caer en lo inverosímil.

Hay un abuso de cortes de una escena a otra y llega un momento en que no se sabe si es el mismo día o es otro. En cuanto a la actuación, no hubo en ningún momento esa empatía hacía con los personajes, ni tristeza ni felicidad ni compasión.



Si se supone que el señor Juan Osorio fue a Corea para aprender de la realización de los doramas, ¿por qué no ha reflejado eso en Sueño de Amor? Simple, no entendió la fórmula del éxito de ellos.  Si bien es cierto que el tema de amor es un tema universal que le interesa a muchas personas, no es la base de la popularidad de los doramas coreanos, sino de las experiencias de vida que se ven reflejadas en el producto audiovisual.

Los doramas coreanos ofrecen temas de la familia, amistad, guerra, las artes, el romance, los negocios; los personajes hacen frente a las relaciones del amor de una manera más tierna, significativa y emotiva que sensual. Es por eso que las personas se sienten identificadas con los personajes, porque comparten sentimientos y experiencias. En pocas palabras, las producciones coreanas son altamente calificadas por su sofisticación en las expresiones de las emociones humanas.

En mi opinión, no por el hecho de “copiar” un estilo audiovisual y crear una historia considerada como “original”, va a tener un éxito rotundo. Si en el transcurso de la telenovela no ofrecen algo más que una buena producción, Sueño de Amor llegará hacer un fracaso y con ello eclipsar el primer paso para reinventar el formato de las telenovelas en México.