¡La Semana de Cine Coreano 2023 en la Cineteca Nacional está a punto de terminar y aquí te contamos sobre dos de sus funciones!
Por Nate CS.
Desde el pasado 21 de septiembre, la Cineteca Nacional ha sido casa de una muestra selectiva de cine coreano, esto por el 40vo aniversario de la Korean Academy of Films Arts (KAFA). Se han proyectado largometrajes como Duck Town (2017) de Yoo Ji-Young y Solitarios de Hong Sung Eun, así como cortometrajes como Chang-Su Consigue su trabajo (1984) de Kim Eui Suk.
Sin embargo, hoy te hablaremos de la película El departamento con dos mujeres (2021) de la directora Kim Se-in y Un gigante azul (2021) de Noh Geongmu, un cortometraje animado.
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Compartir espacio con unx roomie no es fácil para todxs; compartirlo con tu madre o hija con quien no tienes una buena relación es una misión imposible. El departamento con dos mujeres (Gat-eun sog-os-eul ibneun du yeoja, 2021) es un cortometraje surcoreano escrito y dirigido por Kim Se-in, donde observamos la compleja e insana relación entre Su-kyung y Yi-jung, madre e hija. Su-kyung es madre soltera, con novio, y Yi-jung una joven mujer en los últimos años de sus 20s.
Esta fuerte película inicia con Yi-jung lavando con dolor físico sus calzones en el lavabo del baño. Su madre habla por teléfono mientras termina de alistarse para salir. La cara de la joven nos lo dice todo: está molesta y su madre la irrita. Esto empeora cuando Su-kyung, sin hablarle, le pasa su calzón sucio para que lo lave junto con los otros. Yi-jung lo termina haciendo y se lo regresa limpio.
Aún mojado, la madre se lo pone y sale del departamento; irá a cenar con su novio, su amiga y el esposo de ésta. Vemos a Yi-jung recostarse en el sofá para ver la televisión mientras intenta sobrellevar el dolor de su menstruación. Le manda un mensaje a su madre: necesita Tylenol. La madre lo ignora al verlo, regresa a casa sin él; no se disculpa.
El largometraje pretende enseñarnos dos vidas completamente diferentes convergiendo en un espacio pequeño, el cual tiene todos los tintes de violencia y un cariño inexistente. La primera escena es más que suficiente para contarnos sobre la relación de madre e hija que las protagonistas tienen. Sin embargo, realmente no nos prepara para lo que viene justo después: la madre atropellando a la hija y declarándolo accidente. Yi-jung nunca regresa los golpes a su madre, ella misma dice que ha vivido callada toda su vida para mantener una paz falsa.
En la joven claramente vemos la complicada postura de si actuar o defenderse de la violencia cuando el violentador es tu “familia”. ¿Qué más podemos hacer cuando se nos enseña que “la familia es la familia y se respeta”? Yi-jung, al estar rendida y cansada y declararse loca frente a su madre, llega a preguntarle qué hacer con todo el daño que ella le ha provocado. La madre tiene una respuesta desgarradora: “Ten una hija”. Este fue uno de los momentos que me dejó pasmada y con un fuerte dolor en el pecho.
A lo largo de la película somos testigxs de la violencia física y psicológica de Su-kyung hacia Yi-jung. Todo por lo que Yi-jung ruega constantemente es una disculpa; nunca la obtiene. Es más, su madre había dicho que “el accidente”, el atropellarla, había sido una falla del auto y hay una demanda sobre ello; Yi-jung es testigo en contra suya.
Parece ser que el disculparse es una acción que Su-kyung es incapaz de hacer. No se disculpa con nadie, ni con la hija de su novio, por más que éste se lo pida cuando encuentra el vibrador de la joven; ni con su amiga, con quien se dijo palabras ofensivas. Lo más cercano a una disculpa es cuando con su amiga se arreglan al comprarse la una a la otra verduras y bollos hervidos; no hay palabras.
A diferencia de su hija, la madre tiene una vida social activa. Yi-jung, además de no salir por estar lastimada por el incidente, no se relaciona con nadie más que sus compañerxs de trabajo. En ello podemos ver lo difícil que es para ella poder interactuar con otrxs. Cuando logra acercarse a su nueva compañera, esta relación termina mal cuando Yi-jung intenta hacerla cómplice de su dolor y maltrato por su madre. Su amiga, So-hee, termina renunciando y haciendo como si nunca la hubiese conocido, incluso después de haberla dejado dormir un par de veces en su casa.
Además de tomas increíbles que dicen más que mil palabras, los pequeños detalles son lo que articulan este largometraje de 140 minutos. El auto, que inicia no estando dañado, termina estándolo, lo cual le causa a Yi-jung un accidente de verdad; esto nos hace cuestionarnos las mentiras dichas por la madre, por más que sepamos y hayamos sido testigxs de que realmente la agrede. Constantemente se enfoca a espacios donde hay cosas, como el auto en el estacionamiento, para luego enfocarlos cuando ya no están, o como con el escritorio vacío de So-hee.
La persistente pedida de una disculpa culmina en la joven preguntándole a su madre si la ama durante una noche cuando se va la luz. Su madre se ríe de la pregunta, nunca responde. Al inicio vimos a Yi-jung lavando calzones; resulta que ambas comparten los mismos, los que siempre están en el segundo cajón de la cómoda.
Es más, este último detalle es tan importante que hace del final un gran golpe emocional y una escena maravillosa: Yi-jung, después de salir de casa por segunda vez y parece ser que de manera definitiva, va a comprar ropa interior; sin embargo, no sabe su talla de brasier. La película termina con la dependienta de la tienda tomándole medidas de su pecho. Se nos enfoca la cara de la joven, vemos un nuevo inicio de vida. Yi-jung deja atrás todo el maltrato vivido por casi tres décadas, pues su madre la golpeaba desde niña.
La sinopsis de la película dice que:
En su ópera prima, la directora Kim Se-in traza un incisivo retrato psicológico de dos mujeres en una lucha sin cuartel por el reconocimiento y una vida mejor.
Sin banda sonora más que al final cuando ya van a iniciar los créditos, El departamento con dos mujeres nos muestra la cruda realidad de algunas relaciones entre madre e hija, donde no existe el amor o cariño de una relación familiar, sino violencia.
El pasado 26 de septiembre, tuvimos el honor de escuchar unas palabras de la directora Kim Se-in antes de la proyección del largometraje en la Semana de Cine Coreano 2023 ; ella nos dijo que:
“Es una película sobre madre e hija—familia. Caminando por las calles de México, pude sentir la familia. Espero disfruten mucho de ella y muchas gracias por verla”.
Este hermoso cortometraje aborda la búsqueda de comodidad consigo mismo del protagonista, un gigante azul. Dirigida por Noh Geongmu, Un gigante azul (2021) nos cuenta la historia de este personaje harto de vivir en un espacio donde todo le queda chico.
Al ver una estrella luminosa a lo lejos después de romper su casa, este gigante recorre bosques y acantilados peligrosos con el deseo de ser feliz. Cuando llega al origen de este resplandor, se da cuenta de que es un pedazo de vidrio que brillaba por la luz que le daba. Sin embargo, sin dejar que su decepción lo entristeciera, encuentra la verdadera estrella que le cumple su deseo. El cortometraje de 7 minutos termina con el pequeño gigante azul viviendo al fin cómodo y contento en su casa, la cual aún conserva el hueco por donde la rompió.
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Se dice que las estrellas gigantes azules son aquellas estrellas de alta masa, caracterizadas por su luminosidad. Con ello, esta búsqueda del gigante al punto lejano fuera de casa nos remite a la búsqueda de sí mismx, al esfuerzo por encontrar nuestra felicidad y comodidad dentro de nosotrxs, o al menos eso me dejó este bello cortometraje.
De igual manera, El departamento con dos mujeres nos deja de tarea reflexionar y cuestionarnos la manera en la que nos relacionamos con nuestra propia familia, además de ponernos a nosotrxs mismxs como prioridad para protegernos de la violencia que nunca es merecida. Seamos como Yi-jung y pongamos un alto a aquello que no nos merecemos para iniciar una nueva vida, y busquemos nuestra paz dentro de unx mismx como el pequeño gigante azul.
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