Ver las Marionetas de hilo de Quanzhou fue como volver a la infancia. Un espectáculo adorable que enterneció a niñas, niños y los adultos que vieron la función en el Festival Cervantino 2023.

Es de tarde y hace un poco de frío. Las personas se reúnen en la Plaza de San Roque en el Centro de la capital de Guanajuato. Todos se sientan en una escalinata verde para poder ver el espectáculo de Marionetas de hilo de Quanzhou, desde China.

Una puesta en escena que sacó sonrisas, emociones y aplausos de niños, niñas, niñes y los adultos que no paraban de sorprenderse con cada una de las historias que presentó la compañía de Quanzhou, quien viajó desde el sur de China hasta Guanajuato para hacer dos funciones.

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¿Qué son las Marionetas de hilo de Quanzhou?

Primero, son Patrimonio Cultural Inmaterial de China, una tradición de títeres de hilo con siglos de historia. Sus orígenes datan de la dinastías Qin y Han (221 a. C. – 220 d. C.), aunque se volvió popular en la región de Quanzhou durante el siglo VIII.

El traductor de la compañía compartió las palabras de uno de los titiriteros, quien relató que Marco Polo visitó la ciudad y aseguró que era “muy brillante”.

“Pienso que Marco Polo vio las marionetas de hilos”

No es para menos considerar a esta tradición como patrimonio. La habilidad de los titiriteros es un arte y una enseñanza reconocida por la UNESCO. Para muestra, las cinco pequeñas obras que se presentaron en el Festival Internacional Cervantino 2023.

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Historias de monjes, leones y monos

Sin lenguaje o con historias habladas en chino antiguo, no importa, la belleza de las marionetas y la destreza de sus titiriteros es tal que emocionó con cada salto, cada cambio de vestuario y cada giro de tuerca en las breves obras de la compañía de Marionetas de hilo de Quanzhou.

La tarde del 15 de octubre se hizo la segunda función. La famosa danza del león, que es popular en las fiestas del Año Nuevo Chino, una historia de un monje, un no funcionario que lucha contra el mal, una mujer que vuelve a la juventud y un monito en bicicleta fueron los relatos que se contaron.

¡La gente no paraban de reír y decir “awwww”! Los movimientos de los títeres eran tan fluidos que parecían reales, pero eso no opacó la habilidad de quienes los manejan. Igual que actores y danzantes, los tres titiriteros coreografiaban cada movimiento y expresión para completar la escena.

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Un momento para apreciar el arte de las marionetas

Además, las marionetas por sí solas son increíbles y el público tuvo oportunidad de comprobarlo de cerca. Durante toda la presentación sorprende la cantidad de finos hilos que se usan para mover a los pequeños personajes y los objetos miniatura como cajas, bicicletas, mesas y sillas con las que interactúan.

Para cerrar y acercar a los niños, niñas y niñes a conocer la experiencia de mover los títeres, la compañía le dio un espacio a las infancias para tocarlos y moverlos. Aunque más de un adulto también revivió su emoción infantil, porque también pudieron interactuar con las marionetas de hilo de Quanzhou.

¡Una foto todos juntos con el público y una flores en la mano de un pequeño changuito se quedaron en el recuerdo para despedir la función!

Esperamos que pronto puedas acercarte a este espectáculo, que se presentó el 14 y 15 de octubre en el Festival Cervantino, en Guanajuato, y el 11 y 12 de octubre en el Centro Cultural Los Pinos en la Ciudad de México.

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